ALICANTE. La huelga de celo iniciada por la plantilla de UTE Alicante, la concesionaria del servicio de limpieza viaria y recogida de residuos de la ciudad, se avivó este sábado con el refuerzo de las medidas de presión desplegadas por los trabajadores: como publicó este diario, el inicio de los paros parciales de una hora en el comienzo de la prestación del servicio. La consecuencia de ese paro no se hizo de rogar: hubo retraso en los trabajos de retirada de residuos, lo que dejó bolsas y desechos en la vía pública en varios puntos del casco urbano como la Avenida de Novelda, en el entorno del Mercado central o el Portal de Elche.
Las fuentes consultadas precisaron que ni el lógico recurso al que preveía acudir la dirección de la concesionaria, el pago de horas extras como medida de refuerzo, evitó que se produjese la consiguiente demora en los horarios de recogida hasta pasado el mediodía. Por lo demás, según las mismas fuentes, la protesta se desarrolló con normalidad, sin incidentes de relevancia.
Según las mismas fuentes, la peor consecuencia, no obstante, es que el conflicto planteado en torno a las retribuciones de los operarios -entre otros puntos como el deterioro de la maquinaria que esgrimen los trabajadores- sigue en pie y sin visos de que se pueda alcanzar una posible solución a corto plazo. Por lo pronto, tanto el presidente del comité de empresa, Antonio Martínez, como la dirección de la UTE precisaron en la tarde del viernes que no hay ninguna nueva fecha prevista para que se reanude el diálogo, de modo que las negociaciones siguen estancadas en el mismo punto.
Hasta ahora, la disputa central sigue vinculada a la subida salarial correspondiente a 2016. UTE Alicante (participada por FCC, Ferrovial y Cívica, de Enrique Ortiz) plantea una subida del 0,4% más otra adicional del 0,8% ligada a la antigüedad de los trabajadores. El comité de empresa, por su parte, reivindica un incremento del 1,6% pero podría aceptar un 1,2% si se desvincula de la antigüedad. Con todo, la plantilla exige una condición irrenunciable para retomar el diálogo: que se anulen los expedientes sancionadores abiertos por la empresa contra 8 operarios. La UTE, por el momento, sólo habría accedido a dejarlos en suspenso, sin anularlos.
Según las fuentes consultadas, sólo una vez zanjadas las retribuciones de 2016 se llegará a dialogar sobre las del año en curso. En principio, UTE Alicante ofrece una subida equivalente al IPC; el comité de empresa pide el IPC más un punto.
Entre tanto, fuentes municipales precisaron que los inspectores de la Concejalía de Limpieza viaria siguen evaluando la prestación del servicio con el propósito de velar por su correcto cumplimiento. Las mismas fuentes señalaron que hasta el momento no se ha barajado ninguna posible propuesta de sanción por la constatación de supuestas deficiencias.
El portavoz del PP, Luis Barcala, por su parte, no escatimó en críticas. A través de un comunicado, sostuvo que "la pésima gestión del tripartito con las contratas municipales no parece tener fin y ahora lo tenemos que pagar todos los alicantinos con la huelga de limpieza que nos ha dejado hoy nuestra ciudad con una estampa de calles llenas de bolsas de basura". "¿Qué imagen queremos dar de Alicante con la suciedad campando a sus anchas sin ningún control?", lamentó.
En esta línea, pidió al alcalde, Gabriel Echávarri, "que actúe como tal y deje de encogerse de hombros cada vez que surge un problema". "Ya está bien de echar balones fuera y de no hacerse responsable de las cosas que pasan en la ciudad, porque luego todos los alicantinos son los que sufren la incompetencia manifiesta de su gobierno tripartito y su falta de trabajo", criticó.
Por último, añadió que "la imagen de la montañas de basura es muy perjudicial para Alicante", e incidió en que "el desinterés e incapacidad del tripartito ha vuelto a ponerse de manifiesto en esta temporada turística". "Comenzó con el retraso de la puesta en marcha de los servicios de playas con los turistas ya en nuestra ciudad, además tampoco han aprovechado la presencia estos meses en nuestra ciudad de miles de personas para hacer ninguna promoción de la Volvo Ocean Race 2017". El dirigente popular sostuvo que "a menos de dos meses, el entorno del evento en el Puerto está deteriorado y de modo completamente absurdo se ha decidido que todo el comercio no podrá abrir durante los domingos de la regata". Además, añade Barcala, "hemos podido comprobar que la venta ambulante está completamente descontrolada desde que suprimieron la unidad dedicada a su control".