ALICANTE. El grupo municipal de Vox en el Ayuntamiento de Alicante se suma a la cascada de manifestaciones públicas vertidas por el conjunto de responsables políticos del partido que preside Santiago Abascal respecto al reparto de menores migrantes en el conjunto de autonomías acordado por el Gobierno central y vuelve a presionar al equipo de gobierno, del Partido Popular (PP), para que exprese su rechazo a su llegada a la ciudad. Lo hace, además, con una nueva amenaza: la ruptura de relaciones que puedan fructificar en un nuevo pacto.
La advertencia, que Vox ya ha planteado con anterioridad, en aspectos como la implantación de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE), se produce justo en el momento en el que se inicia el recorrido para la tramitación de los presupuestos municipales de 2026: un debate en el que el PP volverá a requerir del apoyo explícito o la abstención de al menos uno de los cuatro grupos que ejercen funciones de oposición (PSOE, Vox, Compromís y Esquerra Unida Podem) toda vez que gobierna en situación de minoría, con 14 concejales en una corporación de 29 ediles. Ese debate quedará abierto de manera oficial este viernes, cuando está previsto someter a aprobación la propuesta económica para uno de los cuatro organismos autónomos municipales que dependen del Ayuntamiento: el Patronato de Educación Infantil.
En concreto, Vox ha exigido al alcalde, Luis Barcala, respecto a la carta dirigida por el Consell al conjunto de ayuntamientos de la Comunitat que exprese su rechazo a la posibilidad de acogida de migrantes en la ciudad. "Si no se rechaza pública y realmente la llegada de menas a Alicante, se acabó", apuntan portavoces de Vox, a través de una nota pública.
"Si un solo menor extranjero no acompañado (mena) es trasladado a la ciudad de Alicante bajo el decreto impuesto por el Gobierno de Sánchez, los pactos con el Partido Popular quedarán totalmente rotos", añade el comunicado, en el que se extiende su aviso sobre el fin de su colaboración política con el PP a los acuerdos que ya están en vigor. "Desde Vox nos oponemos frontalmente a este reparto obligatorio de menores inmigrantes, que pretende imponer la Generalitat y el Gobierno central. Los menores deben ser inmediatamente repatriados con sus familias, que es donde deben estar. La ciudad ya tiene serios problemas de seguridad que se verían agravados si se aceptara este chantaje que se pretende imponer por el PP de Mazón y el Gobierno de Sánchez", indica Vox.
Por último, el comunicado indica que "la lealtad de Vox no está con el Partido Popular, está con los alicantinos y su seguridad. Si el PP colabora con la llegada de menas a Alicante, las consecuencias inmediatas pasan por la ruptura total de cualquier negociación posible, incluida la de los presupuestos de 2026. Vox seguirá defendiendo la seguridad, la soberanía y el futuro de nuestra ciudad, sin aceptar imposiciones del Gobierno de Sánchez ni cesiones del Partido Popular", concluye la nota pública.
Esa misma posición de rechazo expreso a la acogida de menores migrantes también ha suscitado el rechazo de los representantes municipales de Vox en otros ayuntamientos de la comarca de l'Alacantí, como Mutxamel, Sant Joan d'Alacant o San Vicente del Raspeig, en este último caso, donde Vox gobierna junto al PP, y sin que, en ese municipio, se haya planteado la posibilidad de ruptura del equipo de gobierno de no producirse un rechazo explícito de los populares a la acogida de migrantes, como sí se ha planteado en Alicante.
El PSOE tiende la mano por las cuentas
Entre tanto, la posición de Vox ya ha generado reacciones por parte del grupo municipal del PSOE en Alicante. Su portavoz, Ana Barceló, ha valorado que "usar a niños y niñas vulnerables como moneda de cambio político es de una crueldad inaceptable". "Alicante no puede ser rehén del chantaje de la ultraderecha. Barcala debe decidir si gobierna para la ciudad o si se arrodilla ante quienes solo saben imponer y dividir", ha añadido.
"Mientras Vox amenaza con dinamitar los presupuestos de 2026, el PSOE se ofrece al gobierno municipal para garantizar estabilidad y soluciones reales, con unos presupuestos que piensen en Alicante, que tengan en cuenta la necesidad de proporcionar una acogida digna y responsable de los menores, sin chantajes y sin una política del miedo". Barceló ha defendido que Alicante no puede depender de la radicalidad de unos pocos. "Alicante merece un gobierno valiente, que defienda derechos y no claudique ante quienes hacen política con la vida de los niños y niñas", ha concluido.
Rechazo de EU
Por su parte, la agrupación local de Esquerra Unida (EU), ha expresado su "más rotunda condena a las declaraciones realizadas por Vox, en las que amenazan con romper los pactos con el Partido Popular si se permite la llegada a nuestra ciudad de menores extranjeros no acompañados". "En primer lugar, queremos recordar algo básico: estamos hablando de niñas y niños, de menores de edad que llegan solos huyendo de la guerra, la violencia, la persecución o la pobreza extrema. Son criaturas indefensas que merecen protección, cuidado y un futuro digno. Criminalizarlos, presentarlos como un 'problema de seguridad' o como una amenaza, es un acto de deshumanización inaceptable en una sociedad democrática", apunta la coalición, a través de un comunicado.
"En segundo lugar, resulta intolerable que Vox utilice el dolor y la vulnerabilidad de estos menores como arma de chantaje político. La política municipal y autonómica no puede estar sometida a la lógica de la amenaza ni al discurso del odio. Alicante es una ciudad diversa y solidaria, que no puede permitir que se extienda un mensaje xenófobo que pone en riesgo la convivencia", añaden las mismas fuentes.
"Desde Esquerra Unida exigimos al alcalde Luis Barcala y al Partido Popular que rechacen de forma clara y pública este tipo de declaraciones, y que se comprometan a garantizar el cumplimiento de la legislación vigente en materia de protección de menores, que obliga a todas las administraciones a velar por su seguridad y bienestar". "Defender los derechos de la infancia no es una opción, es una obligación. Los menores migrantes no acompañados necesitan acogida, acompañamiento educativo y social, y una oportunidad de integración. Alicante debe estar a la altura de los valores democráticos, humanitarios y de solidaridad que la mayoría de la ciudadanía comparte", prosigue EU. "La seguridad no se construye con discursos de odio ni con amenazas, sino con políticas de justicia social, igualdad de oportunidades y respeto a los derechos humanos", concluye.
