Alicante sortea el recurso y adjudica 'in extremis' la plaza de San Blas a Ecisa; CHM asume Plaza Nueva

ALICANTE. El último esprint protagonizado por el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Alicante, el bipartito conformado por Partido Popular (PP) y Ciudadanos (Cs), en materia de contratación antes del cierre de año vuelve a generar resultados in extremis para evitar la pérdida de partidas presupuestarias. Salvo imprevisto, la Junta Local prevé aprobar este martes la adjudicación de las obras para reurbanizar dos de las plazas más reconocidas de la ciudad -la Plaza de San Blas y la Plaza Nueva-, así como la reforma del pabellón Pitiu Rochel, con una inversión global que supera los 5,4 millones.

El primero de los contratos, que atañe a la reforma de la Plaza de San Blas, queda en manos de la constructora Ecisa, después de que el Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales (TACRC) haya desestimado la petición de suspensión cautelar planteada por Tecopsa en su recurso frente a la propuesta de clasificación de las 13 ofertas que optaron a la licitación. Con esa resolución, la adjudicación cobra firmeza de modo temporal, a la espera de que el organismo adscrito al Ministerio de Hacienda pueda resolver sobre el fondo del asunto. Es decir, sobre si se debe volver a evaluar las ofertas para que se recalcule el importe de las bajas consideradas anormalmente desproporcionadas sin excluir, antes, a las compañías que no superaron el 50% de la puntuación prevista en el apartado de criterios que dependen de juicios de valor (uno de los requisitos del concurso).

En todo caso, no ha trascendido todavía si Ecisa podría tener el camino despejado para comenzar a ejecutar las obras antes de que exista un pronunciamiento definitivo sobre esa impugnación. En principio, todo parece indicar que los trabajos podrían aplazarse hasta conocer si la petición de Tecopsa llega a ser atendida por el TACRC con el objetivo de evitar posibles interferencias o cambios posteriores en su desarrollo que obligasen a establecer hipotéticas compensaciones.

Sea como fuere, con el acuerdo de adjudicación, el bipartito consigue salvar el uso de los fondos presupuestados en 2021 para acometer la reforma, sin tener que volver a incluirla de nuevo en los presupuestos de 2022, en los que también se contemplarían fondos para su conclusión. El coste de las obras es de 2,9 millones, en función de la propuesta presentada por Ecisa, que deberá finalizar la intervención en un plazo de 11 meses.

El segundo de los contratos que, salvo imprevisto, también quedarán adjudicados en Junta Local este martes es el de la remodelación de la Plaza Nueva. El proyecto queda en manos de CHM Obras e Infraestructuras, al haber presentado la oferta más ventajosa para los intereses municipales, con un precio de poco más de 578.000 euros.

La actuación permitirá reconfigurar el conjunto del espacio, en una plataforma única, sin los desniveles actuales, tras la eliminación del acuario que quedó precintado en 2018. Con las obras, se prevé mejorar la accesibilidad de la plaza y dedicarla íntegramente para uso peatonal, tras la instalación de nueva jardinería y mobiliario urbano.

Por último, la Junta de Gobierno también prevé aprobar la adjudicación de las obras de remodelación del pabellón Pitiu Rochel a la propuesta presentada por Doalco (que compitió con otros tres licitadores), con un presupuesto de más de dos millones y un plazo de ejecución de diez meses. Las obras prevén el acondicionamiento interior y exterior del pabellón, con el objetivo de realizar una nueva redistribución de los espacios, para mejorar sus condiciones de uso. Así, se incluye la formación de una cuarta entrada al pabellón en la que se acondicionará la zona de taquillas y se prevé renovar el pavimento de la pista central.

Con todo, ese esprint final no ha tenido todavía reflejo en forma de avances en la tramitación de los presupuestos municipales de 2022. Por lo pronto, el documento seguiría en fase de fiscalización por parte del departamento de Intervención, sin que se haya producido ningún nuevo contacto político con alguna de las formaciones que ejercen funciones de oposición. Con todo, el bipartito podría recurrir a la convocatoria de una Junta de Gobierno de carácter extraordinario entre este martes y el viernes para aprobar la propuesta de planificación económica antes de que termine el año, con lo que comenzarían a correr los plazos administrativos para la presentación de enmiendas. 

En ese escenario, PSOE, Unides Podem EU, Compromís y Vox contarían con seis días hábiles para hacerlo a partir del día en el que se produjese su primer refrendo en Junta Local. Después, se convocaría la comisión de Hacienda para su debate, antes de que pueda convocarse un pleno extraordinario para su aprobación. Con todo, se da prácticamente por descartada la posibilidad de que pueda fijarse dicha sesión durante la primera quincena de enero.