proyecto de apertura al público de los depósitos de combustible  

Alicante negocia con Montoro la cesión de La Británica como hito turístico y cultural

2/07/2017 - 

ALICANTE. El anhelo que varios escalones de la administración han tratado de conseguir a lo largo de los últimos 15 años ya no es una quimera inalcanzable. El Ayuntamiento de Alicante, a través de la Concejalía de Memoria Histórica, mantiene negociaciones muy avanzadas con la Dirección General de Patrimonio del Estado del Ministerio de Hacienda para tratar de cerrar la cesión de las galerías subterráneas de la finca de la refinería La Británica, heredadas después por Campsa, en las faldas de la sierra de Molinet o Tossal de Santa Anna. No existe todavía un acuerdo firmado, pero sí ha habido ya intercambio de documentación con el propósito de llegar a definir las condiciones de ese traspaso.

En principio, según las fuentes consultadas, el ministerio que dirige Cristóbal Montoro entregaría las llaves del antiguo recinto industrial, que se utilizó para almacenar y proteger combustible frente a los bombardeos de la Guerra Civil, simplemente a cambio de que el Ayuntamiento se hiciese cargo de sus gastos de conservación y mantenimiento. Si todo evoluciona como hasta ahora, el convenio podría cerrarse antes de octubre. Desde entonces, Memoria Histórica tendría las manos libres para impulsar uno de las propuestas más ambiciosas del programa 'Alacant Ciutat de la Memòria': la adecuación de esos antiguos depósitos con el propósito de hacerlos visitables al público como hito histórico, cultural y turístico.

La concejalía que coordina María José Espuch (Compromís) trabaja con un presupuesto aproximado sobre los costes que conllevaría esa actuación: unos 2,4 millones. Es más, la cifra figura en el listado de peticiones que todas las concejalías están remitiendo al departamento municipal de Hacienda para calibrar la posibilidad de solicitar un préstamo con el que financiar inversiones, al margen de las llamadas obras sostenibles (sufragadas con el remanente del presupuesto del año anterior).

La importancia de ese conjunto industrial reside tanto en sus características puramente físicas y arquitectónicas, como en su papel histórico. El recinto, que permanece cerrado desde hace más de cincuenta años (cuando dejó de tener uso industrial como almacén de carburantes), está compuesto de unas 24 cámaras subterráneas intercomunicadas y excavadas en las faldas del Molinet, junto al trazado de la avenida de Villajoyosa

Al menos ocho de esas cámaras, las ubicadas en la parte central de las galerías, tienen una altura de 30 metros: todo un activo arquitectónico que se trataría de poner en valor, explicando el origen de su construcción y su conexión con otros puntos claves de la contienda civil situados en su perímetro como el campo de concentración de los Almendros, en La Goteta, o las defensas antiaéreas situadas en la cima de la sierra del Molinet.

La Generalitat, a través del ente Gestor de Transportes y Puertos (GTP) de la Conselleria de Infraestructuras, ya trató de conseguir la gestión de los antiguos depósitos para darles un uso público, durante la construcción del túnel del tranvía bajo la Serra Grossa. Sin embargo, los contactos mantenidos entonces no llegaron a fructificar.        

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