ALICANTE. El pasado romano de Alicante regresa en pleno siglo XXI para quedarse como revulsivo turístico. El Ayuntamiento de Alicante prevé acometer en 2022 una nueva fase de excavaciones en el yacimiento del Parque de las Naciones con la intención de consolidar y poner en valor las huellas de los orígenes de la ciudad actual como espacio museístico visitable. Lo hará con una nueva dotación de 100.000 euros, incluidos en la programación de la Concejalía de Cultura, que se suman a los 40.000 ya destinados a financiar la fase 0 de la campaña de prospecciones arqueológicas desarrollada este año.
El impulso de la fase 1 de los trabajos se plantea, precisamente, ante la necesidad de avanzar en los hallazgos deparados hasta ahora con los que se habría confirmado la existencia de un barrio periurbano de la ciudad de Lucentum, con varias viviendas, calles, la presencia de una almazara dedicada a la producción de aceite o de vino y su correspondiente bodega para su almacenaje, además de unas termas y de una gran villa romana datadas entre los siglos II y IV después de Cristo, según concretaron este viernes el jefe del Servicio de Patrimonio, José María Pérez Burgos, y el catedrático de Historia Antigua de la Universidad de Alicante (UA), Jaime Molina Vidal, como coordinadores de los trabajos realizados hasta ahora.
La relevancia de esos descubrimientos -el único testimonio histórico sobre el pasado romano de Alicante, al no conservarse fuentes escritas- habría llevado al Ayuntamiento a acelerar el desarrollo de la intervención en el yacimiento, con la colaboración de las concejalías de Cultura, Medio Ambiente e Infraestructuras, para abrir al público de manera progresiva los espacios ya consolidados con el fin de contar con otro reclamo turístico en plena Playa de San Juan, junto al yacimiento de Lucentum, en el Tossal de Manisses y el conjunto de las Torres de la Huerta.
De hecho, el proyecto de musealización del yacimiento del Parque de las Naciones podría acabar extendiéndose a ese conjunto de bienes patrimoniales hasta el punto de poder destinar el edificio de la Torre Sarrió, ya rehabilitado, como sede de un centro de interpretación que ofreciese al visitante una visión de conjunto sobre la historia de la ciudad desde el periodo romano hasta la construcción de las torres defensivas distribuidas en el sector de La Condomina.
Por lo pronto, Cultura ya prevé simultanear el avance de las excavaciones en el recinto de Parque de las Naciones, con su adecuación, y la instalación de paneles explicativos mediante vinilos y vídeos con realidades aumentadas para que tanto alicantinos como visitantes puedan conocer cómo se gestó el Alicante del presente, a partir del asentamiento romano Lucentum, según explicaron Pérez Burgos, Molina Vidal y el edil de Cultura, Antonio Manresa (Cs). "Con ello, tendríamos otro elemento patrimonial muy potente, como complemento al Castillo de Santa Bárbara, con el que poder extender la oferta turística de la ciudad", enfatizó el regidor.
Como avanzó Alicante Plaza, se trata de un proyecto con el que la Concejalía de Cultura venía trabajando al menos desde principios de 2021, después de que se hubiesen ejecutado algunos sondeos esporádicos entre las décadas de 1980 y 1990, además de otra campaña de intervención desarrollada en 2010. No obstante, no ha sido hasta el despliegue de la fase 0, entre los meses de agosto y septiembre, tras la limpieza y desbroce del conjunto de la parcela, cuando se ha adoptado la decisión de agilizar los tiempos de la intervención, sin dejar como zona de reserva arqueológica para la realización de futuras campañas cerca de la mitad de la parcela, como se había llegado a plantear en un principio.
En esa fase 0, el equipo arqueológico coordinado por la UA y la Concejalía de Cultura habría contado con el apoyo de la tecnología de un georadar, con el que se habría conseguido localizar la existencia de restos de numerosas edificaciones en el subsuelo del conjunto de la parcela, de 15.000 metros cuadrados. Con ello, se habría podido constatar que la extensión del yacimiento era mayor de la estimada.
Así lo detallaron Pérez Burgos y Molina Vidal este viernes, quienes incidieron en que la realización de las tareas de desbroce, limpieza y cierre perimetral permitió llevar a cabo "un registro exhaustivo de las estructuras descubiertas en las campañas precedentes y de su estado de conservación, así como la elaboración de un mapa de patologías que sirvió de base para la fase 0 de las excavaciones. En esta línea, explicaron que el yacimiento se encuentra dentro del área de protección BIC denominada Villas romanas del Castillo Ansaldo a la altura de la avenida Miriam Blasco con las calles Palas Atenea y Afrodita.
"Estamos ante un yacimiento excepcional que es Bien de Interés Cultural desde los años 90 y es uno de los grandes hitos patrimoniales de la ciudad. Se trata de una villa romana magnífica en la zona periurbana del Tossal de Manises, la antigua Lucentum romana, y los resultados de esta campaña 0 o de diagnóstico son superiores a lo que en principio presuponíamos, porque se han detectado a través del georadar estructuras que de cara al futuro que nos van a facilitar una información científica norme", según concretó Pérez Burgos.
Molina Vidal, por su parte, destacó también que "este yacimiento es el libro que nos va a permitir leer el origen de Alicante, tenemos que sacar la información de la arqueología y por lo tanto es muy importante que la ciudad comprenda que esto es de todos y que ahí podemos leer nuestros orígenes".
En este sentido, ambos recalcaron que la fase 0 permite elaborar "un Plan General de Investigación ajustado al enorme potencial de este yacimiento arqueológico". "En primer lugar, se ha abordado una imprescindible intervención de consolidación y salvamento de las estructuras existentes, en la que se ha actuado especialmente en la zona del área industrial dedicada a la producción de vino o aceite (torcularium)". Según explicaron, "su exposición continuada durante todos estos años a los agentes climáticos había acelerado su proceso de erosión, provocando la pérdida de buena parte de su cimentación y situando a este complejo productivo prácticamente al borde de su irremediable colapso".
Esta situación obligó a acometer inmediatamente labores de protección y consolidación en sus puntos más sensibles con el fin de detener su deterioro. De forma paralela se plantearon trabajos puntuales de excavación, previos a las intervenciones de consolidación. Gracias a ello, fueron identificadas una serie de fases constructivas y destructivas relacionadas con la vida de este edificio de índole productiva desconocidas hasta la fecha.
Finalmente, la intervención finalizó con la restitución volumétrica de parte del trazado de su muro perimetral mediante el uso de gaviones rellenos con mampuestos. Esta medida, además de mejorar la protección de la cimentación de la estructura romana, constituye un primer paso para su futura puesta en valor. Aunque gran parte de la actividad del equipo de consolidación de estructuras se centró en la zona en mayor peligro de colapso, también intervino en otras del yacimiento que habían sido objeto de actos vandálicos: una de las labores desarrolladas consistió en la eliminación de los grafitis que afectaban a algunas de las estructuras romanas.
Según concretaron, los trabajos de acondicionamiento y limpieza facilitaron asimismo la documentación arqueológica de todo el yacimiento mediante el empleo de técnicas no invasivas. Estos trabajos fueron realizados por la Unidad de Geodetección de la Universidad de Cádiz, proporcionando lecturas de hasta dos metros de profundidad que reflejan la existencia de vestigios arqueológicos en la práctica totalidad del subsuelo del yacimiento.
Así, incidieron en que "en algunos casos se observa la continuidad de las estructuras ya exhumadas en las excavaciones antiguas, mientras que en otros revelan la presencia de otras muchas que no habían sido identificadas hasta la fecha y que evidencian una ocupación prolongada de todo este espacio a lo largo de los siglos". De este modo, la limpieza, consolidación y documentación de los restos ya descubiertos, "plantea un horizonte sumamente interesante desde el punto de vista de la investigación arqueológica en un yacimiento privilegiado para el estudio de la época romana. Hemos de destacar asimismo su gran potencial patrimonial, debido a la entidad y buen estado de conservación de sus estructuras", añadieron.