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El centro tecnológico ayuda a la industria del juguete a modernizarse

Aiju explora oportunidades de la realidad virtual: catálogos que cobran vida y formación inmersiva

1/10/2023 - 

VALÈNCIA (EP). El Instituto Tecnológico de Producto Infantil y Ocio Aiju ha concluido un proyecto para ahondar en las oportunidades que ofrecen las tecnologías inmersivas en sectores como el juguete, pero también la salud, la educación y los entornos industriales: desde elaborar catálogos comerciales en los que el cliente puede sumergirse con gafas de realidad virtual hasta desarrollar programas que faciliten la formación de los trabajadores en el manejo de determinadas máquinas.

La línea I+D en tecnologías inmersivas, con financiación del Instituto Valenciano de la Competitividad Empresarial (Ivace), se ha centrado en "buscar la innovación a través de la tecnología y mejorar el producto de las empresas gracias a herramientas como la realidad virtual y la realidad aumentada", según ha explicado a Europa Press el project manager en el área ICT&Health de Aiju, José Carlos Sola.

Con una duración de un año, el proyecto ha finalizado este mes de septiembre y ha resultado en "el desarrollo de entornos virtuales que pueden complementar a los entornos reales", así como un mayor conocimiento de Aiju sobre los nuevos dispositivos de tecnologías inmersivas en el mercado, para poder ayudar a las empresas "en cualquier ámbito o sector" a implementar las que mejor se ajustan a sus objetivos, ya que "hay muchas empresas que no tiene los recursos para investigar". "Ahí entramos nosotros, para facilitar esa transición tecnológica", ha comentado.

"La gran mayoría de empresas del juguete no son muy grandes y si quieren sacar un producto un poco más innovador les cuesta. Ahí es donde tienes que estar, para echarles esa mano y poder ayudarles a sacar los mejores productos. Hay empresas súper tradicionales, por ejemplo de muñecas que todavía se hacen a mano, y tenemos que estar en contacto con ellas. Saben que hay que ir adaptándose o estarás condenado. Los niños cada vez juegan más con la tablet, la Playstation y el ordenador", ha comentado el experto.

José Carlos Sola. Foto: EFE/MORELL

Pero el proyecto no solo se centra en este sector, sino que los investigadores trabajan en colaboración con diferentes industrias, ya que aunque "mucha gente conoce Aiju como el Instituto del Juguete, las cientos de empresas asociadas son de todos los sectores, desde colegios e institutos hasta empresas de automóvil". "Estamos un poco encasillados con el juguete pero abarcamos más", ha asegurado José Carlos Sola.

Catálogo de mobiliario con realidad virtual

Por ejemplo, en este proyecto, han recreado en realidad virtual el catálogo de una empresa de mobiliario de oficina, Actiu. "Cuando te pones las gafas puedes coger una silla, levantarla o mirar sus texturas. Es un catálogo un poco más interactivo para que el cliente se haga una idea más sólida de sus productos", ha explicado.

El investigador ha destacado que este catálogo se está utilizando "a modo de 'showroom' en ferias" y, además, si la empresa tiene un cliente que se encuentra en otro país, él y los trabajadores "se pueden conectar a la misma sala virtual y el comercial de Actiu puede mostrar los modelos, cambiar las texturas y enseñar una idea más aproximada de lo que pueden adquirir", ha detallado Juan Carlos Sola, que apunta que esta técnica permite minimizar costes y gastos.

Gamificación de una rehabilitación

Además, las tecnologías inmersivas permiten a los investigadores de Aiju introducir la gamificación para "aprender o rehabilitarse jugando". En el ámbito de la salud, las han puesto en práctica en un entorno hospitalario con una bicicleta estática, para que pacientes en rehabilitación, al colocarse las gafas, se adentren "en un entorno más tranquilo, de paz e hiperrealista".

Imagen de archivo. Foto: JESSICA LEWIS/PEXELS

Mientras que "a una persona que tiene que estar cara a cara con el médico le cuesta más" el proceso, "sentarse en una bicicleta y pedalear viendo paisajes, animalitos, pajaritos, o ir por la playa, es mucho más placentero y el paciente se olvida un poco de que está en un hospital controlado por médicos", ha detallado el experto.

En el ámbito de la formación, enfocada especialmente a trabajadores, los investigadores pueden conectar con cuatro plataformas de realidad virtual que, además de la visualización, permiten al usuario desplazarse, mirar y tocar con los mandos. "Se utiliza para formar a trabajadores antes de empezar con una máquina real, de esta forma minimizas riesgos laborales. Puede haber un trabajo de cuatro personas dentro de la misma sala virtual, como si estuvieran trabajando en una cadena de montaje", ha precisado.

También en el entorno industrial, en este proyecto de Aiju se ha recreado una máquina para una empresa que no sabía si podría integrarla en sus instalaciones. Se recreó virtualmente para comprobar que sus dimensiones y requisitos técnicos eran factibles de implementar.

"Hay que estar a la última seas quien seas"

"La investigación tecnológica la puedes extrapolar a todo; al final, cuanto más sectores o empresas distintas abarcas, más amplio es tu conocimiento y tienes un pensamiento más global, lo que te ayuda a que las facilitar que las empresas sean más competitivas y se posicionen mejor en los mercados", ha resaltado el project manager en el área ICT&Health de Aiju, antes de añadir que, "ahora mismo, con todo el tema de ChatGPT y la inteligencia artificial, hay que estar siempre a la última seas la empresa que seas".

Imagen de archivo. Foto: THISISENGINEERING/PEXELS

Respecto al grado de asimilación de estos avances por parte del tejido valenciano, Sola considera que, así como "hace unos años las empresas estaban más reticentes a incluir la tecnología, actualmente estamos más subidos al tren, porque al final te das cuenta, sobre todo en el juguete, que hay que adaptarse o morir", con las consolas ganando terreno al juguete tradicional cuando llegan las navidades.

Lo mismo ocurre en la integración de las tecnologías inmersivas en los procesos de producción. "Las empresas cada vez están más concienciadas en innovar en la fabricación, hay empresas muy artesanales y pueden ahorrar tiempo o detectar que una máquina va a fallar antes de que lo haga", ha explicado.

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