ALICANTE. La ciudad de Alcoy acoge varias exposiciones como aderezo a la semana que dedica a la época de finales del siglo XIX hasta el XX, del 16 al 22 de septiembre. “Hubo un siglo, probablemente el más bello de todos, que pudo apuntarse al horror del sentimiento sin desenganchar los pies de la razón; que formuló grandes ideas (…) y que trabajó con palabras y cifras, la ciencia, y hundió a la vez las manos en el material viscoso del romanticismo”, decía el periodista Enric González, en su texto A propósito del siglo XIX.
Bajo este pretexto literario se articula la muestra Modernismo e Invención que la sala de exposiciones Fundación Mutua Levante de Alcoy inauguró la semana pasada y que podrá visitarse hasta finales de este mes de septiembre. El tiempo que transcurre desde la construcción de la Tour Eiffel en la Exposición Universal de París de 1889 y el estallido de la Primera Guerra Mundial, con el uso del gas mostaza y la nueva tecnología de guerra, sirve de telón de fondo para presentar los resquicios de un arte, llamado Modernismo quien, con su hermana, la Revolución Industrial, enmarca esta ingeniosa exposición.
La propuesta pretende ser un muestrario de unas pocas piezas representativas de los inventos de una época, de aquellas máquinas e instrumentos que, contemporáneamente al Art Nouveau, son testimonio del desarrollo tecnológico que cambió profundamente la manera de vivir. Acompañados bajo el gran ‘leitmotiv’ de los Lumière como audiovisual indispensable, que permite poner chasquidos y sonidos motores al proyecto visual, la Fundación se compromete, por tercer año, con la Semana Modernista de Alcoy, después de debutar a lo grande con figuras como Sorolla, coetáneo de esa época.
Nada, absolutamente nada, sería lo mismo hoy en día sin la electricidad. Aunque se había ‘tonteado’ con ella anteriormente, en los siglos XVII y XVIII, no sería hasta finales del XIX cuando llegarían las aplicaciones industriales y residenciales. Una parte de la exposición en la Fundación Mutua Levante llega precisamente por aquí, destacando el papel de dos de sus promotores. Nikola Tesla y Thomas Alva Edison. En este sentido, y como previa, cabe destacar el aterrizaje de la locomotora a vapor como uno de los paneles expositivos destacados. Aunque este episodio se produjo en 1825, por parte de George Stephenson, no sería hasta el 17 de junio de 1892 cuando el primer ferrocarril llegaría hasta la ciudad de Alcoy, procedente de Gandía. Una de las piezas estrella que nos ofrece la muestra es, exactamente, una maqueta del tren ‘Xitxarra’: réplica en miniatura del tren a vapor que conectaba a la ciudad con el puerto de Grau del municipio valenciano y que contaba, en 1895, con 9 locomotoras, 84 vagonetas descubiertas, 15 cubiertas, 30 vagones para pasajeros y 2 para el transporte animal.
La costura y la escritura. Dos de las grandes artes creativas que se verían fuertemente influenciadas, y beneficiadas, con el Modernismo. Junto a una pieza del sello Singer, la exposición ha sacado a relucir una máquina de escribir con doble teclado, aquella famosa invención que tocó tan de cerca Mark Twain. En el recorrido de la muestra, cabe señalar, fruto de colecciones tanto privadas como de la antigua Escuela Industrial de Alcoy, hay espacio para otras dos obras de auténtico arte: dos inventos que supusieron una revolución en las comunicaciones. Emile Berliner tiene la fantástica idea de parir, en 1888, una evolución de lo que era conocido como el fonógrafo: el gramófono. Este es uno. La autoría del teléfono, que no podía obviarse en esta exposición, recoge la eterna disputa en este espacio, y que parece haberse esfumado del mítico Graham Bell al italiano Antonio Meucci.
En definitiva, la selección acurada de objetos que propone la sala expositiva es un compendio de una época de éxitos continuados. No es la única muestra: Alcoy ha preparado otras propuestas, como una visita a la casa de Doña Amalia, figura central de su tercera Semana Modernista, exposición incluida, un recorrido por la industria del papel en Alcoy, en la sala de arte La Capella, además de una muestra sobre retratos modernistas de la burguesía alicantina en los estudios fotográficos, en la sala multiusos del edificio Carbonell del campus de Alcoy de la UPV. Un entramado para revivir, de todas todas, aquellos maravillosos años modernistas.
