Eva Montesinos abruptamente, tal cual, se gira de espaldas. Acabamos de bajar del taxi y la flamante candidata nos ve, y en un gesto faraónico a lo Rosalía y lo Cospedal juntas, nos desprecia ostentóreamente dejando que nuestro saludo caiga al suelo como lluvia vietnamita de napalm. Encantadora. La campaña ideal. Afortunadamente, la siguiente persona que sí se digna a saludarme es mi nunca bien ponderado y pagado Herr Direcktor Miquel González. Correcto y correoso. “Toma nota y no me bebas nada”. Enrique Lucas, el supremo de esta casa, habla de dinero con todo el mundo menos con un servidor. ¡Y aún dicen que el pescado es caro! Abrazo a los compañeros. Que están elásticos, atentos a los mandos. Despegando.
Momento mágico, sin duda, cuando se presenta José Palmás. Como siempre, impecable. Le digo que me encantan sus performances. Rafa Bernabeu, educación y profesionalidad, siempre al tanto. Hace fresco y todo es perfectamente imperfecto. Se forman enjambres casuales y por banderas. Alguna avispa pierde el radar e inyecta su veneno asiático en la mejor flor, mientras el resto de actores liban el néctar sagrado. El empresariado se arrebola imperial alrededor del presidente de la CEV Salvador Navarro. Que mira y no ve a nadie. Y menos a Juan Antonio Gisbert. Los popes de la cultureta alicantoniana se distinguen -candidatos a la inmortalidad- allá en las alturas en su limbo áureo levitando en sus respectivas columnas de marfil. Egos revueltos. Echo de menos a Francesc Sanguino. Alejandro Riera susurra lo de la mafia de la basura. Tirando del hilo. Pepe Mazón, ilusionado con el futuro. Vicente Cutanda se deja fotografiar con nosotros y habla, bueno, es un decir -mare de deú del Levante CF- de la gestión de À Punt Media Alacant. José María Vidal quiere que cenemos. Se revuelven sedimentos paleozoicos de amistad. Seguimos siendo jóvenes. Juana Serna me da dos besos. No, tres. César Sampedro me jura por las 500 comidas que me debe que no ha visto a la Bellesa del Foc. Ni al cuñado. Ana Planelles: todo dulzura y discreción. Tribunal Supremo. Macrodepósitos. Francotirador fallido. Noche de los Cristales Rotos. Plaça del Llibre. Dani Mateo. La máquina de extorsión 12.000 euros ‘Mas Portal’. El amante de Maje. Cruceros. Nolotil. Primera Guerra Mundial. Le hago el correspondiente plongeon a Rafa Burgos, el Faro Impostor. Le encanta tuiter. Me inquieta no ver a Eduard Aguilar. Nos sientan justo delante de mi vecina de columna de opinión Victoria Rodríguez. Huele a vapor y resuenan los chirridos de los vagones de madera. Estamos a punto de salir hacia Murcia desde Casa Mediterráneo, estación del corredor mediterráneo, el AVE informativo. Es el segundo cumpleaños de Alicante Plaza.
César Sánchez presenta su cara más amable -se sujeta- diciéndonos que nos protegerá de Isabel Bonig, de la bandera española, de Inés Arrimadas, de sí mismo, de Vox, de los jinetes del Apocalipsis. Y del resto de su tropa. Eso sí, ahora cuando le votemos para diputado a les Corts Valencianes. Ana Barceló excusó al president -y creo que también a la viceparatodo- en un discurso enérgico, contenido e inteligente. Modo Comunitat Valenciana. A Luis Barcala le requisó la munición Javier Izquierdo justo a la entrada. Antonio Zardoya es la solitaria escultura prepirenaica de la basílica visigoda subterránea: Ciudadanos. Miguel Ángel Pavón tiene una buena noche y hasta se deja saludar. Acabo de darle la mano a un cadáver desenterrado. No me descompongo. Muy por encima de Podem Alacant, Antonio Estañ hilvana un discurso amable, inteligible, integrador y me anuncia la entrada de los podemitas en el Botànic. Las autoridades en funciones, tan blindados como desvalidos, ni se despedían entre ellos. Pobrets. Andrés García Trillo no se nos apareció. Pepe Asensi, como siempre, llegó tarde. Manuel Alcaraz juega -y asesina- en otra dimensión. Hay vida al otro lado de la carretera. Resultó tan potente la fuerza del discurso, velocidad de crucero, convicción y poderío del CEO de Accenture, Juan Pedro Moreno, que paso la noche in albis. Nadie en Alicante tiene ni un nanosegundo de empuje y verdad de Alexandria Ocasio, 29 años, la candidata demócrata del ala socialista de Bernie Sanders. Trump se precipita directamente hacia el nuevo fascismo. Nervios, intriga, dolor de barriga.
Destellos eternos. Sigue la expansión del universo. Toni Cantó, portada de la revista Plaza, se levantó en Alzira de la mesa plantando a 700 asistentes y se fue sin anunciar su programada candidatura a la presidencia de la Generalitat Valenciana. Los alicantinos casadistas se van a Málaga dejando en la escalerilla del cap i casal a una Isabel Bonig muy fan, pero que muy de Luis Salom. María Dolores de Cospedal no aguanta su vela. Ni la de su marido. Menos, la de Rajoy. Y empaña la puesta de largo de Pablo Casado en la Internacional de la derecha de Weber en Helsinki. Menos mal que estaba el infalible González Pons. Felipe VI habló en València con Luis Barcala. Empalmante. Cosas de hombres. Vicente Boluda llama al resto de empresarios a que se “comprometan con hechos” con la ciencia. Los Guardia Civiles serán más bajitos. Tranquilidad. Permanecerá la misma letra del himno según Carlos Castillo : ”Viva España, viva el Rey, viva el orden y la ley”. Hace 40.00 años alguien pintó una vaca atravesada por una lanza en una cueva de Borneo. Salma Paralluelo, quinceañera, la nueva promesa del deporte español. Sonia Castedo apoya a las monjitas de la Santa Faç. Gerard Fullana, com sempre, el més templat, i atemperat. Ximo Puig y Mónica Oltra: bien, gracias.
Este manuscrito arderá en cinco segundos. Vodafone -una vergüenza- sigue otra semana más sin conectarme a la red. El móvil murió. Amén. Al menos tenemos luz, velas y provisiones. Nos queremos. Tot ens eixirà de putíssima mare. Sí, te lo prometo, la próxima entrega será una versión más canalla de lo nostre.