ALICANTE. Distrito Talento comienza a caminar. El proyecto auspiciado por la Conselleria de Innovación, a través de la Sociedad Proyectos para la Transformación Digital desde finales de 2021, alcanza plena autonomía año y medio después con el objetivo mejorar la oferta formativa para aumentar las capacidades de los empleados de todo el tejido productivo de la Comunitat en el uso de nuevas tecnologías, en función de necesidades específicas demandadas por las empresas, y adelantarse a las futuras o diseñar e impartir itinerarios de formación y planes de empleabilidad.
El reto del programa, ratificado este martes en su presentación oficial, consiste en llegar a formar a más de 15.000 personas en los próximos tres años, según detallaron el director general de la SPTD, Antonio Rodes, y el director del proyecto, Egoitz Zarallo, con el fin de generar, atraer y retener talento en la Comunitat, para multiplicar las capacidades de crecimiento económico y de competitividad del conjunto del territorio en un contexto cambiante marcado por la digitalización, las nuevas tecnologías, la robótica o la Inteligencia Artificial (IA), por ejemplo.
Y ya en ese mismo acto se anticiparon algunas de las principales claves de reflexión sobre cómo conseguir esa triple meta, a partir de la conferencia El trabajo ya no es lo que era, impartida por el investigador, escritor y profesor, Albert Cañigueral, y de la mesa redonda posterior participada por Marisol Ferrer, directora del Centro Labora de Formación de Alicante; Elvira Quiles, directora del Centro de Innovación Digital Avanzado - CIDA; Rafael Lafont, director gerente de la Fundación Universidad Empresa de Alicante; Luis Miguel Ciprés – CEO Barrabés.biz; Enrique Ruiz, director de Empleabilidad y Datacenters Microsoft España; Antonio Pizarro, head of public sector en LinkedIn; y Juan Pablo Bonel, responsable del Advanced Technology Center de Accenture en Alicante.
En primer lugar, Cañigueral animó a desechar ideas preconcebidas como el hecho de pensar en una trayectoria profesional como las concebidas tradicionalmente, en la que cada individuo ha venido aspirando a desempeñar una única actividad profesional durante cerca de 40 años tras una periodo de formación de otros 20 hasta llegar a jubilarse. Según explicó, ese paradigma del trabajo ha cambiado hasta el punto de que cada persona puede llegar a desempeñar hasta doce o trece actividades profesionales distintas a lo largo de su vida por lo que tanto ese trabajador, como las empresas y las administraciones tienen que estar preparadas para formar, para capacitar y para ofrecer esos puestos de trabajo.
Así, puso como ejemplo una oferta laboral para trabajar por horas como jardinero en el videojuego Minecraft para explicar los cambios que ya se están produciendo y plantear las perspectivas que ofrecen las nuevas tecnologías. "¿Cómo impacta la tecnología en cómo gestionamos los equipos y el talento y cómo está afectando en los espacios y tiempos de trabajo?", se cuestionó. Y apuntó que, entre toda la complejidad y las incógnitas que aún están por despejarse, existirían dos puntos claros: que las personas "son el centro de la capacidad de producción de bienes y servicios, en la situación de la que venimos, y que ya están irrumpiendo los robots y la tecnología". Así, apuntó que "estamos en una situación en la que va a funcionar la conexión entre persona y máquina, en relación de copilotaje", por lo que consideró que lo importante es resolver "cómo me acompaño en la tecnología para desarrollar y ampliar las tareas que realizamos".
En este sentido, incidió en que las nuevas tecnologías asumirán parte de las funciones que ahora desempeñan las personas, pero "no nos quitan el trabajo; habrá otra persona como yo que sabrá usar la IA, por lo que lo importante es el copilotaje, aprender quién es nuestro copiloto, aprender para no perder el trabajo", por lo que consideró imprescindible el desarrollo de "cursos de copilotaje", la "formación continua, aprender a aprender y aprender a desaprender, porque la inercia, impide dar el salto". Así, a modo de ejemplo, señaló que ese tipo de cambios ya están pasando en muchos procesos productivos. "Las personas no se mueven en un almacén de Amazon, han invertido el diseño de un centro logístico, y es la mercancía la que va donde están las personas; y eso es algo que pasará en otros sectores".