Es divertido vivir en España. Si no fuera español y no tuviera injertado ya el chip de Bill Gates en mi cerebelo reptiliano, decididamente un servidor se pediría ser hispanista. Que es una de las maneras de ser exótico tipo Lord Byron, Raymond Carr o David Bowie en el distinguidísimo mundo anglosajón. En fin, eso ya lo dejó por escrito Jaime Gil de Biedma, Josep Pla, Fernando Vizcaíno Casas y hasta Corín Tellado. Aunque puestos a ser exigentes, uno se pide ser indígena king size de lo País Valencià. Ser valenciano es ser español pero no a lo Isabel Sánchez Díaz Ayuso con su abriguito verde pasmada cuando Pablo Casado le pregunta ¿hay quirófanos? No, aquí en la Commonwealth mediterránea vivimos siempre al borde del ataque de nervios Almodóvar entre el seny, el trellat, la coentor y el tremendismo bestialoide de Blasco Ibáñez. Tonet y Neleta. Les anguiles de l’Albufera. Los cuatro jinetes del Apocalipsis.
Vale que la Cámara de Representantes USA ha votado la legalización federal de la marihuana, que los macho alfa ultra ortodoxos e iliberales de Orban hacen orgías -“no teníamos ni calzoncillos, ¿cómo podíamos enseñarles la documentación?"- o que Donald Trump maquine su auto indulto. En España tenemos los 50 camiones de los Franco en el Pazo de Meirás, un escuadrón jubilado de abuelitos jugando a dar un golpe de Estado -Cela “la guerra es hermosa”- y dispuestos a fusilar a los 26 millones de hijos de puta que siempre sobramos. Pero en la nostra terreta rozamos lo sublime. Estamos, como siempre, que si la paella o el arroz con cosas. Que si Enrique Ponce y Ana Soria o el recorte y las banderillas de El Soro. Que -y aquí está clave- si se quieren o no. Uno, que es creyente hasta la médula, vota que sí. Mónica Oltra y Ximo Puig se siguen queriendo. Lava tu ropa con Persil. Amor eterno en la Vía Láctea.
Esto explica el tropezón de Manolo Mata en el Notícies del Matí d’À Punt, la “aportación” de Gabriela Bravo: “es bueno siempre dialogar en todos los espacios”; las solemnes declaraciones de Carlos Mazón: “me descarto como candidato popular regional” o las de José Luis Ábalos afirmando “Puig es presidente y vamos a apoyar la consolidación del Gobierno de la Generalitat”. Queridas niñas y estimados nenes: queda oficialmente inaugurada la normalidad mejorada. Traducción: que tenemos Botànic para largo. De nada, monada. No, no nos aburriremos. Estén atentos a sus pantallas. Diversión asegurada. Aquí cruza la pantalla de arriba a abajo Monseñor Cañizares en patinete con su casco y larguísima caaaaapaaaaa. Gloria a dios en las alturas.