VALÈNCIA. El pleno de Les Corts Valencianes aprobó este jueves la investidura del diputado popular Juanfran Pérez Llorca como nuevo presidente de la Generalitat con los votos favorables de su partido, el PP, y los 13 parlamentarios de Vox. El siguiente paso será la publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE) de su nombramiento y una nueva cita en el Parlamento el próximo martes a las 12.00h en la que el dirigente prometerá o jurará su cargo para enunciar, ya sin debate, su propuesta de gobierno. Tras ello, se producirá la designación del nuevo Consell.

En cuanto a la sesión de este jueves, Pérez Llorca se presentó ante la cámara con la clara intención de mostrar un perfil propio muy alejado del que esgrimía su predecesor y amigo, Carlos Mazón, quien renunció semanas atrás al cargo arrinconado por su gestión de la Dana, donde fallecieron 229 personas, y que ayer sólo acudió al hemiciclo en el momento de la votación, en torno a las seis de la tarde.

Así, el aspirante a presidir la Generalitat hizo gala de su experiencia como alcalde, exhibió su naturaleza dialogante y pactista en un tono muy alejado de la vehemencia que caracterizaba a Mazón, a quien apenas mencionó en toda la sesión: "Yo aquí he venido a dialogar de verdad", llegó a expresar en una de sus intervenciones. En este sentido, la propia puesta en escena de Pérez Llorca y su talante, propició un debate en general menos crispado y de mayor nivel de los que se han vivido en Les Corts al menos en el último año. 

El candidato realizó una exposición, tal y como había informado este diario, mucho más breve de las que Mazón había acostumbrado al hemiciclo, con discursos incluso de cinco horas. Apenas 61 minutos empleó Pérez Llorca en su comparecencia inicial -buena parte de ella en valenciano- para desglosar las líneas maestras de su inminente mandato; una intervención que comenzó señalando su deseo de "continuar con el cambio que empezó en 2023", pero donde incluyó algunas nuevas medidas -especialmente en fiscalidad- y proclamó su sintonía con varios ejes temáticos exigidos por Vox: entre ellos el rechazo al Pacto Verde Europeo o la reclamación de una política migratoria "legal, ordenada, humana y ajustada a las necesidades reales".

No obstante, además de la diferencia de tono, Pérez Llorca manifestó en esta primera intervención su compromiso de que las "primeras palabras" como presidente de la Generalitat, si era elegido, se dirigirían a "pedir perdón a los familiares de las 229 víctimas mortales". Un gesto con el que, indudablemente, ponía distancia con su predecesor en el cargo, Carlos Mazón, al que varios colectivos de víctimas le habían acusado estos meses de falta de sensibilidad y proximidad. Eso sí, el aspirante señaló que después instaría a que hicieran los mismo desde otras instituciones como el Gobierno de España.

Este paso no fue suficiente para amansar a la oposición ni tampoco a las asociaciones de víctimas, que se encontraban presentes entre el público. No obstante, si contribuyó, junto al tono empleado por el aspirante a que, al menos, se viviera una jornada parlamentaria en la que hubo debate, con argumentos a veces propositivos y otras políticos, pero con un nivel de tensón muy inferior al de los últimos tiempos.

Así, tanto el portavoz del PSPV, José Muñoz, como el síndic de Compromís, Joan Baldoví, que recuperaron el trato institucional de usted con el candidato a diferencia de lo que ocurría con Mazón, centraron su tarea de oposición en señalar la proximidad de Pérez Llorca con el presidente saliente, además de criticar el papel de todo el Consell en la Dana y lamentar que la Presidencia de la Generalitat se decidiera, en vez de con unas elecciones, mediante un acuerdo arbitrado por el líder de Vox, Santiago Abascal, desde Madrid.

En esta línea, Muñoz insistió en el vínculo de Pérez Llorca con su ya predecesor: "Usted es el número dos de Mazón y seguirá siéndolo", espetó, para en la siguiente réplica añadir: "Es el número dos de Abascal también". Un turno este, probablemente uno de los más certeros que ha protagonizado en Les Corts, en el que proclamó: "Enhorabuena señores diputados de Vox, van a tener un presidente de la Generalitat", llegó a afirmar, en referencia a las concesiones del popular Pérez Llorca a la formación ultraconservadora.

Baldoví, quien protagonizó una primera intervención con diversas propuestas, también pasó a la acción en una réplica también acertada, en la que inquirió a Pérez Llorca sobre los motivos por los que pedía perdón a las víctimas de la Dana, con el objetivo de que el presidenciable desgranara los errores cometidos o, en definitiva, explicara los motivos que le llevaban a solicitarlo. El portavoz de Compromís también lanzó diversos dardos a Vox, a los que acusó de "vagos" por "esconderse" y "no querer gestionar". Una idea en la que coincidió con Muñoz, al subrayar ambos que el partido de Abascal buscaba obtener rédito electoral sin desgastarse asumiendo responsabilidades de gobierno.

Unos ataques a los que Pérez Llorca, llegó a responder de forma concreta en algunos casos, una fórmula que había quedado arrinconada en Les Corts en los últimos meses, como los dirigidos a su papel de 'número dos'. "El único 'número dos' por Valencia que se habla en todas las televisiones de España hoy es del señor Ábalos", replicó, para recriminar la ausencia de propuestas del grupo socialista. 

En esta línea, instó a los grupos de la izquierda a que dejaran "la hipocresía a un lado” y que puedan reunirse para empezar a “buscar consenso y acuerdos en todas las materias”. A Baldoví, quien le recriminó la "factura" que pagarían los valencianos por su pacto con Vox, le preguntó por la que abonan "por sustentar el gobierno de Pedro Sánchez". Así, el dirigente popular recordó al síndic de Compromís que apoyó la investidura del presidente del Gobierno pero no había habido "financiación autonómica" ni "presupuestos en tres años". "Y usted calla, su partido calla", le reprochó.

Sintonía con Vox aunque dos discrepancias: la AVL "no es un chiringuito" y la financiación autonómica

La relación de Pérez Llorca con Vox, no obstante, fue bastante más plácida que con los grupos de la oposición. El candidato plagó su discurso inicial de alusiones a los postulados que la formación de Abascal había venido exigiendo en las últimas semanas para dar su apoyo: rechazo al Pacto Verde Europeo, y a la inmigración ilegal, una fuerte rebaja fiscal o la reclamación al Gobierno de obras hidráulicas en la Comunitat Valenciana fueron algunas de las concesiones a Vox que Pérez Llorca incluyó en la primera de sus intervenciones. 

El candidato a la investidura también aprovechó este punto del debate para reclamar al Ejecutivo central que atienda la "Agenda del Agua" valenciana y para mostrar su oposición frontal al cierre de la central nucelar de Cofrentes. Pérez Llorca se detuvo en este punto para reclamar un futuro energético "sin prejuicios ni complejos" y sostuvo: "No quiero volver a ver un apagón en la Comunitat Valenciana, ni que la Comunitat Valenciana dependa de ningún territorio, de decisiones arbitrarias a miles de kilómetros". Ante ello, sentenció con vehemencia: "Cofrentes no se puede cerrar, Cofrentes no se cierra". 

Por su parte, el síndic de Vox, José María Llanos, dio un visto bueno general a este discurso y se mostró "alegre" por las palabras pronunciadas por el candidato. En esta línea, defendió los "avances significativos" logrados por ambas formaciones a lo largo de la presente legislatura y defendió "la labor decisiva de Vox durante este tiempo", así como el, a su forma de ver, "gran trabajo" de ambas formaciones en los últimos años. 

Una sintonía entre ambos contendientes que, no obstante, no era completa. Pérez Llorca defendió durante su discurso inicial una reforma del sistema de financiación y un fondo de nivelación como "solución transitoria". "Este modelo, que fue aprobado en 2009, está caducado, agotado y desajustado de la realidad demográfica y económica de hoy", sostuvo el candidato, que remarcó: "No somos los que menos aportamos ni somos los más pobres, pero sí que somos de los que menos recibimos". 

El dirigente popular lamentó que los valencianos tengan "las mismas competencias que el resto, pero con menos recursos para ejercerlas", lo que redunda en un crecimiento de la deuda pública. "Esa es la realidad, pero es una realidad injusta", consideró Pérez Llorca, que incluso se dirigió al PSPV para criticar que abandonasen la Mesa per un Finançament Just y pedirles que volvieran "al consenso y al acuerdo, donde ellos han estado sentados conmigo y yo junto a ellos".

Ante ello, Llanos remarcó que, a su forma de ver, el sistema de financiación autonómica "no necesita una reforma, necesita una sustitución" y, además reprochó a Pérez Llorca que se dirigiera a la bancada socialista durante su intervención en busca de consenso: "Le recomiendo que no llame al PSOE para nada. Si lo hace, luego no se queje cuando le engañen". 

La distancia entre ambos diputados también se evidenció con la Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL), órgano estatutario sobre el que los voxistas ya han mostrado su rechazo en incontables ocasiones, así como su voluntad por recortar el máximo posible el presupuesto destinado a esta institución, algo que se consumó en las cuentas autonómicas para este ejercicio. Llanos pidió a Pérez Llorca que se comprometiera a mantener el recorte a este órgano si quería conseguir los votos de Vox para ser president, una reclamación que el candidato 'sorteó', al tiempo que abogó por "proteger" la academia, un órgano estatutario creado bajo el mando del PP como el propio aspirante reconoció.

"Yo sí creo en ella. Se creó para defender el valenciano, protegerlo y defenderlo ante el mal concepto del pancatalanismo. No creo que sea un chiringuito, es una institución que debe protegerse", apuntó Pérez Llorca en alusión al calificativo que el síndic voxista había empleado. A pesar de estas afirmaciones, el candidato reconoció que "hay cosas que hay que cambiar" en esta institución y abogó por "trabajar, buscar puntos en común y plantear una modificación de la ley para devolverle el sentido". "Creo mucho en las instituciones y creo que debemos protegerla. No se trata de recortar, sino de poner más orden", expresó un candidato que acabó convenciendo a los voxistas para ser finalmente investido president de la Generalitat.