ALICANTE. Nueva vuelta de tuerca en el aeropuerto de Alicante-Elche Miguel Hernández con el objetivo de mejorar el acceso del transporte público. El operador aeroportuario estatal Aena ha puesto en marcha un nuevo concurso con un importe de licitación de cerca de un millón (959.172,61 euros) con el objetivo de ganar espacio para el estacionamiento de autobuses, taxis y VTC frente a la T-2 mediante la creación de una nueva zona de esperas que permita descongestionar la zona ubicada en el frente de fachada de la propia terminal, que quedará reservada únicamente para la operativa de carga y descarga de viajeros.
La actuación conllevará, además, la instalación de un sistema de control de accesos, con barrera y lector de matrículas, lo que también contribuirá a evitar posibles casos de intrusismo, de forma que la prestación del servicio quede ajustada a los autobuses de línea regulados, a los taxis con licencias concedidas en Elche, o a los servicios de transporte con conductor contratados con antelación que dispongan de la preceptiva autorización.
Así lo detalla la propia memoria del proyecto, en el que se concreta que "el Aeropuerto de Alicante-Elche Miguel Hernández requiere de la mejora del estacionamiento de los autobuses de línea, pasándolos a la zona de la dársena de autobuses en S2". Así, se añade que "la dársena requiere de control de entradas y salidas, con lo que se van a instalar barreras para estos fines". "El objeto del presente encargo es adaptar esta zona de parking y bolsa para dotarla de un sistema de gestión de control y cobro, conforme a las directrices del Comité de Dirección de AENA del 19 de diciembre de 2022", recalca la memoria.Y, por último, añade que también se pretende generar "una bolsa específica para los VTCs, para poder tener cabida de este tipo de servicio, también controlando los accesos y las salidas con barreras".
Con ello, se pretende habilitar una nueva zona de estacionamiento especialmente indicada para las esperas prolongadas de los autobuses, en la que puedan permanecer hasta el momento de recogida de los pasajeros, sin necesidad de ocupar el espacio limitado existente frente de la terminal, en el que se dispone únicamente de una franja temporal concreta como tiempo de cortesía para poder recogerlos. De este modo, se aspira a mejorar la fluidez en la prestación del servicio, sin dar pie a posibles aglomeraciones frente a la fachada de la terminal, en el que se dispone de un espacio acotado.
En principio, la ejecución de esa mejora podría estar en funcionamiento para la campaña de verano de 2026 toda vez que el plazo para la presentación de ofertas se cierra en la primera semana de septiembre y se contempla un plazo de ejecución de siete meses.