ALICANTE. El bipartito de Alicante, compuesto por PP y Cs, opta por poner la venda antes de la herida frente al uso de la planta de tratamiento de residuos de Fontcalent, de propiedad municipal, y previene sobre la llegada de más desechos procedentes de los municipios de la Vega Baja.
Así lo ha anticipado este lunes el edil de Limpieza y Medio Ambiente, el popular Manuel Villar, en el transcurso de la primera sesión de la comisión municipal sobre el cumplimiento de la contrata de limpieza y recogida de basura, en manos de UTE Alicante (FCC, Ferrovial, Inusa y Grupo Cívica), en la que ha apuntado que la entrada de ese nuevo volumen de residuos se produce por resolución de la Conselleria de Transición Ecológica, después de que se haya acordado el cierre de los vertederos de la región de Murcia en los que parte de los municipios de la Vega Baja estaban derivando sus basuras hasta ahora. Villar ha apuntado que, por el momento, se desconoce el número de toneladas que se derivarán a las instalaciones de Fontcalent, así como el momento en el que se producirán esos envíos.
El anuncio se ha producido a colación de una pregunta formulada por el portavoz municipal de Vox, Mario Ortolá, sobre el periodo de vida útil de la planta de tratamiento. Villar ha respondido al respecto que las instalaciones disponen todavía de la capacidad necesaria para albergar residuos durante los próximos "cuatro o cinco años". Con todo, como ha informado este diario, el equipo de Gobierno también trabaja en el diseño de la construcción de una quinta celda de vertido, a través del nuevo Plan Local de Residuos y del Proyecto de Gestión del Plan Zonal que constituye la ciudad de Alicante. De hecho, salvo cambio improbable, el acuerdo de cesión del suelo necesario para que se lleve a cabo esa ampliación se aprobará en la Junta de Gobierno de este martes.