COCENTAINA. Llegados al ecuador de la legislatura, Cocentaina va a vivir un cambio de alcalde, cumpliendo el acuerdo del pacto de gobierno que alcanzaron PSPV-PSOE y Compromís tras las últimas elecciones municipales y que les llevó al gobierno municipal. Ese acuerdo implicaba una alternancia en la alcaldía entre Jordi Pla (Compromís), quien la asumiría los dos primeros años, y Rubén Muñoz (PSPV-PSOE) los dos restantes y llegado este momento el sábado 14 de junio se formalizará este relevo, "los acuerdos están para cumplirse", apunta Jordi Pla.
A días de dejar de ser alcalde y trabajar en el gobierno como concejal, al frente de las delegaciones que se darán a conocer en los próximos días, la valoración que realiza de estos dos años es "muy positiva", y apunta cómo ha trabajado este tiempo, "con luces largas, mirando a largo plazo, buscando lo mejor sin pensar en el rédito político sino en el beneficio de la población; trabajar con planificación, de abajo hacia arriba y apostando por la participación ciudadana real".
Dos años que a Jordi Pla le han pasado "rapidísimo, porque vas trabajando, planificando con los departamentos, con entidades y la vorágine es absoluta, lo que hace que pasen muy rápido". El trabajo institucional, el administrativo, los actos públicos con la gente, tardes, fines de semana… "en dos años en los que hemos puesto en el centro a las personas y hemos empezado el proceso de transformación de nuestro pueblo".
Los datos sociales y económicos de Cocentaina han experimentado una evolución positiva, "son más favorables que hace dos años en cuanto a afiliaciones a la Seguridad Social, desempleo y número de empresas, como también hemos crecido en población, en un contexto de la comarca, pero también desde el municipio hacemos acciones para que sea un pueblo atractivo para vivir, invertir, abrir comercios… y esa debe ser la línea a seguir por el equipo de gobierno".
Afronta los dos años que restan de legislatura, en los que sumará concejalías, "con muchas ganas, desde otro perfil, evidentemente, pero con muchas ganas de continuar la transformación iniciada hace dos años. Tenemos muchos proyectos que verán la luz durante estos dos años o la próxima legislatura, y muchas ganas para llevarlos adelante, con las pilas renovadas y muy centrado en la gestión".
Buena salud del pacto de gobierno: mucho diálogo y debate de proyectos
Tras dos años de pacto, "está funcionando bien. Evidentemente somos dos partidos diferenciados, por una parte Compromís y por otra el PSOE, que desde 1979 tenía la alcaldía. Pero el pacto está funcionando bien, dialogando mucho, debatiendo proyectos y somos un equipo de gobierno cohesionado, con los mismos principios para mejorar Cocentaina. Y eso es lo que no entienden los partidos de derecha, que querrían que esto fuera un desastre, un espectáculo, como ha sido el gobierno de PP y Vox en la Generalitat, que ha durado apenas un año, o el Gobierno del Estado con todas las tensiones públicas que hay".
Pero el perfil de Jordi Pla apuesta por la discreción y trabajar internamente "consensuando las cosas. Todos los puntos que hemos llevado a Junta de gobierno o al Pleno municipal el equipo de gobierno hemos votado lo mismo, lo que demuestra que estamos cohesionados y este consenso debe ser el espejo para otros gobiernos municipales o incluso de la Generalitat. Dejar los carnets de los partidos en casa, dejar el perfil propio, y actuar en sentido de pueblo". Considera que "los gobiernos monocolores son cosa del pasado, deben ser plurales y los de progreso son los que mejor funcionan, los que dan mejores resultados cara a la ciudadanía y que más estabilidad dan para las empresas, entidades e instituciones".
Dos años de abrir puertas, de trabajo y esfuerzo
Una cuestión clave para el alcalde de Cocentaina es la participación ciudadana: "no podemos estar en un despacho pensando que lo sabemos todo, sino que tenemos que trabajar de la mano de la gente". De hecho, explica que "el Ayuntamiento ha vuelto a ser la casa del pueblo, ha pasado muchísima gente y entidades por el despacho de alcaldía, y muchos me comentaban que hacía mucho tiempo que no sucedía, que era muy difícil poder hablar con el alcalde, discutir temas y llegar a consensos. Es muy importante recuperar la proximidad".
Han sido dos años "de mucho trabajo, hemos dedicado muchos esfuerzos y horas a traer proyectos importantes para Cocentaina en el ámbito cultural, social, económico, casco antiguo, urbanístico, en las obras y servicios. Este equipo de gobierno ha hecho un esfuerzo importantísimo para aumentar y mejorar los servicios públicos y en poner luces largas. No se ha hecho política pensando en el rédito electoral, sino pensando a largo plazo, desbloqueando proyectos importantes para el futuro de nuestra población".
En esta forma de entender la política y la gestión municipal, el alcalde añade que "no hemos hecho política partidista, desde el primer día que accedimos el equipo de gobierno hemos planificado estos cuatro años y hemos trabajado por esta legislatura y las próximas, más allá de quien encabece el equipo de gobierno. No se ha pensado en clave personal ni en intereses partidistas, sino que se han trabajado proyectos, que muchos verán su materialización estos dos últimos años, como son las obras inminentes del Centre Cultural El Teular, que se han visto afectadas al adjudicar a una empresa que ha sufrido la Dana, así como la reapertura de los bares de Sant Cristòfol y del polideportivo municipal. También queremos llevar a aprobación, antes del verano, el estudio de detalle de la calle Sant Vicent para mejorar la conectividad con el casco antiguo, la creación de una zona de autocaravanas… son proyectos concretos que hemos trabajado estos dos años y seguiremos trabajando".

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La recuperación de Textiflok: un referente también para pedir fondos
Además de estos temas, Cocentaina trabaja en un proyecto de calado, de futuro, como es la recuperación de la antigua fábrica Textiflok para la que se concretarán sus usos de manera consensuada y participada, y apostando por la promoción económica, formación y cultura, entre otros aspectos de interés local. "Es el ejemplo más concreto de hacer políticas planificadas. Es una oportunidad fantástica para Cocentaina y el conjunto de la comarca. Una antigua fábrica, en pleno casco urbano, gracias a un Plan de Actuación Integrado esa industria salió fuera del municipio y ahí se ha generado una zona verde, se ha instalado un supermercado y el edificio fabril, con 6.000 metros cuadrados, donde se ubicó Textiflok y anteriormente Calzados Riera, ha pasado a manos municipales".
Pero llevar a cabo una recuperación de un edificio como este va más allá de un Ayuntamiento, "nosotros podemos poner las ideas, el conocimiento, pero necesitamos apoyo externo a nivel de financiación". De momento han presentado la recuperación de este inmueble a los fondos europeos y lo han hecho de manera conjunta junto a la población de Muro, ya que por separado no alcanzan los 20.000 habitantes necesarios para concurrir, pero sí de manera conjunta, una iniciativa que ha roto "las políticas de campanar. Alcoy, Cocentaina y Muro tenemos que actuar a una, y esto es un ejemplo de lo que tenemos que hacer”. Un proyecto que permitirá “generar sinergias con el tejido empresarial y del conocimiento, como son las universidades".
Llegar a más: también hay frustraciones
Dos años dan para lo que dan, teniendo en cuenta además que los trámites y procesos administrativos no se caracterizan por su agilidad. A la hora de valorar qué se le ha quedado en el tintero, qué no ha podido llevar a efecto, una de las cuestiones es precisamente "agilizar los trámites administrativos pues, si bien no son un imperativo del Ayuntamiento, sino que dependen de normativas autonómicas y estatales, acaban con la paciencia de la ciudadanía y de los representantes públicos. Nos hubiese gustado agilizar más temas del casco antiguo, como derribos, adquisición y subasta de solares, el estudio de detalle de la calle Sant Vicent… son trámites urbanísticos que cuestan mucho, especialmente en el casco antiguo, con propiedades privadas, herencias subyacentes, generan un volumen de papeleo tal que la ciudadanía no entiende y que ralentiza muchísimo el proceso. Y no podemos hacer más que aplicar la normativa". Añade que "también hay mucha burocracia para poder reabrir los bares de Sant Cristòfol o el polideportivo, desde las valoraciones económicas y técnicas a los pliegos, exposición pública… unos procesos que deberían ser más simples se dilatan en el tiempo por esta burocracia que debemos cumplir obligatoriamente".
Un concurso público en el que trabajan es el de la recogida de residuos sólidos urbanos y limpieza viaria, actualmente están centrados en el pliego "que queremos tener a punto para final de año y licitar en 2026". Han apostado por reunificar los dos servicios, pues han constatado que de manera separada ofrece más problemas, "en temas de funcionalidad y de economía de escala hemos considerado que es mejor licitarlos conjuntamente".
Reconoce que hay frustraciones tanto por parte de la ciudadanía como política, "porque los límites administrativos y normativos para los municipios son los que son. Querríamos tener más competencias y más recursos pero, a día de hoy, con las reglas fiscales activadas, los ayuntamientos tenemos unos corsés que nos impiden hacer lo que nos gustaría. Tenemos más de cinco millones de euros en el banco que no podemos destinar a inversión, ni a ayudas a entidades, empresas o comerciantes. Pedimos al gobierno central una flexibilización de este corsé que nos pone muchas dificultades, porque queremos hacer muchas cosas, la población tiene necesidades, tenemos muchos proyectos, pero vemos que a pesar de estar muy bien económicamente y que no tenemos deuda, no podemos llevar adelante las políticas que queremos".