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la ilustradora pone a la venta más de 500 láminas para obtener material sanitario

Aina Farm utiliza su arte para combatir la pandemia

28/03/2020 - 

ALICANTE. Esta especie de arresto domiciliario —o confinamiento— nos está sirviendo para que valoremos esas cosas sencillas que nos hacían felices, aunque no nos hayamos dado cuenta de ello hasta que las hemos perdido. La situación es difícil, pero pasará y, gracias a la cultura, habrán sido muchos los que hayan logrado mantener el juicio. Han sido cientos los artistas que han liberado su contenido, el fruto de mucho esfuerzo y sacrificio, y lo han hecho como un acto de generosidad y solidaridad para el público general. Como una especie de ofrenda de un bien de primera necesidad, como aseguraba Roo Castillo en entrevista para Alicante Plaza

Pero la cosa no acaba ahí, porque en esta complicada situación que está viviendo España y el mundo, el arte puede ser también un medio para conseguir parar la crisis desatada, o al menos arrimar el hombro y aportar un granito de arena para intentarlo. Cada uno desde su humilde ámbito de actuación, hace lo que puede, aunque toda aportación siempre es bienvenida, obviamente. Es el caso de la ilustradora alicantina Aina Farm, que ha puesto a la venta todas sus láminas —más de quinientas— para tratar de recaudar fondos con los que comprar material sanitario, tan necesario en estos momentos en todos los hospitales.

Están a la venta en formato A3 y A4, al precio de quince euros y diez euros, respectivamente. En total, calcula que podría alcanzar los 7.000 euros si se vendieran todas las láminas que almacena. "Estaba yo dándole vueltas a esto porque, al tener más tiempo libre en casa, pues pensé que era el momento de aprovechar para dibujar, pero al mismo tiempo pensaba que así no conseguía nada. Quise hacer algo por ayudar en esta situación y lo más necesario ahora es material sanitario", explica. Así que habló con la plataforma Alicante Ayuda para ofrecer su colaboración. De esta forma, irá haciendo pequeñas donaciones conforme se vayan vendiendo las láminas y vaya enviándolas a domicilio a los compradores. 

"Dibujando no hacía nada, pero vendiendo lo que ya había dibujado sí que podía colaborar", sentencia. El anuncio en sus perfiles en redes sociales se topó con una respuesta inmediata por parte de sus seguidores. En pocas horas vendió medio centenar de ellas, y la cifra sigue subiendo. "Lo iré entregando por remesas, para ir cuantas menos veces mejor a Correos, —siguiendo los consejos de las autoridades sanitarias— y, al tiempo que los envíe, iré haré también la entrega del dinero recaudado, al que solo se le restarán los gastos de envío", detalla. Todo lo demás irá íntegro a esta entidad de ayuda que coordinará las donaciones de la artista alicantina y las del resto de particulares que también colaboran con aportaciones. 

La venta de sus láminas, no solo no le reportará beneficios a ella, sino que además se quedará sin stock para participar en las iniciativas culturales en las que vende sus creaciones. "Hice toda esta cantidad de láminas para llevarlas a los mercados de diseño y otras actividades en las que participo, pero ahora tendré que volver a pintar, aunque tengo tiempo para hacerlo", explica la ilustradora. Era la ocasión para apoyar la causa y se ha visto motivada a ello. "Era el momento de colaborar y yo solo podía hacerlo con mi arte, así que eso he hecho", afirma. 

"Así, al menos, la gente tiene cuadros bonitos en casa... por una buena causa", asegura. Ahora empezará desde cero. Se lo toma como un renacer artístico, enfocándose en nuevos proyectos y fuentes de inspiración. De hecho, ella, que se caracteriza por el uso de la tablet y el pincel digital, está volviendo a crear desde el origen. "Estoy volviendo a la técnica analógica porque con tanta información que estoy recibiendo a diario vía digital, pues, al final lo que menos me apetece es tener delante otra pantalla para pintar". Vuelve así atrás y coge de nuevo el pincel para reinterpretar algunas de sus obras anteriores. 

Este proceso le está sorprendiendo. "Estoy pasando algunas de mis ilustraciones digitales a la versión analógica", explica, cuando el proceso habitual, en todo caso, habría sido justo al contrario. "Pensaba que me saldría algo parecido, pero estoy viendo que con este proceso hago algo completamente nuevo y muy distinto", confiesa. "Aunque quiera, no puedo hacer lo mismo, es como una ilustración nueva", explica. Seguirá experimentando. 

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