ALICANTE. La empresa alcoyana de conservas de aceitunas Cándido Miró, más conocida por su marca comercial Aceitunas Serpis, sufrió un ligero retroceso de las ventas en el último ejercicio, tras varios años consecutivos creciendo, pero aún así logró anotarse un importante beneficio después de impuestos, en línea con los años anteriores. La caída de las ventas, en torno al 5,5%, se debió fundamentalmente al comportamiento del mercado exterior, según explica la memoria de las cuentas anuales de 2019 consultadas por Alicante Plaza.
De esta forma, Serpis facturó un total de 35,1 millones de euros, frente a los 37,2 millones que ingresó en 2018, un 5,5% menos. Esta cifra de negocio es la más baja desde 2015, cuando Cándido Miró facturó algo más de 28 millones de euros. En los últimos ejercicios, las ventas de la firma alcoyana habían rebasado los 37 millones de euros, aunque en 2018 ya experimentó un ligero retroceso. Según el informe de gestión adjunto a las cuentas, la caída de la facturación es "debido fundamentalmente a una disminución de las ventas internacionales, las cuales estaban previstas".
Según el desglose de ventas por mercados geográficos, la facturación de Aceitunas Serpis en España aumentó un 2,5% respecto al ejercicio anterior, hasta los 20,6 millones de euros. En cambio, las ventas a la Unión Europea retrocedieron un 1,3% hasta los 3 millones, y en el resto del mundo cayeron aún más, un 16%, hasta quedarse en 11,4 millones de euros (un año antes la facturación internacional alcanzó los 13,6 millones). Así, el comportamiento de las exportaciones lastró el volumen de negocio de la compañía alcoyana el pasado ejercicio.
No obstante, tal como destaca el mismo informe de gestión, "a pesar de la pequeña disminución de ingresos el resultado del ejercicio ha mejorado sobre la cifra de ventas respecto al ejercicio anterior, originado fundamentalmente por la mayor productividad y la mejor gestión de compra". En este sentido, las cuentas reflejan un beneficio de 2,95 millones de euros, prácticamente 'empatado' con el resultado de 2018, que fue de 3,12 millones. De esta forma, como indicaba el informe, mejora la relación resultado/facturación.
En los últimos cinco años, de hecho, Cándido Miró viene arrojando importantes beneficios: 1,4 millones en 2015; 2,5 millones en 2016; casi 3 millones en 2017; 3,12 millones en 2018 y los citados 2,95 millones el último ejercicio. En total, cerca de 13 millones de euros de ganancia neta en un lustro, que han reforzado notablemente los recursos propios de la empresa en forma de reservas. El informe destaca precisamente que "la sociedad presenta una situación financiera muy saneada, con un elevado fondo de maniobra y un alto componente de fondos propios, con escasa deuda bancaria". El pasivo recoge apenas 1,1 millones de deuda bancaria a largo plazo.
El informe de gestión hace alusión también al impacto del coronavirus en la actividad de la empresa, dado que las cuentas se formularon el 31 de agosto de este año, cuando ya había pasado la primera ola. En este sentido, los administradores del Serpis indican que "se estima que el impacto no será significativo". Cabe recordar que la empresa alcoyana, como todas las del sector de la alimentación, fue considerada actividad esencial durante el confinamiento, y que la caída de las ventas al canal horeca se compensó con un incremento de la demanda particular en las tiendas y supermercados.
La firma aceitunera nació en el año 1950 en Alcoy, cuando la ciudad de los puentes 'inventó' las aceitunas rellenas (por la influencia de la emigración andaluza, y concretamente de la provincia de Jaén). Durante siete décadas la empresa creada por Cándido Miró ha competido con La Española en el sector que ambas inventaron, el de las conservas de aceitunas de todo tipo. Hace ocho años, la firma abandonó sus antiguas instalaciones en el casco urbano para instalarse en la carretera de Banyeres, donde ha seguido creciendo. En el último ejercicio empleó a cerca de 80 personas.