VALÈNCIA. La obesidad es una enfermedad crónica que afecta a millones de personas en todo el mundo y está asociada a múltiples enfermedades como la diabetes tipo 2, la hipertensión arterial, la dislipidemia y la enfermedad hepática. En la Comunidad Valenciana, la obesidad ha aumentado un 10% en la última década, afectando al 19% de los hombres y al 14% de las mujeres y se prevé que en menos de cinco años el sobrepeso alcance a entre el 55% y el 80% de la población española.
Por este motivo el doctor Carlos Sala, jefe de la Unidad de Obesidad del Hospital Quirónsalud Valencia, considera que “el abordaje de esta patología no debe centrarse únicamente en la pérdida de peso, sino en la mejora global de la salud y la calidad de vida del paciente consolidando un cambio de hábitos duradero”. En esta línea los fármacos para la obesidad han abierto una vía de tratamiento como apoyo temporal dentro de un proceso de cambio de hábitos.
Para quién se indica el tratamiento farmacológico de la obesidad
En la actualidad, se considera que los candidatos ideales para recibir fármacos análogos de GLP-1 son aquellos con un Índice de Masa Corporal (IMC) superior a 28, que además presentan enfermedades asociadas a la obesidad, tales como diabetes tipo 2 o resistencia a la insulina, hipertensión arterial, dislipidemia, esteatosis hepática, síndrome de ovario poliquístico, problemas osteoarticulares o trastornos emocionales relacionados con el fracaso de tratamientos previos.
“El objetivo principal de estos tratamientos”, indica el doctor Jorge Cid, especialista del Servicio de Endocrinología del Hospital Quirónsalud Torrevieja y Quirónsalud Alicante, “no es solo la pérdida de peso, sino la mejoría del estado metabólico y de las enfermedades asociadas, garantizando que los pacientes logren mantener hábitos saludables una vez retirado el tratamiento farmacológico”.
El doctor Sala desaconseja su uso en pacientes que ya han sido tratados previamente con análogos de GLP-1 sin éxito y sin haber logrado un cambio de hábitos duradero. “En estos casos, la cirugía bariátrica y metabólica puede ser la mejor opción, ya que se ha demostrado como el tratamiento más eficaz y consistente para la obesidad severa y sus enfermedades asociadas”, afirma.
Importancia del seguimiento médico y multidisciplinar
El doctor Sala señala que el tratamiento exitoso de la obesidad no va a depender únicamente del uso de fármacos. Para el especialista del Hospital Quirónsalud Valencia, “el éxito reside en su combinación con educación dietética y nutricional personalizada, apoyo psicológico para modificar la relación con la alimentación, ejercicio físico supervisado para mejorar la composición corporal y un acompañamiento médico continuo para evitar la recaída y la “reganancia” de peso”.
“El seguimiento clínico”, afirma el doctor Cid, “es fundamental para garantizar que el paciente no dependa de los fármacos a largo plazo. Sin una estrategia bien estructurada ocho de cada diez pacientes vuelven a ganar peso, lo que refuerza la necesidad de una atención médica especializada para conseguir los objetivos de pérdida de peso mantenidos en el tiempo”.