ALICANTE. La obtención del carnet de conducir se ha convertido en una carrera de obstáculos en la provincia de Alicante. Más de 15.000 alumnos esperan poder realizar el examen práctico, mientras los tiempos de espera alcanzan los dos meses, una situación que ha desbordado a las autoescuelas y ha encendido la protesta del sector.
Las asociaciones de autoescuelas han protestado este viernes, entre las 12:00 y las 14:00 horas, en forma de caravana que ha partido desde el barrio de Babel y concluirá en la Subdelegación del Gobierno en Alicante. Han participado unos 200 profesionales, procedentes tanto de la provincia como de regiones cercanas como Murcia.
Falta de examinadores y un sistema cuestionado
El principal foco del conflicto es la escasez de examinadores. Aunque la provincia cuenta oficialmente con 31 profesionales, distribuidos en Alicante, Elche, Dénia, Alcoy y Orihuela, varias bajas laborales y jubilaciones no cubiertas han reducido drásticamente la capacidad operativa de los centros de examen. A esta situación se suma el sistema de asignación de cupos (CAPA), que restringe el número de alumnos que pueden presentarse a examen, generando un cuello de botella que bloquea el avance de nuevos conductores.
La falta de fechas disponibles ha llevado a muchas autoescuelas a reducir horarios o incluso despedir a parte de su plantilla, al tiempo que se desincentiva a los alumnos a continuar con sus prácticas. Algunas academias ya recomiendan posponer el inicio de la formación hasta septiembre, ante la imposibilidad de acceder a examen antes del cierre de los centros previsto para julio.
Reivindicaciones al Ministerio del Interior
El sector exige al Ministerio del Interior una ampliación urgente de la plantilla de examinadores, así como una revisión profunda del sistema CAPA, con el objetivo de garantizar un servicio eficaz y evitar que la situación empeore durante los meses de mayor demanda.