ALICANTE. Un pedazo de oriente se ha escapado del continente asiático, ha cruzado límites geográficos y se ha asentado en Alicante, aunque solo viene de visita. Se trata de 196 antigüedades arqueológicas que ayudan a entender la trayectoria histórica de Irán, con muestras que van desde 200.000 años atrás hasta la Edad Islámica, una época más cercana. "Joyas que están más allá de las fronteras, que tienen raíces y que hablan de historia", expresa Jebrael Nokandeh, director general del Museo Nacional de Irán, residencia original de las piezas.
La exposición Irán, cuna de civilizaciones se ha presentado en una rueda de prensa que ha tenido lugar en el Museo Arqueológico Provincial de Alicante (MARQ), a la cual han asistido el diputado de Cultura, César Augusto Sánchez, el embajador de la República Islámica de Irán en España, Hassan Ghashahavi, el director general del Museo Nacional de Irán, Jebrael Nokandeh, el director general de la Fundación Drents Museum, Harry Tupan, y el director técnico del MARQ, Manuel Olcira, además del gerente del Museo, José Alberto Cortés, quien ha actuado como presentador del evento.
Desde el 14 de marzo hasta el 1 de septiembre, la exposición se podrá visitar en las instalaciones del MARQ, un recorrido a través de tres salas distintas con el objetivo de "acercar a nuestra sociedad la mítica Persia antigua e islámica", revela el director del Museo, y que "ofrece una enriquecedora panorámica del patrimonio cultural de los territorios y la gente del país", puntualiza.
Una selección de piezas arqueológicas y contenidos gráficos y audiovisuales entre los que Ghashahavi destaca la primera carta credencial del embajador de la República Islámica de Irán en España documentada hace 400 años, un hecho que significa que ambos países suman "400 años intercambiando embajadores y, por lo tanto, 400 años de relaciones bilaterales entre Irán y España", relata el embajador. Esto supone un "eslabón de conexión entre oriente y occidente", asegura, y continúa expresando que desde Irán creen "en tender puentes y no en construir barreras".
Una opinión que también comparte Asencio, quien desvela que esta labor tendrá segunda parte en septiembre cuando "nuestros propios fondos", los de la historia de España, viajen hasta Teherán para instaurarse en el Museo Nacional de Irán.
La idea de seguir compartiendo las culturas y las diferentes manifestaciones de las mismas también entusiasma al director del Museo Nacional de Irán, quien considera que "ambos países son amigos" y que este tipo de acciones "no solo ayuda a un mejor acercamiento entre Irán y España" y al mantenimiento de las relaciones bilaterales, "sino que también constituye una demostración del poderío y la riqueza de las civilizaciones de ambos países", detalla Nokandeh.
Y lanza el mensaje de que "utilizar el intercambio cultural supone un método adecuado para llegar a la paz mundial", un reto en el que juegan "un papel muy importante los museos", responsabiliza el director, debido a que "no existe mejor antídoto contra los ejercicios colectivos que la cultura, puesto que procura el verdadero conocimiento mutuo", sentencia el director de la institución iraní.
Por su parte, Asencio garantiza que el MARQ sigue trabajando "para volverse accesible, tanto para las personas con algún tipo de discapacidad y, por tanto, con problemas de accesibilidad como entre culturas y naciones". Y opina que muestras como esta que acogerá el Museo durante casi seis meses demuestran este trabajo por la accesibilidad internacional.
Antes de poner rumbo a España, esta historia arqueológica se encontraba en las instalaciones del Drents Museum, un museo de arte e historia ubicado en los Países Bajos. El director de la fundación de esta entidad cultural muestra su "disposición a seguir colaborando" y confiesa que Irán, cuna de civilizaciones supuso "un éxito, porque alrededor de 150.000 personas" llegaron hasta su museo para "visitar esta muestra, los bienes patrimoniales que custodia el Museo Nacional de Irán".