ALICANTE (EFE). La noche de San Juan ha sido la "más tranquila de la historia" y ha transcurrido sin incidentes en la ciudad de Alicante, donde las cinco playas y calas del Cabo de la Huerta permanecieron cerradas con un fuerte dispositivo de control y vigilancia de la Policía Local para evitar aglomeraciones frente a la COVID-19.
La Policía Local de Alicante intervino en algunos botellones y se levantaron diez denuncias de consumo de alcohol en las calas del Cabo de la Huerta, los agentes acudieron junto con bomberos a seis contenedores quemados en la zona de altozano y en Joaquín Blume, y recibieron cuarenta y tres quejas de ruidos por fiestas y música en viviendas En un comunicado, el concejal de Seguridad del Ayuntamiento de Alicante, José Ramón González, ha destacado la “eficacia del dispositivo preventivo organizado con más de un centenar de policías locales que evitaron el acceso durante toda la noche a las playas y los botellones en una celebración que congregaba a decenas de miles de personas cada año”.
Los agentes comenzaron a desalojar las playas a las 20 horas, y una vez lograron vaciarlas de personas, establecieron un operativo de vigilancia y control patrullando a pie y con los quads durante toda la noche con las unidades de Playas, GOIR, Fox y del Servicio Nocturno , vallando también la playa del Postiguet y consiguieron que no hubiera hogueras, así como prevenir también el consumo de alcohol u otras actividades lúdicas frente al COVID.
El edil de Seguridad ha agradecido a la juventud que no acudiera a las playas ya que “facilitó que transcurriera sin ningún problema. Sabemos el esfuerzo que supone pero esta es una situación excepcional donde las decisiones que se toman es por el bien de la salud de todos para evitar rebrotes de la COVID-19 como ya se están produciendo en algunos puntos de España”.
La Policía Local únicamente intervino para disolver algunos grupos de jóvenes realizando botellón que fueron sancionados por consumir alcohol en la vía pública en Alicante, en total se levantaron diez denuncias en las calas del Cabo de la Huerta, y los agentes policiales recibieron cuarenta y tres quejas de ruidos por fiestas y música en viviendas.
Asimismo durante toda la noche la Policía Local y bomberos del SPEIS intervinieron en seis contenedores quemados en la zona de Altozano y en Joaquín Blume, que fueron extinguidos. González ha realizado un balance “muy positivo” y ha señalado que ha sido una noche de San Juan "donde la seguridad ha primado para evitar cualquier situación que pudiera conllevar riesgo y aglomeraciones" y destacado la "gran responsabilidad cívica de los alicantinos, que han cumplido el llamamiento de no acudir a la playa demostrando una vez más su ejemplar comportamiento durante esta pandemia“.