ORIHUELA. Hasta tres convocatorias diferentes, ayer, en Orihuela y otros puntos de la Vega Baja sirvieron para demostrar que el relato de cómo, cuándo y cuántas ayudas llegarán a la comarca por las lluvias se ha convertido en crucial para administraciones, oposición y también las cámaras de comercio que está pendientes de que el músculo empresarial se reactive. La llegada de las ayudas aprobadas por la Generalitat Valenciana y el Gobierno dibujan un tablero de ajedrez en la comarca donde empiezan a tomar posiciones los distintos actores políticos que encaran unas elecciones el 10N y donde, también, tendrá peso lo que tarde en llegar la vuelta a la normalidad en la Vega Baja.
La consellera Gabriela Bravo acudió para hacer balance de las primeras peticiones de ayudas y controlar cómo se están llevando a cabo para evitar descontentos. Emilio Bascuñana, el alcalde oriolano, no perdió la oportunidad de estar en esa visita y tomar la palabra, en el mismo escenario, para pedir más ayudas al Consell y otras administraciones. Isabel Bonig se reunió con Diputación y alcaldes populares y, a pesar de que dijo que no hablaría de política, centró sus declaraciones en, precisamente, hacer un marcaje al Consell, sus cabezas visibles y a algún alcalde socialista en la Vega Baja. Desde la Cámara de Comercio de Orihuela, reunieron a representantes camerales y Consell en el comité ejecutivo en Orihuela, para que no se olviden del empresariado, a la espera de recuperar la actividad y reclamaciones históricas.