AlicantePlaza

El extraordinario 'Los años extraordinarios' de Rodrigo Cortés

MURCIA. El hecho de vivir es al menos tan extraño como la vida misma: esto de estar vivos es algo que tampoco es que tengamos del todo claro, pese a todo el tiempo que llevamos viviendo como especie —que si lo comparamos con la trayectoria de otras especies, francamente, tampoco es tanto—. A título individual, nuestra durabilidad no es que sea como para tirar cohetes, y aun así, es bastante mejor que la de la mayoría de animales —a excepción de notables excepciones, como el tiburón de Groenlandia, cuya longevidad se cuenta por siglos [se sabe que puede llegar hasta los cuatrocientos años y que alcanza la madurez sexual pasada la primera centuria]—. Lo de los árboles ya es otra historia. A escala geológica o cósmica, nuestra pírrica esperanza de vida no da para mucho: enseguida comenzamos a estar cansados, angustiados, metidos en la trampa hasta la cocina. Y se acabó. Los tiburones de Groenlandia más ancianos de aquellos que nadan hoy día silenciosos en aguas gélidas a dos mil metros de profundidad, han conocido mucho, aunque no lo sepan. Desde mil seiscientos veintiuno hasta aquí ha llovido una barbaridad. El ser humano se ha asomado al universo. En el cosmos, vivir ochenta años es casi como no hacerlo.

Recibe toda la actualidad
Alicante Plaza

Recibe toda la actualidad de Alicante Plaza en tu correo