VALÈNCIA. Cómo construir una tienda campaña con tres mantas; cómo ensamblar un kayak con listones de madera flexible; cómo improvisar una letrina en el campo, transformar un barril en una mecedora o un sistema de calefacción a partir de bidones. Remedios caseros para combatir ratas, pulgas y garrapatas; fórmulas de química doméstica para elaborar pegamento, barniz o alumbre; recetas de conservas y mermeladas. Instrucciones, en suma, para ayudar a los jóvenes hippies de finales de los años sesenta y principios de los setenta del siglo pasado –por lo general urbanitas de clase media-alta- a alcanzar su sueño de retirarse al campo y vivir al margen de la lógica de consumo capitalista. Viviendo en la Tierra está considerado como uno de los grandes clásicos de la literatura contracultural norteamericana, con más de un millón de ejemplares vendidos desde su primera edición en 1970. La autora de esta curiosa guía de supervivencia era una joven de 21 años que se había afanado en recopilar a lo largo de varios años la sabiduría de los miembros de la comuna californiana de Wheeler’s Ranch, en la que residía en paz y armonía con la naturaleza.
Era un proyecto sin pretensiones comerciales, pero acabó convirtiéndose en el libro de cabecera de jóvenes idealistas de varias generaciones, sobre todo después de que la editorial Random House se lanzara a reeditarlo en 1971. Lo fue no solo por el contenido, de carácter marcadamente práctico, sino también por su forma. Primorosamente ilustrado y rotulado a mano con una estética naif y sencilla que no solo refleja el espíritu del momento, sino también la inocencia de la juventud, el estilo gráfico de Viviendo en la Tierra creó una legión de imitadores. Sus 240 páginas también funcionaron como herramienta inspiracional, motivando a muchos al estudio de la ecología y la conservación del medio ambiente.
Con todo, sigue siendo un gran desconocido en España; pertenece a esa estirpe de libros de culto que en nuestro país solo han manejado los entendidos en esta parte de la historia de la cultura popular. Juan Antonio Martínez Sarrión, propietario de la librería Nemo de Albacete, es uno de esos rastreadores. Gracias a su empeño, esta obra ve ahora la luz por primera vez en castellano en una edición prácticamente facsímil que respeta la estructura del original. “Casi toda la literatura hippie de los sesenta está editada en España, pero nos dimos cuenta de que faltaban las guías”. Por ejemplo, tampoco está editado The Whole Earth Catalog, otro libro fundamental que también contribuyó a ampliar la base social del movimiento back to the land, consistente en migraciones masivas de miles de descreídos del American Way of Life, desde las zonas urbanas a las rurales.