VALÈNCIA. La normalidad de lo anómalo. Cuando se acabó la devastadora crisis que sufrió Alemania durante los años 20 con los trucos económicos de Hitler y su especie de estafa piramidal, los alemanes que no habían sido catalogados como enemigos del estado o ciudadanos de segunda clase vivieron una época dorada. Al menos, según su percepción. En ese contexto, la industria del cine empezó a producir una distracción para esa población que apuntalase el sistema. Una fábrica de fantasía y sueños... nazi.
El documental Hitler´s Hollywood de Rudiger Suchsland hace un recorrido durante dos horas por los argumentos de estas películas. La industria estaba diseñada a imitación de la estadounidense. Tenían que competir en lujo y espectáculo con el verdadero Hollywood. Goebbels en persona supervisó todo el sistema. Controlaba los guiones, estaba presente en los castings. Él era el gran productor.
Suya es la teoría: "La propaganda es una forma artística tiene un solo objetivo, conquistar a las masas, convencer a la gente con una idea para que queden cautivados y que no puedan volver a liberarse de ella, la propaganda es encanto, no fuerza, su objetivo es juntar a la gente para movilizarla mediante la obsesión de las masas"
Miles de trabajadores de esta industria fueron vetados. A otros, como Marlene Dietrich, se le ofreció ser la gran estrella del III Reich, pero rechazó la oferta y pidió la ciudadanía estadounidense que le fue concedida. Goebbels también pensó en Fritz Lang para dirigir la industria, pero escapó dejando atrás todo lo que tenía alegando que su madre era en realidad judía. También recaló en Estados Unidos como tantos otros, Ernst Lubitsch entre ellos.
Aunque los hubo que no tuvieron tan buena suerte. Como Georg Wilhem Pabst, que fue a visitar a su padre a Francia con los billetes ya comprados para huir a Estados Unidos y le sorprendió la blizkrieg. Tuvo que desarrollar su cine bajo la batuta de los nazis. En el caso de Ingrid Bergman, tuvo que empezar su carrera bajo el nacionalsocialismo y no es extraño que luego hiciera Casablanca, cuando logró salir de ahí, como desquite y muestra pública de rechazo..