ALICANTE. La Concejalía de Turismo del Ayuntamiento de Alicante ultima los preparativos para poner en funcionamiento los llamados bonos gastronómicos: la iniciativa con la que se pretende estimular el consumo en los establecimientos hosteleros de la ciudad mediante la distribución de descuentos canjeables a cambio de una consumición mínima.
Su activación solo aguarda la autorización definitiva del departamento de Intervención, además de la edición de los vídeos ideados a modo de tutorial para explicar cuál es su funcionamiento, según ha explicado la propia edil de Turismo, Mari Carmen Sánchez (Ciudadanos), este miércoles, durante la presentación de la jornada gastronómica sobre los arroces de Alicante organizada en el País Vasco para los próximos 3 y 4 de noviembre.
El funcionamiento de los bonos gastronómicos será prácticamente idéntico al utilizado para el reparto de los bonos de comercio, que se ha conseguido agotar este mes de octubre tras una extensión del plazo establecido inicialmente para su solicitud. Así, en primer lugar, en función de ese sistema, los establecimientos hosteleros interesados deberán registrarse para que los consumidores puedan hacer uso de sus bonos de descuento. Y en segundo término, los consumidores también deberán inscribirse para poder optar a la concesión de los bonos.
Como informó Alicante Plaza, la iniciativa cuenta con una dotación económica de 200.000 euros con el que se pretende conseguir un impacto directo de 400.000 euros en el conjunto de los establecimientos acogidos al sistema, ya que para poder canjear el bono, de 25 euros, los comensales deberán realizar un consumo mínimo de 50.
Se trata de la primera experiencia a poner en marcha en la ciudad con la que se pretende "evaluar los resultados" antes de confirmar si volverá a reproducirse en el ejercicio de 2022. "No podemos garantizar que vayan a extenderse también durante el próximo año hasta que no comprobemos cuál es la respuesta y cómo funciona", ha incidido Sánchez. En todo caso, ha sostenido que su lanzamiento se había aplazado hasta la temporada de otoño con el fin de ayudar a reactivar el consumo en la hostelería en temporada baja, aunque "todos los indicadores turísticos señalan que no está siendo una campaña de poca afluencia".