ALICANTE. Rubén Alfaro, además de secretario general del PSPV de Alicante, es también alcalde de Elda. En esta parte de la entrevista con Plaza, abordamos la situación de la Diputación de Alicante, una institución que los socialistas siempre tienen en mente entre sus objetivos políticos, pero que no gobiernan esde 1995.
-Hay cierto consenso en los grupos de la oposición con la paralización que acumula la Diputación de Alicante. ¿Ve mucha diferencia con otros mandatos?
-A ver, la Diputación de Alicante lleva unas décadas de deriva, de no ser útil para la provincia, ni para la propia institución, ni para los propios ayuntamientos. La pregunta que me suelo hacer siempre. ¿Qué están haciendo otras diputaciones? La Diputación de Alicante, como lleva muchísimas décadas en manos del Partido Popular, parece que es una especie de institución hereditaria. Así que cada presidente que ha estado ahí, pues la ha ido utilizando para sus intereses. Quizá se podía reflexionar que la Diputación de Carlos Mazón se movió más. Pero claro, no es que se moviera mal, sino que al final fue el instrumento para alcanzar la presidencia de la Generalitat. O sea, tuvo una institución provincial el señor Mazón, con todo lo que ello conlleva de presupuesto y de recursos para alcanzar su objetivo, que era ser presidente de la Generalitat. Pero tampoco hubo grandes avances de reflexión hacia qué es lo que mejor puede ofrecer la Diputación a los ayuntamientos. Ahora, en el caso de Toni Pérez, pues es directamente plana. Si miramos hacia atrás, el de César Sánchez fue un mandato en lo que sin pena ni gloria. Entonces cabe preguntarse, insisto, qué están haciendo otras diputaciones que tienen el poder y la capacidad que tiene la Diputación de Alicante.

- Rubén Alfaro frente a la Diputación de Alicante. -
- Foto RAFA MOLINA
-¿Y qué están haciendo, en su opinión?
-Pues no están ayudando al servicio de los municipios, al servicio del tejido productivo, al servicio de que mejore la modernización de la administración local. Y yo, por ejemplo, creo que hace muchísimo tiempo que la Diputación no se ha preguntado cómo moderniza la administración. Los presupuestos de la Diputación suelen ser siempre exactamente los mismos. Hay una parte, por así decirlo, de red clientelar que hay que mantener y que hay que estar ahí. Y luego están los ayuntamientos, que a través de algunas subvenciones y el típico plan de obras, te dan el recurso que te corresponde por habitante, pero no hay ninguna solución para nada. Nadie aborda el gran problema que tenemos para atraer el talento a la administración local y nosotros solos, los ayuntamientos, no podemos hacer la guerra sola por nuestra cuenta. O sea, un ayuntamiento tanto mediano como pequeño, o grande, cómo puede movilizar la atracción del talento. Estamos escuchando a muchísimos empresarios y sectores que falta personal cualificado en tal sitio, en tal sector, en tal no sé cuántos. También falta personal cualificado en la administración pública y nos hacen falta trabajadores públicos capacitados que sepan hoy en día desarrollar toda la parte de carga burocrática que hay, no solamente en las subvenciones, los problemas que puedan existir de contratación, de patrimonio, de eso necesitamos talento. ¿Qué ha hecho la Diputación de esto? Nada. Entonces, hay que preguntarse por qué la Diputación no hace un plan potente en colaboración con las universidades, con la formación profesional, haciendo unas grandes bolsas de trabajo, un algo, no sé. Los problemas de los ayuntamientos de hace 25 años no son los de ahora y el presupuesto de la Diputación y su plan de obras parece que sea heredado y no te soluciona absolutamente nada. ¿Qué ocurre al final? Pues que hay una pérdida de oportunidades. Yo me hice esa pregunta cuando accedí al Ayuntamiento de Elda: cómo modernizarlo y mejorar la vida de la gente. El problema es que ni César Sánchez, ni Carlos Mazón, ni Toni Pérez se han hecho la pregunta de cómo podemos modernizar esta Diputación para que preste el servicio actual, propio del año 25. Esa es la percepción que tengo yo de la Diputación de Alicante.

- Rubén Alfaro frente a la Diputación de Alicante. -
- Foto RAFA MOLINA
-¿Ve lógico que la Diputación tenga que construir dos palacios de congresos?
-Esa pregunta, por ejemplo, no se planteó en el foro de alcaldes. Si tú haces en el foro de alcaldes esa pregunta, a lo mejor los alcaldes te dan la respuesta. Lo que el PP ha hecho siempre en estas cuestiones es buscar la contraprestación de Valencia para generar sus cargas emotivas y luego convertirlas en electorales. Las cargas emotivas del Gobierno provincial contra el Gobierno autonómico. Hay que preguntar a los alcaldes si ven lógico que se invierta una cantidad de dinero de esas características en esos dos palacios de congresos cuando les faltan técnicos de administración general, les faltan secretarios, les faltan interventores, les faltan ingenieros, les faltan arquitectos y, por ejemplo, no pueden desarrollar suelo para poder construir vivienda pública o vivienda de protección oficial o desarrollo social, porque hay muchos municipios que no tienen ni arquitecto. Esa pregunta habría que hacerla. O por ejemplo, cómo ayudas a un ayuntamiento cuando en su día se le jubiló el responsable de la Agencia de Desarrollo Local, que estaba preparada para llenar un polígono industrial en un municipio pequeño o mediano. En esto tiene que estar la Diputación. Los macroproyectos siempre son en lucha con Valencia, a ver quién pone más, a ver quién pone menos. Al final, estamos hablando de dos inversiones en municipios suficientemente grandes que también podrían buscar la colaboración público-privada, o fondos de otras administraciones, o en Europa. Pero claro, el PP nos tiene acostumbrado a un gobierno provincial que propone este tipo de grandes inversiones, cuando creo que ahora mismo hacen falta otras cosas.