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el administrador concursal solicitó la liquidación en 2017

Adiós definitivo al 'low cost' Gymgo 24: el juez cierra el concurso y extingue la empresa

17/12/2018 - 

ALICANTE. Una de las marcas más conocidas del segmento de los gimnasios 'low cost' en Alicante durante los últimos años, Gymgo 24, ha dejado definitivamente de existir. Según una resolución del juzgado de lo Mercantil 1 de Alicante a la que ha tenido acceso este diario, el juez dictó el auto de conclusión del concurso el pasado noviembre, tras cumplir el plan de liquidación propuesto por el administrador concursal, el abogado alcoyano Roque Monllor.

Como adelantó Alicante Plaza en su momento, Gymgo 24 solicitó el concurso voluntario de acreedores hace justo dos años, a finales de 2016. La empresa, fundada cuatro años antes y que llegó a gestionar tres centros deportivos 'low cost' en Alicante, Murcia y València, ya había cerrado el centro murciano y arrastraba unas importantes pérdidas de los dos ejercicios anteriores. En un primer momento, el gimnasio siguió abierto con la empresa intervenida por el administrador concursal, pero pocos meses después éste solicitó la liquidación de la firma. Entre noviembre y febrero, el administrador estuvo recopilando los créditos contra Gymgo, fundamentalmente de los bancos que financiaron su puesta en marcha y algunos proveedores.

Hasta abril del pasado año, más o menos, los centros deportivos de la franquicia siguieron funcionando con normalidad, con la política de precios bajos como principal gancho, aunque a todas luces insuficiente. Gymgo ofrecía una tarifa de 19,90 euros al mes si el socio permanecía un año como mínimo, y de 24,90 euros sin permanencia. Con este precio, el usuario tenía acceso a todas las salas del centro deportivo y las clases que en él se impartían. En la capital alicantina queda media docena de marcas que siguen el modelo del desaparecido Gymgo 24, con precios que oscilan entre los 20 y los 50 euros al mes.

Durante la fase de liquidación, no ha aparecido ningún interesado por rescatar la marca y los centros deportivos, que están cerrados desde hace más de un año. En realidad, Gymgo solo obtuvo beneficios en 2014, cuando facturó más de un millón de euros. Y aún así, ese beneficio fue de apenas 13.710 euros, insuficiente para enjuagar las pérdidas de los ejercicios anteriores. El umbral de la rentabilidad del centro, de esta manera, quedó fijado en ese millón de euros de ingresos, por debajo del cual la firma ha incurrido en pérdidas una y otra vez. Gymgo solicitó el concurso de acreedores voluntario apenas medio año después de aprobar unas cuentas (las de 2015) que arrojaban unas pérdidas de cientos de miles de euros. Detrás de la quiebra, la caída de un 20% de los ingresos de un año para otro y el alto coste de mantener las instalaciones.

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