Las atracciones de la Feria de Rabasa, en imagen de archivo. Foto: RAFA MOLINAALICANTE. No habrá permiso adicional para el funcionamiento de las atracciones de la Feria de Navidad asentada en la partida de Rabasa de Alicante. La Concejalía de Urbanismo ha rechazado la solicitud presentada por la Asociación de Feriantes con el propósito de ampliar el permiso de actividad hasta el día 17 de enero, con lo que se ratifica la vigencia de la autorización inicial, que expira este próximo domingo, día 10 de enero.
El rechazo a esa solicitud se justifica en "la situación de endurecimiento de las nuevas medidas para frenar la pandemia" de coronavirus, según ha concretado el concejal de Urbanismo, el edil Adrián Santos Pérez (Cs), a través de un comunicado. "No tiene sentido que la hostelería cierre sus puertas a las cinco de la tarde, pero la Feria siga abierta", ha apuntado, en alusión a las nuevas restricciones acordadas por la Generalitat el pasado martes día 5, a la vista de la escalada de contagios de covid-19 registrada a lo largo de la última semana.
En este sentido, el edil de Urbanismo ha señalado que "el Ayuntamiento está impulsando medidas de lucha contra la expansión de la covid-19 por lo que no creemos conveniente fomentar la aglomeración de personas en recintos, aunque sean al aire libre. Además, recordamos que no está permitida la realización de ningún evento o actividad con concentración de personas", ha incidido.
Según el comunicado, la decisión se ha adoptado en común acuerdo con la Concejalía de Seguridad que dirige José Ramón González tras la determinación de cerrar las áreas de juegos infantiles y afines con vallado y cinta policial. "De esta forma, se garantiza el cumplimiento de las nuevas medidas preventivas para evitar nuevos contagios", concluye el comunicado.
Como informó Alicante Plaza, la feria de Navidad abrió sus puertas el pasado 20 de diciembre (dos días más tarde de la fecha prevista), después de que la Concejalía de Urbanismo autorizase su instalación en un formato reducido, con un aforo máximo de 400 personas, además de otras medidas de prevención del coronavirus, como la desinfección de las atracciones después de cada uso y la instalación de dispensadores de gel hidroalcohólico. El permiso llegó después de que se hubiese desestimado una primera solicitud de autorización.
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