VALÈNCIA. El Gobierno de Pedro Sánchez creó la Oficina del Alto Comisionado Para España Nación Emprendedora. Quería dotar así de entidad a un proyecto que depende directamente de Presidencia, aunque al frente se halle Francisco Polo, antes Secretario de Estado para el Avance Digital.
El objetivo que dicen perseguir es transformar el modelo económico, social y medioambiental a través del espíritu emprendedor diseñando una estrategia que culminará, en 2030, con la consolidación de la España Nación Emprendedora. El mismo presidente del Gobierno de la nación anticipó los cuatro objetivos fundamentales de esta estrategia en el Foro Web Summit celebrado en Lisboa los pasados días 2, 3 y 4 de diciembre. Se trata de: acelerar el crecimiento de las inversiones en startups para poner a España al nivel de países líderes como Alemania y Francia; establecer las condiciones óptimas para atraer, conservar y facilitar el desarrollo de los mejores profesionales de todo el mundo; promover la escalabilidad de las empresas para que los empresarios piensen en crecer en lugar de en vender y, finalmente, invertir en un sector público empresarial capaz de impulsar la innovación, la productividad y la inclusión social.
Aprovechaba también el evento Pedro Sánchez para anunciar la inminente y ansiada Ley de Startups la cual, en sus propias palabras, "permitirá dar un salto cualitativo hacia adelante gracias a las mejoras que planteará en términos de constitución de empresas, simplificación administrativa, ventajas fiscales e incentivos a la inversión extranjera". Se atendería así a algunas de las principales reivindicaciones de los emprendedores españoles que llevan años reclamando medidas como la disminución de trabas administrativas, mejoras fiscales y una regulación ad hoc para las startups.
Al mismo nivel de Europa
Pero, ¿será todo ello suficiente para colocar al ecosistema nacional a la altura del entorno europeo o vamos un poco tarde? Son muchos los emprendedores que valoran el fortalecimiento del ecosistema nacional durante los últimos años. "Las startups han crecido en tamaño y están mejor preparadas para competir al nivel internacional. España se ha acercado al resto de Europa en este sentido y ya estamos al mismo nivel que los mejores ecosistemas europeos", sostenía recientemente Miguel Ángel Díez Ferreira, emprendedor y ahora director de Impact Accelerator y cofundador, coordinador y profesor en ISDI. Se congratulaba también de contar ya en el país con un histórico acumulado de startups de impacto del que antes carecíamos.