VALÈNCIA. Tras un año de investigación judicial sobre la gestión de la Dana, las indagaciones de la instructora están bastante avanzadas. Los numerosos testigos que han pasado a declarar por el juzgado sumados a las comparecencias de los dos investigados, la exconsellera de Interior y Justicia, Salomé Pradas, y el ex secretario autonómico de Emergencias, Emilio Argüeso, han ofrecido muchos detalles sobre cómo se desarrollaron los acontecimientos el fatídico día de la catástrofe. No solo en el Cecopi sino también en la comida que mantuvieron el ya expresident de la Generalitat, Carlos Mazón, y la periodista Maribel Vilaplana en El Ventorro.

La jueza de la Dana ya ha llamado a declarar a múltiples peritos y expertos; varios dirigentes políticos como la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, o el presidente de la Diputación, Vicent Mompó; los responsables de agencias estatales como el presidente de la CHJ, Miguel Polo, o el jefe de Climatología de la Aemet, José Ángel Núñez; así como empleados de Emergencias y diferentes técnicos del servicio del 112 y la sala de mando anexa al Cecopi o bomberos del Consorcio Provincial. Todos han aportado su testimonio, incluso la propia Vilaplana, el dueño de El Ventorro, el exsíndic del PP y ahora jefe del Consell, Juanfran Pérez Llorca, o el jefe de Gabinete de Mazón, José Manuel Cuenca.

Sin embargo, la instructora había mantenido en barbecho las declaraciones de dos testigos clave quel día: el subdirector de Emergencias, Jorge Suárez, y el entonces inspector jefe del Consorcio Provincial de Bomberos, José Miguel Basset. Se trata de los dos técnicos de mayor rango aquel día en la reunión del Cecopi. El primero, situado en el organigrama de Emergencias por debajo de los dos cargos políticos investigados; el segundo, el jefe operativo de la emergencia. Ambos jugaron un papel clave, por ejemplo, protagonizando en el debate que demoró el envío del ES Alert y donde Basset se posicionó en contra. En ellos, la pata técnica de la gestión de la catástrofe, descargaron la responsabilidad de la toma de decisiones tanto Pradas como Argüeso.

Este jueves desfila por el juzgado de Catarroja el subdirector de Emergencias, quien ha sido calificado por diferentes trabajadores como el que ejercía el "enlace" entre el Cecopi y la sala de mando donde se encontraban los técnicos, a tan solo unos pocos metros de la primera. En ese sentido, podría considerarse la correa de transmisión de información con la reunión de los máximos responsables, donde cabe recordar que no había pantallas y tampoco llegó la información de las llamadas del 112, cuya sala estaba en el edificio anexo del complejo. Los empleados de Emergencias han apuntado también que él era el que daba las órdenes por lo general en aquella sala, por ejemplo ordenando la preparación del sistema ES Alert.

Sin embargo, cerca de un año después desde que se iniciara la investigación, la magistrada sigue dejando para un estadio más avanzado la comparecencia de Basset, cuya figura también es fundamental en el examen de aquella tarde. No solo porque fuera el responsable del Consorcio Provincial, cuyos bomberos fueron retirados del barranco del Poyo, o porque fuera el jefe operativo de la emergencia, sino también porque fue uno de los participantes en el debate interno sobre el envío de la alerta masiva a la población.

Según un escrito presentado por Pradas en la causa, fue a las 18.38h cuando los técnicos enviaron el primer borrador del ES Alert al subdirector de Emergencias, que lo leyó 15 minutos más tarde en el Cecopi, cuando este se reconectó tras la suspensión telemática de una hora. Entonces, "comienza el debate sobre su envío" que implica sobre todo a Suárez y a Basset, "quien en la comisión de investigación de la Diputación llegó a admitir que puso objeciones al envío por el posible efecto estampida". "Ambos se enzarzan en un debate", relata el escrito, "en el que participan todos", desde el presidente de la CHJ, Miguel Polo, hata el representante de la Aemet, José Ángel Núñez, como la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, "como la consellera atendiendo a toda la información y proponiendo evacuaciones".

Es un relato similar al que la exconsellera hizo el pasado domingo en su entrevista televisiva de 'Salvados', donde explicó que se inició "un debate" entre Suárez y Basset "en primer lugar sobre la ideoneidad sobre si Es-Alert sí o no". "Creo que la gran mayoría tenmiamos claro que se tenía que lanzar y, es cuando Basset dice que cree que puede ser contraproducente mandar ese mensaje”, expuso la entonces consellera de Interior, que achaca a este disenso el hecho de que tardara más de una hora en enviarse el aviso.

Cabe recordar que el envío de la alerta se planteaba por la posible rotura de la presa de Forata y, según Pradas, el temor a un "efecto estampida" si la gente sabía que se iba a romper la presa era lo que había detrás de las dudas de Basset. "Había que escuchar al jefe operativo de la emergencia. Es quien debe adoptar las medidas en cada momento. Si el jefe de emergencias de mayor rango y el jefe operativo entran en un debate, sería un contrasentido que un mando político dijera sí o no, o pusiera la balanza de un lado o de otro. Tenía que escucharlos y todo el Cecopi tenía que escucharlos", relató Pradas al respecto.

Así pues, la declaración de Suárez, que tendrá lugar este jueves, podrá arrojar un poco de luz sobre esta discusión y otros detalles de aquella jornada. Por ejemplo, por qué parece que nadie le escuchó cuando, tal como se ve en uno de los vídeos grabados del Cecopi, él mismo propuso un posible aviso masivo a la población poco después de dar comienzo la reunión, pasadas las 17h de la tarde. O por qué la evolución de las llamadas de auxilio que recibían en el 112, donde se veía que la emergencia se concentró cada vez más en el barranco del Poyo, no trascendieron y llegaron al Cecopi.