ALCOY. La rehabilitación de las 166 viviendas que conforman el alcoyano barrio de Font Dolça encalla, tras haber quedado desierta también la segunda licitación. Ahora, el gobierno municipal está buscando alternativas para llevar adelante esta actuación, que desde un primer momento se ha considerado uno de los proyectos prioritarios, junto a la rehabilitación del barrio de Sagrado Corazón, cuyas obras empiezan a final de este mes.
Tras un primer intento en el que no hubo licitadores, el Ayuntamiento volvió a concursar la obra por el mismo presupuesto inicial, que alcanza los 4.276.809,56 euros con el IVA incluido, si bien se llevó a cabo una revisión del proyecto y se realizaron algunos ajustes en acabados, entre otros, pero sin que interfieran en la actuación ni en el objetivo final de este proyecto, centrado en la mejora de la eficiencia energética de los 17 edificios y las correspondientes viviendas.
Ahora, la Mesa de Contratación ha declarado desierto este nuevo procedimiento de licitación, después de que no se haya presentado ninguna oferta, y el gobierno municipal está estudiando posibles soluciones, teniendo en cuenta que se trata de una obra que ha recibido fondos europeos.
Dos tramitaciones idénticas para dos barrios y resultado desigual
Lo que está sucediendo con el barrio de Font Dolça dista de cómo avanza el proceso para recuperar otro barrio, el de Sagrado Corazón, cuyas obras empezarán a finales de este mes, alcanzando a 208 pisos en 18 edificios y una inversión de 4,7 millones. Ambos proyectos han seguido tramitaciones paralelas e idénticas, pues ambos forman parte del mismo programa, si bien el resultado ha sido desigual. Suponen una inversión global de 10,2 millones de euros, ya que además de la actuación en las viviendas está prevista la reurbanización de los espacios comunes en ambos barrios. Hasta 9,2 millones de euros proceden de los fondos europeos Next Generation, y la cifra restante se financia por la Conselleria en un 5%, el Ayuntamiento el 10% y una aportación mínima de los vecinos (1%).
Las actuaciones previstas en Font Dolça, un barrio que data de inicios de los años sesenta del siglo pasado, se centran en la mejora de la envolvente térmica de los 17 edificios, actuando en fachadas, cubiertas y elementos comunes, estando previsto trabajos de albañilería y reparación de tejados. Con estas obras también se busca mejorar la accesibilidad, sostenibilidad ambiental y eficiencia energética, así como la utilización de materiales con baja huella de carbono y sistemas de gestión ambiental durante la ejecución de los trabajos.