ALICANTE. Santiago Martínez-Vares estuvo en la picota hace unos años cuando María Guardiola, actual presidenta de Extremadura, se negó a pactar con Vox para formar gobierno cumpliendo en primera instancia con la promesa dada en la campaña electoral que nuestro invitado dirigió junto a sus compañeros en la agencia Rebellious Words. Representa a ese pequeño grupo de hombres que se permiten el lujo de llevar la contraria a sus jefes, a los directivos o políticos que le contratan. Esa es precisamente su magia. Martínez- Vares ha sido jefe de gabinete en el Ministerio del interior en la etapa de Juan Ignacio Zoido entre otros derroteros.
- Me llama la atención que a veces la prensa os trata con cierto rechazo a los spin doctor, me da la sensación de que se baila más el agua a los políticos o a los que forman parte de los partidos que a ustedes.
- En esto fijate no tengo esa sensación, si los directores de comunicación o los que asesoramos a empresas y a políticos hacemos bien nuestro trabajo somos útiles a los medios de comunicación. Luego, evidentemente, hay diferentes medios que entran en determinadas batallas, pero no son periodistas sino activistas. En un buen equipo de comunicación siempre tiene que haber buenos profesionales del periodismo, en mi caso los hay.
- ¿Qué cree que tiene que tener un buen spin doctor o jefe de gabinete?
- No tener miedo en decirle a la persona con la que trabaja que se está equivocando, ser la voz de su conciencia.
- Cuando le ofrecieron embarcarse en trabajar con María Guardiola, la candidata del Partido Popular en Extremadura y ahora presidenta de esa autonomía, se lo pensó mucho, ¿por qué?
- Implica mucho compromiso, ya he estado trabajando en política antes en las elecciones municipales a la alcaldía de Sevilla con Juan Ignacio Zoido y llegó un momento en el que le dije que necesitaba descansar. Después de eso nos dedicamos a asesorar a compañías y empresas, cuando nos ofrecen trabajar en la campaña de María Guardiola no estaba en nuestros planes entrar en candidaturas políticas, y si lo hacíamos teníamos que estar seguros de que lo hacíamos con una persona valiosa y Guardiola lo es, por eso es presidenta.
- En la gestión de la Dana de Carlos Mazón se ha hablado mucho de los errores de comunicación… (me interrumpe)
- Eso no es un error de comunicación, el problema que ha habido con Carlos Mazón no ha sido de comunicación sino de acción, de no haber estado donde tenía que estar. Por mucha campaña que se hubiese hecho eso no se puede salvar, el hecho de no estar en el sitio adecuado.
- ¿Usted cree que por mucho que intenten desviar la atención no van a poder solucionar la crisis?
- Podrá resistir pero el cariño de la gente será muy difícil de recuperar. Ha sido una catástrofe natural, y una catástrofe en la que han fallado muchas cosas. Es triste que esto haya quedado en una batalla del relato, en una batalla política, hay muchas vidas que se han truncado y que se han paralizado. Los políticos creo que todavía no se han dado cuenta. El tiempo y la justicia nos dirá lo que pasó.
- ¿Tiene opciones de que gane las elecciones de 2027?
- Un candidato puede soportar acontecimientos adversos, desde luego que en Génova han decidido hacer contención de daños, él ha apostado por seguir para delante, queda mucho para las autonómicas, pero a día de hoy te puedo decir que no es un buen cabeza de cartel. Las cosas en Valencia no funcionan como les gustaría a los valencianos, y lo que ha pasado es difícil de olvidar. Carlos Mazón es un mal cartel electoral a todas luces.
- En Estados Unidos nos llevaban ventaja con la comunicación política, me pregunto como los partidos políticos a sabiendas de lo importante que es este elemento, cometen tantos errores en las formaciones en este campo.
- Creo que hay de todo, hay que salir de la M-30 para ver buena comunicación política. Por ejemplo, Juanma Moreno es un buen ejemplo de ello, y de hecho, la gestión de la Dana en Andalucía fue valorada positivamente por la ciudadanía. El alcalde de Cáceres ha sabido sacar un presupuesto con el PSOE, hay buena comunicación y buena política en muchos sitios. Cada día hay más conciencia en la importancia de la comunicación política.
- ¿Los partidos siguen confiando más en gente del partido o apuestan por perfiles independientes como el suyo? A veces hay malos rollos, me acuerdo como le llovían cuchillos a Iván Redondo en la sede del PSOE de Madrid…
- Nosotros somos especialistas en crisis, y cuando llegan estas situaciones delicadas, necesitas conocer bien cómo trabajan y tiene mucho de tratos humanos, hay que planificar estrategias que en ocasiones son incómodas.
- Su libro se titula Lo que el político dice y lo que la gente entiende, ¿los políticos deberían decir más la verdad?
- Por supuesto. La política española se ha convertido en una concatenación de comentarios ingeniosos en lugar de buscar la verdad. Lo importante es marcar el mensaje y no encontrar lo que es cierto. Nuestro presidente del Gobierno está doctorado en la mentira, en la historia quedará esa pregunta de Carlos Alsina en la que le consulta porque ha mentido tanto a los españoles y dijo que eran meros cambios de criterio.
- Antiguamente cuando un político hacía las cosas mal se tenía que ir a su casa, hoy en día las batallas ideológicas ayudan a que la mentira y los errores salgan gratis, ¿cree que la polarización ha servido de escudo a la incompetencia?
- Sin ninguna duda. Si Pedro Sánchez no hubiese dicho que la mentira no es eso sino cambiar de opinión, bajas el listón, dejas la integridad de la clase política en otra dimensión. No se pretende conseguir el mensaje elaborado sino bajar al barro. En una ocasión Ángel Gabilondo ganó con el PSOE las elecciones en la Comunidad de Madrid haciendo gala de ideas construidas y sesudas sin caer en el titular simplista, tenemos que preguntarnos qué ha pasado en los últimos años para que eso ya no ocurra. Me gustaría saber donde están los votantes de Ciudadanos, ese electorado de centro derecha moderada, esa gente no se ha borrado, no se han perdido.
Los militantes de Cs se han radicalizado en sí mismos, algunos se han pasado a Vox…
El 15-M vino a cambiar las cosas y a volar los consensos del 78, y la influencia de Podemos ha sido elemental para la situación de polarización que vivimos ahora. No hay diálogo, no podemos dar por bueno la falta de consensos, la falta de conversación entre el líder de la oposición y el presidente del gobierno. Eso es primero de comunicación, personas que no se llaman, y el gran culpable es el que gobierna porque tiene que tomar la iniciativa.
Pero fijate, el primero que hizo eso de dar la espalda a sentarse a hablar fue Albert Rivera en la última etapa de Ciudadanos cuando no quiso reunirse con Pedro Sánchez, es curioso cómo se contaminó todo.
Sin ninguna duda. Creo que los partidos tradicionales deben dar soluciones, luego no pueden quejarse de que llegue la anti-política, de que aparezca un gurú que ofrezca un crece pelo.