SAN VICENTE DEL RASPEIG. El Ayuntamiento de San Vicente del Raspeig quiere construir un centro para los Servicios Sociales. Lo hará en el espacio que dejarán los dos edificios municipales de la calle Balmes, que hacen esquina con Pérez Galdós y se sitúan frente al CEIP Jaume I. Como paso previo a su demolición, el pasado miércoles 17 de diciembre se retiraron los restos de amiantos de ambas ubicaciones.
Unos trabajos que, según ha expuesto en el pleno de diciembre María Jesús Moreno, concejala del PSOE, trajo consigo quejas de los padres y madres del alumnado del colegio. En concreto, por la retirada de amianto en un día lectivo. Razón por la cual la socialista se ha interesado en conocer la planificación y el por qué de la misma.
"Esos trabajos estaban planificados desde hace mucho tiempo", ha enunciado Pachi Pascual, alcalde de San Vicente. Tanto la retirada de amianto como la demolición de los dos edificios se encuentran dentro de un contrato, el cual ejecuta una "empresa especializada con todas las medidas de seguridad", ha garantizado el primer edil.
El amianto que se retiró -las bajantes- se calendarizó durante el periodo lectivo porque lo que sí produciría muchas molestias a los escolares es el procedimiento de demolición, que levantará polvo. "Por eso, los trabajos previos como la retirada del amianto no se podían demorar, ya que cuando los niños no estén en el colegio será cuando se ejecute la demolición. Intentaremos que, al menos, las tareas más molestas acaben antes de que los niños y niñas vuelvan al colegio después de Reyes", ha manifestado la voluntad.
Pascual ha tildado de "irresponsable" la manera en la que se encontraban los edificios, indicando que suponían un problema para los niños y las familias. "El edificio tenía okupas y denuncias sobre las acciones no aconsejables que se realizaban allí. Este equipo de Gobierno consiguió desalojar a estas personas, tapiar el edificio y, para evitar males mayores, se demolerá", ha expuesto.