En un principio Dios creó a Adán y Eva, a Mahlagha Jaberi, los abogados cristianos, el sacaleches, El Genovés, les mascletaes, Vicent Andrés Estellés y a la tránsfuga Maruja Sánchez. Al segundo día, Eduardo Zaplana creó Terra Mítica. Y justo por aquel entonces Carlos Mazón ya sabía que llegaría a ser, por la gracia de Vox, president de la Generalitat Valenciana. Amén. María José Catalá, “madre y alcaldesa a la vez”, vestido rosa Barbie reversible, nada más vio asomar una alcachofa declaró: “Ha vuelto la Valencia de verdad”. Sí, el retorno del cap i casal, sección de congelados Pare Camps, Alfonso Rus, los hermanos Cotino, Blasco, El Bigotes, el yonki del dinero, Alfonso Grau y por ahí seguido hasta las hermanas Corbín de Barberá. Ça suffit. Corto y remo que vienen los vikingos. Caín vuelve a la derecha de Dios.
Vuelve la caspa radioactiva. Pura añoranza viejuna. Personalmente en persona uno no echa de menos el escaparate de Bimbi, los Juegos Florales, aquella María Consuelo Reyna festeando a escondidas con el bueno de Manuel Sánchez Ayuso en el Club Universitario ni las vallas y las luces tintineantes de las casetas de los Paradores de la Feria de Julio. Ni siquiera al Príncipe Gitano, el catch en la Plaza de Toros, la barra de Balanzá y las tetas de Rosita Amores en El Alkazar. Posa’m menta. Ai mante, quines cantimplores! Xico, calla’t!
La verdad es que la derecha ha ganado con ganas a la izquierda. Felicidades. Muack, muack. En fin, pilarín. La misma sopa amarga recalentada. Tiempo de cesantes y enchufados. Vendedores de Ferraris y cobradores del Frac. Hipotecas y deudas. Quinielas. Listas negras. Dora la exploradora. Blanco y negro. Res, res, xiqueta, fuig. De ninguna manera guapas. ¡Colorrrr! Menos nostalgia y más futuro. Que es el 23 J. Y ya está ahí, nenas. No todo está perdido. Espera, espera cariño, que te dejas las vueltas.