ALICANTE. La sesión de la comisión para fiscalizar las presuntas anomalías en el servicio de mantenimiento de zonas verdes de Alicante celebrada este viernes sirvió para que se pusiesen de manifesto dos conclusiones básicas. La primera, que el contrato objeto de revisión, a cargo de Geamur desde 2012, partió con un recorte del 20% sobre el presupuesto de la concesión anterior. Y la segunda, que en el nuevo contrato, ahora en manos de STV Gestión desde enero, se ha tratado de enmendar parte de los errores detectados a lo largo de los últimos nueve años.
La corrección más básica la dio a conocer el técnico municipal que ejerce como responsable del contrato, Carlos Domínguez, durante las explicaciones que ofreció ante los miembros de la comisión. A lo largo de sus dos horas de comparecencia, Domínguez concretó que, con el nuevo pliego, se había flexibilizado la prestación con el propósito de que se puedan llevar a cabo ampliaciones para reforzar el servicio en el caso de que se constate que se han generado nuevas zonas de jardines a mantener. Esa posibilidad conlleva una ampliación del precio de la prestación para que la empresa concesionaria pueda contratar a más personal con el que cubrir esos jardines de nueva creación.
Ese nuevo planteamiento se introdujo a la vista de que el contrato precedente partía con el recorte presupuestario ya indicado, como consecuencia de las limitaciones introducidas en el Plan de Ajuste al que se encontraba sometido el Ayuntamiento, y de que no se había previsto posibles ampliaciones para cubrir esos nuevos espacios ajardinados que se desarrollasen durante la duración del contrato. Así, el técnico municipal admitió que, durante el último periodo en el que Geamur asumió la prestación, no quedó otra salida que "ser elásticos" para tratar de llegar a todos los nuevos jardines que se habían ido generando con los desarrollos urbanísticos de la ciudad (hasta 44 zonas verdes más) con el mismo personal y el mismo precio de contrato.
Todo, además, después de que también se acordase que la empresa debía asumir igualmente el mantenimiento de las zonas ajardinadas de los colegios públicos, pese a que no estaba contemplado en el pliego. Eso sí, apuntó que Geamur estaba obligada por contrato a mantener 104 trabajadores en plantilla y se había calculado que había mantenido una media de 108. Con el nuevo contrato, la cifra ya se incrementó hasta los 132 empleados.
El responsable del contrato apunta que el servicio se inició en 2012 con un recorte del 20% respecto al presupuesto del contrato anterior y que se tuvo que ser 'elástico' para cubrir las nuevas zonas verdes no contempladas en el pliego
Otra de las rectificaciones introducidas en el nuevo pliego tiene que ver con el refuerzo de la labor de inspección. El responsable del contrato indicó que, desde 2012 hasta 2020, se ha contado con cuatro inspectores para evaluar el servicio prestado: tres para la revisión general de los jardines y uno especializado de manera expresa en los sistemas de riego. Ahora, según detalló, se ha conseguido incorporar otros tres inspectores adicionales (dos para la labor general y otro para el riego), con lo que se habría mejorado la capacidad de evaluación.
En cualquier caso, sobre todo a preguntas de la edil socialista Llanos Cano, Domínguez aseguró que también se contaba con un sistema informático de comprobación del estado de las incidencias que podían reportar los ciudadanos, en el que Geamur incluía el envío de fotografías sobre la situación concreta, al margen de las comprobaciones realizadas in situ por parte de los inspectores.
De igual modo, el técnico municipal señaló que todas las incidencias de las que se daba traslado al Servicio de Jardines se atendían y se resolvían, aunque no siempre resultaba necesario que se tuviese que actuar con una labor de poda, por ejemplo, ya que el departamento trata de favorecer el desarrollo biológico del arbolado y no siempre resulta necesario que se lleven a cabo esas podas. Es más, señaló que las podas sistemáticas ya no se realizaban, más allá de la revisiones que se llevan a cabo con una periodicidad de 4 años, al menos por lo que respecta a las 18.000 palmeras repartidas en la ciudad.
Respecto al estado de la maquinaria, una de las supuestas deficiencias señaladas por los trabajadores a través de los representantes sindicales, Domínguez sí admitió que se había producido un deterioro imprevisto al tener que extender sus horas de utilización para dar cobertura a más zonas verdes de las que se habían contemplado en el inicio del contrato. Además, señaló que la duración de la concesión era de seis años, hasta 2018, y sin embargo, la misma maquinaria se ha tenido que emplear hasta finales de 2020 ante el retraso en la eficacia de la nueva adjudicación (todavía pendiente de que se resuelva en el TSJ), sin que se pudiese exigir a Geamur la renovación de esos equipos porque no podía asumir la inversión que conllevaba sin saber si iba a continuar haciéndose cargo de la prestación. En todo caso, señaló que cuando existían averías, se reparaban y que las herramientas pequeñas sí se reemplazaban.
Además, también a preguntas de Cano, respondió que Geamur no había llevado a cabo trabajos no previstos por contrato, salvo cuestiones puntuales como que se le pagase por la compra de los ejemplares que resultase necesario reponer en zonas como los colegios públicos, por ejemplo.
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Además, en respuesta a las cuestiones planteadas por el portavoz de Compromís, Natxo Bellido, Domínguez detalló que en la actualidad se había contabilizado que faltaban 1.800 ejemplares de arbolado en la vía urbana, lo que representa el 2% del total "cuando en otras ciudades se alcanza el 10 o el 15%", pese a que año tras año Geamur ha venido reponiendo una media de 250 cuando solo estaba obligada a reponer 200.
En todo caso, aseguró que ya se estaba trabajando en un plan de reposición ligado a un Plan Director de Arbolado, también previsto con el nuevo contrato, por el que se trata de determinar en qué calles es viable la plantación de árboles, qué condiciones de anchura deben tener las aceras, qué especies resultan las más adecuadas y qué tipo de suelo debe proveerse en las obras de urbanización de los nuevos desarrollos de la ciudad para favorecer que los árboles puedan asentarse. Se trata de una planificación para racionalizar la colocación de ejemplares que quedará abierto a la presentación de aportaciones por parte del conjunto de grupos políticos municipales.
Por último, a colación de una pregunta formulada por la edil de Unides Podem, Vanessa Romero, respecto a la viabilidad de que el servicio se prestase de manera directa por parte del Ayuntamiento, Domínguez respondió que, en su opinión, el mejor modelo era el de una fórmula mixta en la que se contase con el know how de las empresas y la experiencia de los operarios de la brigada municipal de jardines, a las que se había destinado de manera específica al mantenimiento del parque de El Palmeral para testar y poner en valor el funcionamiento de esa gestión directa.
En el desarrollo de la comisión, los representantes del PSOE volvieron a reclamar la entrega de nueva documentación no facilitada, en alusión a los informes que hubiese emitido el técnico municipal que ejerce como Jefe del Servicio, Juan Luis Berasaluce. No obstante, el edil de Limpieza, Manuel Villar, replicó que si no se le había entregado era porque no existían tales informes. Y añadió que él mismo tendría la oportunidad de explicar su labor en la próxima sesión de la comisión.
Tras el cierre de la sesión, Villar apuntó, en una comparecencia posterior, que, a su juicio, las explicaciones de Domínguez habían demostrado que "las anomalías denunciadas por un sindicato que se supone que son el origen de esta comisión no han existido porque no se ha preguntado nada sobre ellas".