ALCOY. Imaginarse rodando un film en alguno de los 100.000 metros cuadrados de los extintos estudios de grabación de la Ciudad de la Luz sonaría, a día de hoy, a algo parecido a una película de terror. Con las paredes color ‘salmón noruego’ a tono, de fondo. El escenario más ‘creepy’ de la realidad actual se enciende a través de cinco pantallas, que deslumbran con la acidez y voracidad de sus temas a cualquier espectador dispuesto a poner sus estereotipos en tela de juicio. Esta es la exposición que la última sala del Ivam Cada Alcoi muestra hasta el 27 de octubre. La artífice, Ana Esteve Reig, combina en sus tres proyectos – ‘La pantalla mágica’, ‘El documental de Dalila’ y ‘Encierro’- su afán por desmontar mitos para hacernos abrir los ojos de par en par. Con un poco de reggaetón incluido. Desde Agres, Madrid y Alemania llega esta entrevista. Muy interesante.
- ¿Cuál es ‘tu’ sueño de la pantalla, el que quieres representar?
- Creo que las pantallas sueñan con conseguir la mirada permanente del espectador, ya que, sin ella, su existencia no tendría sentido. Atrapar la atención de los consumidores es su objetivo. Para ello las pantallas están mejorando técnicamente cada vez más al igual que la imagen audiovisual está haciéndose más real, hasta tal punto de hacernos creer que estamos viendo una realidad paralela a través de ellas.
- ¿Qué mitos y ficciones colectivas desgranas en tu propuesta audiovisual?
- Desde que comencé a trabajar con el vídeo me fascinaba comprender y analizar la imagen audiovisual; para ello, me he interesado en los arquetipos creados a través de los relatos cinematográficos, el contenido de la televisión y, actualmente, el consumo de imágenes a través de los smartphones y ordenadores. Es cierto que hay una tendencia consciente en mi trabajo en el análisis sobre la construcción de la figura femenina en los llamados ‘mass media’. Siglos atrás se construían y comunicaban oralmente, más tarde a través de la escritura, pero ahora los trasladamos a la pantalla.