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QAnon, cuando falla la profecía

  • El autobautizado Chamán de Q Jake Angeli, «Yellowstone Wolf», durante el asalto al Capitolio (EUROPA PRESS)

VALÈNCIA.- «NO habrá Presidente. Biden NO asumirá NADA, salvo su responsabilidad, como criminal, traidor y pedófilo. El Ejército asume el mando y control por tiempo estimado de 60 días. Luego, reconocido que arrasó en las Elecciones se le devolverá el cargo de Presidente. Sobre el 1 de Abril». Así, con mayúsculas, como en todo mensaje importante que se precie, explicaba el tuitero Víctor Zurita el pasado 20 de enero que lo que medio planeta estaba viendo por televisión no era la jura del 46º presidente de EEUU sino unas imágenes pregrabadas para engañar a todo el mundo… A todo el mundo menos a él y los seguidores de este relato de demencia-ficción —en palabras de autor de La Secta de la Tierra Plana Óscar Alarcia—en el que viven los seguidores del tan misterioso como inexistente Q: un agente secreto del departamento de Energía que lleva desde 2017 explicando mediante mensajes crípticos lo que de verdad se cuece en las cocinas de la política americana.

Zurita, como Rafa Pal (el gran apóstol español del movimiento), son solo dos de los ciudadanos de esta realidad paralela en la que las elecciones americanas fueron robadas para impedir que Donald Trump se impusiera en su guerra contra el Deep State (estado profundo) que controla EEUU y que está formado por políticos liberales y actores de Hollywood satanistas que se dedican a la pederastia, se beben su sangre para obtener adrenocromo (una droga que los hace aún más poderosos) y que planean dominar el planeta.

Hace unos años, cuando tomó posesión el polémico empresario, el mundo era más sencillo: Los Caballeros Negros (que incluye a los Illuminatis malos y a los masones malos) y La Sociedad Internacional del Dragón Blanco (con sus Illuminatis buenos y sus masones buenos) luchaban por la supremacía mundial. El Bien contra el Mal. Trump era un simple ‘Sombrero Blanco’, uno de tantos valientes alineados con los segundos y cuya llegada a la Casa Blanca fue casi providencial.

Los Caballeros Negros (que incluye a los Illuminatis malos y a los masones malos) y La Sociedad Internacional del Dragón Blanco (con sus Illuminatis buenos y sus masones buenos) luchaban por la supremacía mundial

Pero, en 2017, surgió un fenómeno nuevo protagonizado por un desconocido que se hacía llamar Q y que, gracias a las redes sociales, consiguió crear una legión de millones de seguidores (anons o ‘panaderos’) a los que mandaba mensajes ininteligibles (bread crumps o ‘trozos de pan’) para que cada uno entendiera lo que buenamente quisiera. Así, un día se descubría que a Lady Di la asesinaron por intentar impedir el 11-S; otro, que la directora de la CIA Gina Haspel había muerto en un enfrentamiento con el ejército cuando la iban a detener y al siguiente, que la Disclosure está a la vuelta de la esquina. [NdA: La Disclosure es el día que el Gobierno de EEUU hará público los documentos que demuestran que el presidente Eisenhower fingió, en 1955, una cita al dentista para reunirse con extraterrestres y firmar un pacto de estado: tecnología alienígena a cambio de permitirles abducir vacas].

Dentro de esta pintoresca versión del mundo hay dos conceptos fundamentales: The Storm (La Tormenta) y The Great Awakening (El gran despertar). El primero es el día que los Qanon llevan años esperando, la fecha mágica en la que los buenos se lancen sobre los malos y los manden todos a Guatánamo a someterlos a un consejo de Guerra. Tras tres años de espera, el gran momento tendría que haber sido la toma de posesión de Biden.

El Gran Despertar, vendría después, cuando solo quedara buena gente por la calle, Trump iniciaría su segundo mandato y aplicaría la Nesara (Ley de Reforma Nacional y Seguridad Económica) que solo existe en la imaginación de los conspiranoicos y que, según ellos, fue aprobada en secreto por el Congreso de EEUU en junio de 2000 con ayuda del Tribunal Supremo. Gracias a ella se abolirá la deuda de la gente, se volverá al patrón oro, se eliminará la Reserva Federal (y todos lo bancos centrales)… En definitiva, el sistema se reseteará, llegará la paz mundial y todos seremos felices y comeremos perdices compradas en tiendas de comercio justo.

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