Vista del trazado de la Gran Vía de Alicante, a su paso por los barrios de Juan Pablo II y La Torreta. Foto: RAFA MOLINAALICANTE. El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Alicante, del Partido Popular (PP), compendia los objetivos a perseguir en la definición del modelo de ciudad para los próximos 25 años a través de la redacción del nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) comprometido por el propio PP desde las municipales de 2019 y todavía pendiente. Esos objetivos esenciales quedan plasmados en la estrategia Alicante 4D que se dio a conocer, en primer término, en el transcurso de las jornadas Medcity sobre el modelo de desarrollo de las ciudades del Mediterráneo, en la que destacan fundamentalmente la planificación de un nuevo sistema de comunicaciones con el que se pretende generar nuevas rondas de circunvalación para liberar el casco urbano del tráfico de paso.
Se trata de un diseño que requerirá del concurso de otras administraciones superiores (sobre todo en lo que atañe a la prolongación, reorientación o remodelación de carreteras que conectan varios términos municipales), con el que se aspira a ganar espacio para el peatón en toda la trama urbana. De hecho, una de las propuestas más llamativas a las que se pretende dar curso es la transformación de la Gran Vía en un eje semipeatonal, con la prolongación de su paseo central hacia uno de sus laterales. O lo que es lo mismo, con el cierre al tráfico de los carriles disponibles (en un número variable, según cada tramo) en uno de sus dos sentidos de circulación.
Con esa medida, que, en principio, se desarrollaría por fases y tramos concretos, se pretendería introducir nuevos usos a disposición de la ciudadanía, todavía por definir, como la creación de nuevas zonas verdes, carriles bici o espacios para la práctica deportiva. Y además, se conseguiría alinear la nueva configuración de la trama urbana a los objetivos marcados en el proyecto de implantación de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE): minorar la contaminación al reducir la intensidad del tránsito de vehículos. De hecho, la ZBE ya contempla un primer anillo de control sobre el mismo eje de la Gran Vía como zona de amortiguación hasta el segundo anillo del Centro, en torno al trazado de Gadea, Soto y Alfonso el Sabio.
Eso sí, la propuesta de semipetaonalización de la Gran Vía debería ir acompañada de dos medidas adicionales: la potenciación del transporte público de alta capacidad, lo que supone la extensión de la red de tranvía ahora en proceso de revisión coordinada junto a la Generalitat, y la creación de nuevos viales de circunvalación, al margen de la finalización de la Vía Parque, que -una vez desarrollado el proceso de expropiaciones- sigue pendiente de la actualización de la redacción de sus proyectos antes de que pueda acometerse la ejecución de sus obras.
Algunos de esos nuevos ejes con los que se pretende conseguir un modelo radial que conecte toda la ciudad, en lugar de una apuesta enfocada en los desplazamientos al Centro, ya se han dado a conocer a través del servicio de comunicación institucional. En concreto, en esas bases del nuevo PGOU se aspira a promover la transformación del eje metropolitano A70 en un bulevar que enlace San Vicente del Raspeig, Villafranqueza y la zona de Orgegia. Además, se pretende potenciar el uso del trazado periurbano de la A77 - AP7 como segunda circunvalación y, al tiempo, conseguir una tercera ronda metropolitana a partir de la A79 como auténtica Vía Parque entre Alicante y Elche. Esa actuación se completaría con la prolongación del viario principal de la Ciudad de la Luz para que entronque también con la A79.
Esa malla de comunicaciones, acompañada de otras medidas como la eliminación de las vías del litoral sur con la ejecución de la Variante de Torrellano y la construcción de la estación intermodal y del Parque Central con el soterramiento de las vías que todavía discurren en superficie en el acceso hasta la estación de ferrocarril, permitirían potenciar el uso peatonal del frente litoral, para lo que -además de reducir el tráfico en el Paseo de los Mártires de la Libertad- se cuenta con el desarrollo de otra actuación estratégica: la urbanización del barrio de Sangueta, ahora en fase de estudio de alternativas para la redacción de su Plan Especial, de modo que se permita su conexión con la Serra Grossa y con el Paseo de La Albufereta.
Por lo pronto, el siguiente paso que pretende abordar el equipo de gobierno es concertar una consultoría externa para aglutinar toda la información recopilada en los seis informes sectoriales contratados durante el pasado mandato en un documento marco global que sirva de inicio para la redacción del PGOU estructural. En ese documento se incorporarán también los ejes de la estrategia Alicante 4D en la que, según fuentes municipales, se viene trabajando desde hace cerca de tres años.
En ese modelo urbanístico se pretende tener en cuenta también otras estrategias de mejora urbanística y de dotación de servicios con las que se pretende poner el foco en los barrios como centro de la convivencia, así como la interconexión de las áreas industriales y su ampliación en la zona oeste del término municipal, además de generar oportunidades para la diversificación económica con la creación de clústers centrados en el deporte, en el entorno del campus de la Universidad de Alicante; en la innovación, en el ámbito comprendido entre Ciudad de la Luz y el aeropuerto; en la salud, sobre el eje de la avenida de Dénia; y en el patrimonio, en la agricultura y el medio ambiente en el entorno de La Condomina.
