El edificio del antiguo Hotel Palas, propiedad de la Cámara de Comercio y arrendado por el Ayuntamiento de Alicante.ALICANTE. El Ayuntamiento de Alicante encara el fin del contrato de arrendamiento del antiguo Hotel Palas con una nueva revisión de precios de la renta que abona a su propietario: la Cámara de Comercio. El equipo de gobierno, del Partido Popular (PP), aprobó este martes en Junta Local la actualización de ese arrendamiento para el ejercicio de 2023 con un incremento de 33.227,12 euros (IVA incluido) respecto al importe precedente, lo que eleva el coste anual a 616.159,12 euros (509.222,41 euros de renta, más 106.936,71 euros en concepto de IVA).
Con esa puesta al día, el importe del alquiler habría experimentado un incremento de 92.743 euros (un 17,71%) en toda la vigencia del contrato, desde los 523.416 euros iniciales que se pactaron en 2013 -entonces bajo el mandato de la popular Sonia Castedo- como consecuencia, fundamentalmente, de la aplicación de las sucesivas actualizaciones del IPC. En cualquier caso, esa circunstancia implica que el Ayuntamiento habría abonado por la ocupación del inmueble cerca de 5,5 millones en los diez años transcurridos desde la firma del contrato de arrendamiento.
Todo, además, sin llegar a disponer de su titularidad al término de ese acuerdo, cuya finalización está prevista para el 31 de diciembre de este año, después de haber agotado cuatro años de duración inicial y hasta un máximo de seis prórrogas anuales concertadas de año en año. Esa es la situación que obligará al actual equipo de gobierno dirigido por Luis Barcala a renegociar con los responsables de la Cámara sobre el futuro del edificio en el margen de los tres próximos meses.
Fuentes municipales consultadas confirmaron que el Ayuntamiento continúa estando interesado en el uso del inmueble de la calle Cervantes, toda vez que se ha convertido en una pieza esencial para la distribución de distintas dependencias y servicios municipales. Entre ellas, además del Servicio de Atención e Información al Ciudadano (SAIC) y del Registro, figuran las sedes de las Concejalías de Turismo, Comercio, Medio Ambiente o Recursos Humanos, entre otras.
De ahí que se dé por seguro la apertura de conversaciones con la organización empresarial con el fin de alcanzar un nuevo acuerdo que garantice la continuidad de la ocupación municipal al no existir otros espacios alternativos a corto plazo en los que reubicar esas dependencias, una vez agotada la superficie disponible en la ampliación del edificio de la Casa de la Festa. En ese contexto, solo cabrían dos opciones: la negociación de una posible compra del inmueble o la novación del contrato de alquiler actual por otro plazo adicional por determinar a conveniencia de ambas partes.
El inmueble propiedad de la Cámara, en una vista tomada desde la Plaza del Mar.Por el momento, no se ha entablado ningún contacto oficial al respecto, aunque todo parece indicar que la Cámara no estaría contemplando la venta del edificio como primera opción, a pesar de que haya encontrado en Panoramis Life & Business el espacio idóneo para instalar su sede y su escuela de negocios.
Lo cierto es que, a lo largo de los últimos años, se han registrado distintas ofertas interesadas en adquirir el inmueble, pero la Cámara las ha rechazado. Primero, porque permanecía ocupado por el Ayuntamiento y estaba comprometido a mantener esa deferencia de prioridad de uso. Y segundo, porque se ha venido considerando que el edificio es su principal activo y que no conviene desprenderse de él. Como poco, no estaría dispuesto a venderlo a un precio que el Ayuntamiento de Alicante estuviese en condiciones de asumir, al quedar sujeto a un informe de tasación que no casaría con la valoración que podría esgrimir la Cámara.
