IBI. La ibense Industrias Climber SA ha retoma la actividad tras el accidente laboral mortal que sufrió en noviembre tras la explosión de la caldera y en el que fallecieron tres trabajadores y otros siete resultaron heridos, tres de ellos de gravedad. Desde la empresa anuncian que "desde los primeros días de febrero, estamos volviendo a fabricar nuestros productos y atendiendo a nuestros clientes. No obstante, todavía estamos en un tercio de lo que era nuestra producción antes del accidente. Sabemos que estamos en un mercado muy competitivo y que el camino será largo y costoso, pero confiamos en recuperarnos paulatinamente".
La empresa presentó un ERTE y ahora "hemos podido rescatar a más de 20 trabajadores de nuestra plantilla y en los meses próximos se irán incorporando el resto.Nuestro pensamiento está en los trabajadores heridos en el accidente y nos reconforta saber que todos evolucionan favorablemente". Industrias Climber está especializada en la fabricación de envases y embalajes por moldeo de EPS (Poliestireno Expandido), centrada en el embalaje de productos.
Desde Industrias Climber recuerdan que "tras el fatídico accidente del pasado 27 de noviembre, nuestra determinación ha sido reiniciar la producción industrial a la mayor brevedad. El reto que nuestra empresa tiene por delante en estos momentos es la remodelación y reconstrucción de nuestras instalaciones", y agradecen "las innumerables muestras de apoyo recibidas de todos los sectores de nuestra sociedad local, provincial y nacional, así como de los trabajadores, autoridades, proveedores, clientes y personas anónimas que nos están animando a continuar con nuestra actividad empresarial".
Desde un primer momento, y a falta de conocer el resultado de las investigaciones, se apuntó a una caldera de biomasa como causante de la explosión. La deflagración hizo volar por los aires parte de la nave destinada a producción, quedando gravemente afectada e impracticable. Como se apuntaba, el trágico suceso provoó la muerte de tres personas, dos trabajadores de la firma siniestrada y otro de la que se encuentra en la parte trasera, al llegarle la onda expansiva. Los hechos sucedieron sobre las doce del mediodía, cuando la empresa estaba trabajando con normalidad y en ese momento había 39 trabajadores en la fábrica, de una plantilla en torno al medio centenar, y una fuerte explosión sonó en toda la población, que decretó tres días de luto oficial.