ORIHUELA. Ciudadanos Orihuela es el único partido con representación en el Consistorio que presenta una nueva cara para encabezar su proyecto el 26-M. José Aix, (Orihuela), que fue designado coordinador provincial de la formación en 2017, pasa a ser el alcaldable de cara a los comicios locales. Juan Ignacio López-Bas pasa al Congreso de los Diputados y deja una carpeta de labores para Aix, que deberá administrar a partir de ahora. La principal incógnita es si será la clave para el gobierno local y si, de no resultar la lista más votada, se aunará con izquierda o derecha. En 2015 Cs coqueteó con ambas posiciones. Habrá que ver qué sucede a partir de este domingo.
¿Cuál es su balance de mandato, teniendo en cuenta que Ciudadanos ha estado dentro y fuera del equipo de gobierno?
Estos cuatro años han tenidos dos partes claramente diferenciadas: por un lado, los dos primeros años, en los que nos centramos en hacer una oposición constructiva, favoreciendo el funcionamiento del ayuntamiento y evitando en todo momento caer en el bloqueo sistemático de las iniciativas por el mero hecho de estar en la oposición. Entendíamos que ese primer tramo de la legislatura, con un gobierno popular en minoría y con escasa experiencia política, requería una actitud responsable por nuestra parte, y que era, por tanto, nuestro deber apoyar aquellas iniciativas que nos parecían buenas para Orihuela y los oriolanos y rechazar, por el contrario, aquello que no considerábamos oportuno.
Por otro lado, desde finales de enero de 2017, ya con nuestros tres concejales incorporados al equipo de gobierno, apostamos por trabajar muchísimo desde nuestras áreas. En estos dos años, desde las áreas dirigidas por los tres ediles de Ciudadanos se han ejecutado múltiples proyectos y se han desarrollado muchísimas iniciativas, pero nos gustaría haber tenido una mayor representación para haber influido de una manera más directa en muchas de las decisiones que durante este tiempo se han tomado. Al mismo tiempo, hemos sido absolutamente leales a nuestros socios de gobierno y hemos sido nosotros los que hemos aportado la necesaria estabilidad que tanto reclamaba nuestra ciudad, sobre todo teniendo en cuenta la grave crisis interna que ha sufrido el Partido Popular en esta legislatura.
¿Cuáles serán sus bases y proyectos para si encabezan el equipo de gobierno en los próximos cuatro años?
Nosotros queremos una ciudad más cómoda, más accesible, más limpia y que ofrezca más oportunidades para los que somos de aquí, y, que, como no puede ser de otra manera, saque el máximo rendimiento al potencial que tiene. Para conseguir estos objetivos, hemos diseñado un programa electoral con cien medidas que tiene los siguientes objetivos: reorganizar la administración local para hacerla más coherente y eficaz; un territorio sostenible y unas infraestructuras eficientes; mejorar nuestros servicios; potenciar el carácter patrimonial y cultural de Orihuela; fortalecer los servicios sociales y, por último, seguir dando voz a los oriolanos, brindándoles la oportunidad de que sean ellos quienes, con sus propuestas, concreten durante los próximos cuatro años este programa electoral abierto.
¿Desde qué situación partirá el mandato en Orihuela a partir de junio de 2019, mejor o peor que en 2015?
Estos cuatro años nos han permitido profundizar en el conocimiento de la administración local y detectar con mayor precisión los problemas reales de Orihuela. Además, hemos acumulado experiencia tanto en la oposición como en el gobierno, por lo que afrontamos esta nueva legislatura con muchísimas más garantías, ya que nuestra candidatura combina a partes iguales el carácter continuista –representado especialmente por Luisa Boné y Mar Ezcurra-, con la necesaria renovación que abanderan personas tan capaces como Ramón López, Dominique Giménez, Paula Molera o Ainhoa Ortiz, por citar solo algunos ejemplos.
Por otro lado, la elección de Juan Ignacio López-Bas como diputado nacional, refuerza no solo el proyecto de Ciudadanos sino también el de la propia ciudad, pues, a partir de ahora, el nombre de Orihuela y las reivindicaciones de los oriolanos sonarán con fuerza en el Congreso, la institución donde reside la soberanía nacional.
¿Qué pasó para no apoyar la moción de censura hacia Emilio Bascuñana?
No perdimos ninguna oportunidad porque el amago de moción de censura por parte de la oposición era, en realidad, una estrategia de Carolina Gracia para rearmarse, consciente de la debilidad que en ese momento tenía internamente su grupo municipal, como más tarde se demostró con la marcha de Antonio Zapata y Carmen Gutiérrez. Como miembros del gobierno, entendíamos que, si el problema era el señor Bascuñana y había que apartarlo de la Alcaldía, la única solución posible pasaba por ocupar nosotros ese espacio y que los demás se sumaran a un gobierno de unidad para afrontar los últimos meses de legislatura sin que se pusiera en riesgo la estabilidad municipal. La negativa a apoyar nuestra propuesta confirma que para Gracia era más importante conseguir ella la alcaldía que la higiene democrática que argumentaba en su lucha contra el regidor oriolano.
¿Qué propuestas tienen para las pedanías y la Costa?
Mientras otros hablan de descentralizar el poder político, en Ciudadanos apostamos por medidas más concretas y efectivas que suponen una descentralización real. Por ejemplo, apostamos por elaborar y aprobar, por fin, un PGOU que garantice vivienda y suelo industrial en pedanías, sostenibilidad residencial y turística en la costa, y promoción del turismo rural compatible con la protección del medio ambiente en el interior. Vamos a implantar en la costa oriolana un servicio territorial permanente y propio dotado de arquitectos, ingenieros y personal administrativo para la gestión del urbanismo, las infraestructuras y los servicios municipales de esa zona. Entre otras muchas decisiones que adoptaremos de manera urgente cuando lleguemos al gobierno, rediseñaremos el servicio de recogida y eliminación de residuos para lograr que sea efectivo y satisfacer así las demandas vecinales.
El PP de Orihuela está dividido ¿Cómo ha repercutido a lo largo del mandato?
Las discrepancias en el seno de un partido político suelen ser habituales e incluso saludables siempre y cuando vayan encaminadas a forjar o a cohesionar un proyecto colectivo. El Partido Popular lleva años enfrascado en luchas internas, pero quizás en estos últimos cuatro años las discrepancias ya han entrado en un camino sin retorno que es de dominio público, pues han sido ellos quienes han aireado sus propios problemas. No sé si la delicada situación del PP, que proyecta unidad en las campañas electorales y luego ni se miran durante los cuatro años de legislatura, les pasará factura, pero a mí no me gustan nada esas situaciones y creo, además, que los oriolanos se merecen más respeto y más seriedad por parte de los que aspiramos a ser sus representantes en el Ayuntamiento.
¿Cree que tiene posibilidades de Gobierno reales? ¿Qué pactos a posteriori plantearía para estar en el equipo de Gobierno local?
Nosotros salimos a ganar. Tenemos un proyecto ganador, un equipo ganador y sabemos que estamos en disposición de ser la lista más votada el próximo 26 de mayo, aunque somos conscientes de que se han acabado los tiempos de las mayorías absolutas y que, por tanto, sea cual sea la fórmula, una vez pasadas las elecciones, nos tocará sentarnos a hablar unos con otros para tratar de llegar a acuerdos. En un momento en el que a los políticos se nos pide generosidad y diálogo, desde Ciudadanos interpretaremos el mensaje de los oriolanos y buscaremos asumir el liderazgo de la política local siempre llegando a acuerdos programáticos en beneficio de nuestros vecinos. Los resultados de las pasadas Elecciones Generales muestran que Ciudadanos es el partido con representación municipal que más ha crecido, incluso por encima del PSOE, que ha aprovechado la inercia de tener a Pedro Sánchez como presidente del Gobierno. Por otro lado, nos encontramos con un Partido Popular que, lejos de remontar el vuelo, ha sufrido un batacazo histórico, perdiendo la mitad de votos de los anteriores comicios a estos últimos.