VALÈNCIA. El rector de la Universitat Politècnica de València (UPV), José Capilla (València, 1961), recibe a Valencia Plaza a las puertas de un periodo que él mismo considera “especialmente interesante”. Tras año y medio al frente de la institución, y con la recién estrenada presidencia rotatoria de la Conferencia de Rectores de las Universidades Públicas Valencianas (CRUPV), el máximo responsable de la UPV cree que la adaptación de los centros a la nueva ley universitaria, la LOSU, es uno de los grandes desafíos que planean en el horizonte.
Pero además de esta nueva normativa, que considera una oportunidad perdida, Capilla desvela que otro de los grandes retos de las universidades públicas valencianas, como es la aprobación de su Plan Plurianual de Financiación (PPF), corre “riesgo cierto” ante la falta de acuerdo entre las distintas instituciones universitarias. El peso de la investigación en la financiación basal, así como la manera en la que se miden sus resultados, son algunas de las claves que, según comenta, explicarían este desencuentro.
Capilla hace además balance de su primer año y medio al frente de la UPV, y enumera algunas de sus prioridades de gestión para el periodo que se abre de ahora en adelante. También revela que muchas de las empresas tecnológicas que se instalan en València lo hacen en parte por la presencia de la Politècnica, y que algunas de ellas, ante el incremento de la demanda de titulados, se abren a contratar estudiantes antes incluso de que finalicen sus estudios. Una situación que, en opinión del rector, genera un problema para los propios estudiantes, que dejan de lado su formación y, varios años después, cuando quieren retomar sus estudios, tienen dificultades para hacerlo.
- En junio llegará el ecuador de su mandato como rector de la UPV. ¿Qué balance hace de su gestión hasta la fecha?
Ha sido un periodo apasionante. Liderar una institución como la Politécnica de València es una oportunidad increíble para desarrollar proyectos y poner la universidad al servicio de la sociedad. Accedí con un programa ambicioso pero realista y por el camino nos hemos encontrado otras cuestiones a resolver. Por ejemplo, la reforma laboral o la reforma de la Ley de la Ciencia, que implementamos muy rápidamente.
Más allá de esto, el programa electoral está casi completado al cabo de un año y medio. Tenemos un equipo fabuloso con un gran compromiso con la universidad, y hemos revisado gran cantidad de normativas y procedimientos y trabajado para mejorar la burocracia o la conexión entre los servicios. En relación al Personal de Administración y Servicios (PAS), el Plan Concilia se resolvió hace más de un año, y tenemos también un plan estratégico que a finales del año pasado ya estaba aprobado y presentado a la comunidad universitaria. El balance es muy positivo dentro de la complejidad que tiene gestionar una institución como esta.