ALICANTE. La cadena británica de hoteles con precios asequibles Travelodge se adentra en la reforma de su primer establecimiento en Alicante. Se trata del antiguo Hotel Campanile, ubicado en la calle Nadadora Carmen Soto, junto al trazado de la avenida de Elche, que pasó a formar parte de la cartera de establecimientos de Travelodge en abril de 2024. Cerca de un año después de esa adquisición, y de haber cerrado su rebranding para adaptarlo a su imagen corporativa e introducir su nueva denominación (Travelodge Alicante Puerto), la compañía prevé abordar ahora una remodelación integral de sus instalaciones, en una actuación que también prevé acometer en paralelo en otros tres establecimientos situados en territorio nacional: el Travelodge Málaga Airport, el Travelodge Murcia y el Travelodge Madrid Alcalá de Henares.
En el caso del hotel alicantino (aunque, en realidad, en el conjunto de esos cuatro establecimientos se prevé acometer una actuación similar), el propósito de la cadena es abordar una transformación en profundidad del edificio que permita "mejorar la experiencia del huésped y alinearse con los estándares de la marca", según confirman fuentes de la compañía. De hecho, la intervención es de tal calado que ha conllevado su cierre al público de forma provisional en la medida en que las obras en marcha resultan incompatibles con la atención a los clientes, según las mismas fuentes. En principio, la reapertura está prevista para el próximo mes de mayo: en torno a cuatro meses después de que se iniciasen los trabajos de remodelación, que conllevan una actualización tanto en infraestructuras como en diseño y funcionalidad.
En esta línea, la inversión (no desvelada hasta ahora) se centrará en la mejora de habitaciones, zonas comunes y sistemas técnicos, con la intención de procurar un mayor confort y eficiencia en el servicio, adaptada a las necesidades del viajero, según las mismas fuentes. Así, entre otros puntos, en sus 84 habitaciones se prevé implementar nuevos diseños con mobiliario moderno, suelos renovados, iluminación eficiente y mejoras en los equipos de TV. Además, también se remodelarán los baños para ofrecer mayor comodidad y funcionalidad.
Las zonas comunes también serán objeto de un re-styling completo para alinear su diseño con la imagen contemporánea de Travelodge. Ello conlleva la remodelación de espacios como la recepción, el área de restauración y las salas de descanso, que serán rediseñados para ofrecer un ambiente más acogedor y moderno. Y, a nivel técnico, la renovación incluirá la actualización de algunos de los sistemas de climatización y saneamiento, con el objetivo de mejorar la eficiencia energética y garantizar un mayor confort en cualquier época del año, según las mismas fuentes.
Segundo hotel en ciernes
Con esa intervención, la cadena trata de actualizar su propuesta de alojamiento en la ciudad a la espera de poner en marcha la construcción de su segundo establecimiento hotelero previsto en el número 28 de la avenida de Aguilera, en el barrio de Benalúa. En este caso, también se trata de un hotel de gran tamaño, en el que se prevé dar cabida a 82 habitaciones (66 dobles, 14 familiares y dos accesibles) con los mismos estándares que caracterizan a la compañía tanto en precio como en prestaciones.
Como informó este diario el pasado octubre, Travelodge cerró un acuerdo con la propiedad del solar, la compañía Aguilera Orozco S.L., para desarrollar ese segundo establecimiento, que incorporará el restaurante propio de la marca Travelodge, 85 Bar café, y ofrecerá a sus huéspedes el desayuno buffet caliente Travelodge, así como un menú completo de alimentos y bebidas disponible durante todo el día, según confirman fuentes de la cadena.
La compañía pretendía dar inicio a las obras de construcción de ese segundo hotel este próximo verano. Con todo, todo dependerá de la disponibilidad de permisos, una vez concertado el encargo de su ejecución con el promotor Abbi Retail. Su puesta en funcionamiento se espera entre un año y medio y dos años después de que se dé comienzo a los trabajos.