ALICANTE. El servicio de transporte público en autobús de Alicante afronta un nuevo cambio de horario en el funcionamiento de cinco recorridos a partir del próximo lunes, día 14. A partir de esa fecha, se modificarán las frecuencias de las líneas 2, 3, 6, 8 y 10 en una decisión que pretendería ajustar la prestación a la demanda real actual, en la que se habría reducido el porcentaje de ocupación con la llegada del verano y el fin de parte de las bonificaciones en el importe de los viajes que se habían introducido tras la crisis inflacionistas desencadenada por la invasión de Ucrania.

Esa es, cuando menos, la justificación que habría motivado una adaptación, con el fin de racionalizar el uso de la bolsa de horas y de kilómetros a recorrer prevista en el contrato de concesión, según precisan fuentes municipales, a consulta de Alicante Plaza. Con ello, se prevé que el paso de los autobuses de esas líneas por las paradas pueda alargarse algunos minutos. Eso sí, la medida no conllevará el despido de ninguno de los conductores que conforma la plantilla de la empresa concesionaria (Vectalia MIA) en la actualidad, según fuentes consultadas.

No obstante, la perspectiva ofrecida tanto por los sindicatos como por representantes municipales de PSOE y Compromís es distinta. En ambos casos, se coincide en denunciar que esa reducción del servicio constituye en realidad un recorte en la prestación. En primer término, el sindicato CGT ha emitido un comunicado en el que denuncia públicamente "el nuevo recorte encubierto que sufrirá el servicio de autobuses urbanos a partir del 14 de julio, con la modificación de horarios en las líneas 2, 3, 6, 8 y 10, por orden directa del Ayuntamiento de Alicante y su Concejalía de Movilidad y Transporte, dirigida por el señor Carlos de Juan". "Este ajuste no responde a una necesidad técnica ni a una optimización del servicio. Es un recorte puro y duro, ejecutado con total opacidad, sin información pública y sin ningún respeto por los usuarios ni por la plantilla. Todo esto, después de que en diciembre el Ayuntamiento -con el alcalde Luis Barcala al frente- anunciara a bombo y platillo la incorporación de 8 autobuses más para reforzar la red. Hoy, esa ampliación ha desaparecido. Solo queda activa una unidad en la línea 14. El resto, sencillamente se ha eliminado", añade la nota pública.

El sindicato apunta que el argumento del descenso de usuarios y la caída de la rentabilidad no es válida y sostiene que, en realidad, el problema deriva de que "la licitación del transporte urbano adjudicada en 2022 estaba mal diseñada y mal calculada" en la medida en que "el contrato preveía 92 autobuses y solo 9 de reserva; una cifra ridícula para cualquier imprevisto o ampliación". Además, incide en que "la incorporación de 8 unidades más dejó solo un vehículo de reserva para toda la ciudad", lo que habría propiciado que se produzcan "cancelaciones, averías sin cubrir, servicio bajo mínimos". Por ello, CGT considera que "la solución responsable habría sido modificar el contrato, ampliar la flota y corregir el error, como permite la Ley de Contratos del Sector Público", en lugar de optar por "recortar el servicio, castigar a la ciudadanía y mirar para otro lado", incide.

"Para colmo, esta modificación supondrá menor frecuencia en las líneas afectadas, más espera en las paradas y peores tiempos de viaje, en plena ola de calor, con más de 30 grados durante semanas. Usuarios mayores, personas con movilidad reducida, jóvenes, trabajadores… todos sufrirán las consecuencias de un Ayuntamiento que no pisa una marquesina y que no tiene ni idea de lo que cuesta esperar un autobús que tarda más y llega lleno", abunda. De ahí que exija la restitución del servicio sin la modificación planteada y que se reformule el contrato.

Valoraciones políticas

En términos parecidos, la portavoz municipal del PSOE, Ana Barceló, ha apuntado que "el recorte en líneas de autobús urbano es un nuevo ataque al derecho a la movilidad de los vecinos y vecinas de Alicante. Responsabilizamos al alcalde y al concejal Carlos de Juan por este nuevo recorte ejecutado con opacidad que genera un importante perjuicio social", ha remarcado. "En pleno verano se recortan servicios precisamente en barrios y que afectan especialmente a los colectivos más vulnerables, como personas mayores y personas con movilidad reducida. En diciembre Barcala anunció la incorporación de 8 autobuses y hoy sabemos que tan sólo queda uno en activo. Reclamamos la restitución inmediata tanto de los vehículos como de las líneas recortadas", ha añadido.

Por su parte, la concejala de Compromís, Sara Llobell, ha considerado que la modificación planteada "es una vergüenza. El señor Barcala y su concejal Carlos de Juan mienten a la ciudadanía, recortan derechos y degradan un servicio público esencial". "Prometieron refuerzos, pero han eliminado autobuses. Y ahora, en plena ola de calor, reducen frecuencias y nos dejan a la gente esperando bajo el sol. Esto no es optimización, es negligencia. Este contrato es un desastre, y en lugar de corregirlo, esconden la cabeza y hacen pagar el error a la gente trabajadora", ha recalcado. Así, ha exigido "la inmediata restitución de los autobuses eliminados y responsabilidades políticas. La movilidad no es un lujo, es un derecho. Y en Alicante, lo necesario son más autobuses, no más excusas".

Por último, ha lamentado "la improvisación en esta medida, tras el anuncio, además,  del servicio 'Beach Bus. No se entiende que animen a la ciudadanía y turistas a usar la línea 2, por ejemplo, para ir a El Postiguet, y una semana después recorten frecuencias", ha concluido.