PENÁGUILA. La Generalitat ha dado luz verde a la instalación de una planta fotovoltaica en término de Penáguila y cuya evacuación afecta a este término y a Benifallim. Para ello, la Conselleria de Innovación, Industria, Comercio y Turismo, a través del Servicio Territorial de Industria, Energía y Minas de Alicante, ha otorgado autorización administrativa previa a la mercantil Amber Solar Power Trece SL para la instalación de la central fotovoltaica denominada 'FV Benifallim III', incluida su infraestructura de evacuación exclusiva hasta el centro de protección y medida, donde parte la infraestructura de evacuación compartida con la central fotovoltaica 'FV Benifallim I'.

La planta fotovoltaica tendrá una potencia instalada 1,3 MW y una inversión de 803.334,15 euros. La superficie que ocupará en su totalidad roza las 1,9 hectáreas, de las que en 0,7 se dispondrán un total de 2.626 módulos. La resolución, con fecha de 9 de septiembre, está pendiente de su publicación en el diario oficial y se trata de la segunda planta de Amber Solar en l'Alcoià, tras la autorizada en Benifallim.

Esta resolución llega prácticamente un mes después de que la Dirección General de Energía y Minas, diera luz verde a la planta fotovoltaica que Amber Solar Power Once SL proyecta en Benifallim (FV Benifallim I) y cuya línea de evacuación afecta a dicho término y también a los de Penáguila y Alcoy. También se otorgó autorización a Amber Solar Power Once SL y a Amber Solar Power Trece SL, para la evacuación compartida de la centrales dos centrales apuntadas', y se declaraba la utilidad pública de dicha infraestructura compartida.

Precisamente, la 'FV Benifallim I' está rodeada de polémica, puesto que una línea cruza el BIC de El Molinar y pasa muy cerca de la Font Roja y Serra Mariola. En el informe de impacto ambiental se indicaba que estas dos plantas "no tendrán efectos significativos sobre el medio ambiente y no requieren de una evaluación de impacto ambiental ordinaria, siempre que se ajuste a las previsiones del documento ambiental, a las indicaciones de los informes recabados, al resto de la documentación aportada, a los términos del citado informe de impacto ambiental, y en particular a las condiciones establecidas en el mismo", lo que no ha convencido ni a ayuntamientos ni a colectivos ecologistas, que esperan la publicación oficial para formular alegaciones.