Con tres siglos de tradición empresarial a sus espaldas, la ciudad toma impulso para convertirse en referente de una nueva economía apoyada en la tecnología y la digitalización
ALCOY. A mediados del siglo XVIII, Alcoy experimentó uno de los episodios más significativos de su historia, al consolidar la industria de la lana como actividad económica preeminente. Años después, ya en pleno siglo XIX, a la introducción de las primeras máquinas de hilar y de cardar siguió la proliferación de telares mecánicos, lo que hizo aumentar la producción textil de la ciudad. La evolución de la maquinaria siguió hasta principios del siglo XX, con la modernización y mecanización de los procesos de fabricación. Alcoy se subía así al tren de la revolución industrial que transformaba vertiginosamente toda Europa.
Pese a estar limitada por todos los impedimentos posibles -rodeada de montañas y con una orografía caprichosa-, el agua que movía los molínos de las fábricas ayudó al florecimiento de esta industria textil y de un sector papelero que también alcanzó un gran renombre, especialmente con la introducción del papel de fumar. La necesidad de contar con talleres de reparación y de fabricación de maquinaria, contribuyó al auge de la metalurgia, el tercero de los grandes sectores tradicionales alcoyanos.
Lo que algunos podrían considerar poco más que un milagro se debió en realidad al ingenio, al talento y la perseverancia de una sociedad que siempre ha querido liderar los procesos de cambio. Más de dos siglos después, Alcoy sigue siendo un territorio claramente industrial, situándose su área funcional como la segunda con mayor porcentaje de empleo industrial de España. El textil se ha especializado y modernizado, con propuestas que van desde las nuevas materias primas a los innovadores tejidos técnicos e inteligentes, el diseño o la moda. Y junto a él, han cogido fuerza otros sectores como el de la cosmética o la alimentación, con empresas que mantienen sus raíces en la ciudad pero que son ya internacionales.
Sin embargo, la ciudad afronta nuevos desafíos como capital económica y empresarial de la comarca. Por una parte, necesita robustecer su tejido industrial, ofreciendo también oportunidades a las empresas que deseen formar parte de él. Por otra, tiene la oportunidad de ser pionera en el proceso de transformación digital y en la transición hacia un modelo económico más sostenible. Todo ello, sin olvidar su capacidad de adaptación y sin dejar de aprovechar las oportunidades que ofrecen nuevos sectores como la robótica, la digitalización o la inteligencia artificial.
Para alcanzar estos objetivos, el Ayuntamiento de Alcoy ha elaborado un Plan de Impulso Industrial que presenta bajo la marca "Impulsalcoi" y que plantea una treintena de acciones a llevar a cabo hasta el año 2023, centradas en potenciar el tejido empresarial, tanto el que ya está arraigado en la ciudad como todo aquel que quiera asentarse en ella. A través de seis ejes de acción, la estrategia se marca como primeros pasos mejorar el posicionamiento de Alcoy como ciudad industrial y fomentar el talento humano. En este sentido, se plantean diferentes líneas que van desde potenciar el emprendedurismo a reducir la brecha de género en la industria, mejorar la empleabilidad y reinvertir en la ciudad el talento que se genera en el ámbito local.
El tercer eje, denominado "Impulso Industrial", incluye los aspectos más innovadores, como la puesta en marcha de un programa de simplificación y coordinación administrativa y de una oficina integral de apoyo a la industria. Asimismo, el consistorio está ya trabajando en la elaboración de una encuesta para detectar las necesidades y recoger propuestas de mejora, al tiempo que ha encargado la elaboración de un documento que ordene el mapa de industrias, empresas y comercios por sectores para poder ofrecer soluciones e información personalizadas.
Alcoy es consciente de que no puede competir ofertando grandes extensiones de terreno barato, llano y a pie de autovía. Sin embargo, apuesta por la calidad como rasgo distintivo. Esta se alcanza con zonas industriales ordenadas, cada vez mejor conectadas y mejor dotadas, con un especial interés en conseguir que estas sean declaradas áreas industriales avanzadas, objetivo en el que ya está trabajando. La inversión en las áreas industriales de la ciudad ha alcanzado los cuatro millones de euros en los últimos años, a los que se prevé añadir otro millón y medio en el presente ejercicio, a través de las ayudas del IVACE y del presupuesto reservado en los presupuestos municipales.
El Plan de Impulso Industrial se ha redactado en sintonía con el resto de estrategias de ciudad y con la Agenda Urbana 2030, que tiene en Alcoy un modelo para su implantación en España. Así, uno de los ámbitos en los que más se incide es el de la transición ecológica: la apuesta por la descarbonización de los procesos productivos, la movilidad inteligente y sostenible y la eficiencia energética, que se verán incentivadas a través de una política fiscal con bonificaciones a las empresas.
Otra de las constantes de este Plan es trasladar al empresariado de la ciudad la seguridad de que puede contar con el consistorio como un aliado, estableciendo hilos de comunicación directos y circuitos mucho más ágiles y centralizados para resolver cualquier trámite administrativo. Y al mismo tiempo, atraer nuevas iniciativas que busquen asentarse en el término municipal.
La apuesta de Alcoy combina otros muchos atractivos. Destaca la calidad de vida que ofrece esta ciudad de tamaño mediano, bien conectada con los puertos y aeropuertos de Valencia y Alicante a través de la Autovía del Mediterráneo y a pocos kilómetros de la estación de AVE más cercana, la de Villena, que conecta directamente con Madrid.
Otro de los activos con los que cuenta es la arraigada presencia universitaria, con el campus de Alcoy de la Universitat Politècnica de València como principal referente. Un campus que crece cada año y que acaba de alcanzar su récord de matriculación, con más de 700 alumnos inscritos y un completo catálogo de másteres propios, cursos de especialista universitario y cursos de especialista profesional. Este generador de talento se completa con la implantación de un campus de la Universidad de Alicante, la experiencia y el prestigio de la Escuela de Arte y Superior de Diseño de Alcoy, así como por la red de centros de Formación Profesional con los que cuenta la ciudad, formada por seis centros focalizados en sectores concretos como el Medio Ambiente y Química Ambiental, Sanidad, Sociocultural, Mecánica, Hostelería, Turismo o Finanzas.
Si existe un ejemplo de la evolución que busca Alcoy, enlazando su pasado industrial con un futuro apoyado en la tecnología y la digitalización, esa es la antigua fundición de Rodes, que en un futuro cercano se convertirá en parque tecnológico–sociocultural. La parte central del proyecto, presupuestada en 7’4 millones de euros, ya está licitada y las obras comenzarán este mes de octubre de 2021 sobre toda una manzana en pleno barrio de Santa Rosa, uno de los más densamente poblados de la ciudad. Esta obra es el buque insignia de la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible Integrado (EDUSI) Alcoidemà, que la Unión Europea financia al 50%. Por su parte, la Generalitat Valenciana aportará 2,6 millones (35%) y el consistorio correrá con un 15% del proyecto, lo que supone 1,1 millones de euros.
Con una superficie construida de casi 12.000 metros cuadrados, entre edificios destinados a usos culturales y tecnológicos, el complejo se asentará en una parcela de 6.408 metros cuadrados accesible desde diferentes puntos de las calles que conforman la manzana, lo que permitirá atravesar todo el conjunto.
El bloque más importante del futuro parque de Rodes, en el ángulo formado por las calles Salvador Allende y Agres, estará conformado por diferentes naves en las que se asentará un centro de desarrollo empresarial especializado en las nuevas tecnologías y la innovación. Un motor para la dinamización empresarial de la ciudad y del territorio, que además ha sido elegido por Distrito Digital, en su proceso de expansión en la Comunidad Valenciana, para asentar su primera sede fuera de Alicante capital. Las sinergias se completarán con las actividades de investigación y formación centradas en robótica e inteligencia artificial de la mano del campus de Alcoy de la Universitat Politènica de València, institución con la que el consistorio ya ha firmado la ‘Cátedra Industria Digital’, que servirá para definir e impulsar el proceso de transformación digital y de atracción de nuevas empresas ubicadas en el Parque Tecnológico de Rodes.
La recuperación de la manzana de Rodes y su puesta en valor no acabarán aquí. En total, el proyecto supone en total una inversión de 12 millones de euros y se completa con otras dos obras de envergadura. La primera recuperará los dos edificios en altura situados en la calle Tibi, anteriormente destinados a viviendas y en los que se integrará el centro administrativo, donde estarán ubicadas las oficinas municipales. Aquí también habrá un área tecnológica y de investigación en la que se instalará un centro de desarrollo empresarial especializado, con oficinas para talleres y reuniones y un coworking público. Las obras que permitirán recuperar estos dos inmuebles están valoradas en otros 2,3 millones, de los que el Ayuntamiento de Alcoy aportará el 55% y la Diputación de Alicante el 45% restante.
Completará el proyecto la recuperación del antiguo taller de carruajes diseñado por Timoteo Briet en 1909 y que será la sede del Centro de Desarrollo Turístico de Interior (CDTi) de la Generalitat. Estas obras, valoradas en 2,1 millones de euros estarán sufragadas en su totalidad por la Agencia Valenciana de Turismo y devolverán a la vida uno de los edificios más claramente modernistas de todo el conjunto, con una imponente fachada en la calle Agres. En su interior, se distribuirá una zona de coworking y un aula polivalente para exposiciones y muestras, zonas de administración y despachos para Turismo e INVATUR.