VALÈNCIA (EP). El líder de Vox, Santiago Abascal, ha llamado este domingo a sus seguidores a "recuperar la democracia" de manos de "gobernantes, multinacionales y medios de comunicación". Y lo ha hecho en un multitudinario mitin en el que se ha rodeado (a través de las pantallas) de figuras internacionales como Donald Trump, Giorgia Meloni o los líderes de Polonia y Hungría.
Abascal ha cerrado este domingo desde el escenario el Viva22, el macroevento celebrado por Vox en el espacio MadCool de Madrid para insuflar ánimo a sus bases, más aún tras las turbulencias internas vividas durante las últimas semanas. Pese a los miles de fieles que han apoyado a sus dirigentes -15.000 según la organización-, Vox no ha logrado llenar el recinto durante la presentación de sus líneas políticas para los próximos meses.
Estas se basan en el programa 'España Decide', con el que el partido defiende la convocatoria de referéndums sobre asuntos como la inmigración, la política energética, el agua, la educación o la igualdad.
"¿Cómo hemos llegado hasta aquí? Quienes tenían que proteger nuestra economía, nuestra libertad, nuestras instituciones, la seguridad de nuestra nación y nuestra soberanía han traicionado a su pueblo", ha denunciado Abascal, que ha dibujado una situación "grave", con España y el resto de soberanías europeas "al borde del abismo".
Vox ha querido mostrar unidad con discursos preparados con el objetivo de alejar cualquier sombra de crisis. "Gracias por venir una vez más a insuflar el ánimo que querían arrebatarnos", ha dicho Abascal a un público que coreaba gritos de 'presidente', 'presidente'.
En esta línea, Ignacio Garriga se ha estrenado como secretario general señalando a su antecesor en el cargo, Javier Ortega Smith, como uno de sus referentes políticos y ha apostado por el éxito de Vox en las elecciones autonómicas y municipales del próximo año.
Así, Abascal ha rechazado "los ataques que arrecian contra Vox" y ha defendido una España que escuche a sus ciudadanos, con críticas al "expolio fiscal", la "competencia desleal" de productos que llegan del extranjero o la "inseguridad galopante". "Se ha esfumado la España segura en la que se podían dejar las puertas de las casas abiertas, no tenemos casas seguras porque están ocupadas, no tenemos fronteras seguras y por eso no tenemos calles seguras", ha denunciado.
En este contexto, ha repartido críticas entre partidos políticos, grandes empresas, medios de comunicación, sindicatos "progres" y "señoritos separatistas". Todos ellos cree que "han dado la espalda a los intereses de España" y "viven en realidades paralelas que patrocinan ideologías ridículas, cuando no criminales".
El líder de Vox ha hecho un alegato contra los impuestos -"el dinero donde mejor está es en el bolsillo de los españoles"- y ha avisado al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de que si saliera a la calle vería a ciudadanos que "no quieren ser subvencionados".
Frente a esto, ha presentado su plan para que "nadie vuelva a tomar decisiones a espaldas de los ciudadanos", y que basa en el artículo 92 de la Constitución, que contempla la convocatoria de referéndums. "Tendrán que oírnos cuando pretendan imponer consensos podridos de intereses bastardos y ajenos a los españoles", ha avisado.
La Carta Magna apunta que las decisiones políticas de especial trascendencia podrán ser sometidas a referéndum consultivo de todos los ciudadanos. Sin embargo, añade que el referéndum será convocado por el Rey, mediante propuesta del presidente del Gobierno, previamente autorizada por el Congreso de los Diputados.
Abascal ha censurado que solamente se haya recurrido en dos ocasiones a esta posibilidad -con motivo de la incorporación a la OTAN y la Constitución europea- y ha reivindicado que los ciudadanos puedan pronunciarse sobre políticas concretas para evitar la "traición" de los políticos a sus programas electorales.
"Queremos recuperar la democracia de manos de la partitocracia que ha traicionado al pueblo y al parlamentarismo, de manos de poderes extraños y no sometidos al control popular", ha explicado señalando a los "burócratas" de Bruselas o "la ingeniería social autodenominada progresista".
"Queremos decidir legalmente, democráticamente, sin alterar las leyes. Queremos votar para echar de La Moncloa al falsario que llegó mintiendo a sus electores y para decidir después entre nosotros el futuro", ha insistido distinguiendo su llamada a "decidir" del referéndum ilegal convocado por los separatistas en Cataluña.
En este camino, ha denunciado que Vox está "solo" entre los partidos políticos españoles. "Hasta que otros quieran sumar fuerzas, les esperaremos con los brazos abiertos y recibiremos emocionados el día que quieran defender esta España", ha dicho en clara alusión al Partido Popular y su presidente, Alberto Núñez Feijóo.
Donde Vox no está solo, ha reivindicado, es en el panorama internacional. Y para demostrarlo ha contado con vídeos de apoyo de numerosos líderes encabezados por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien ha agradecido a Abascal el "increíble" trabajo que realiza y ha abogado por unas fronteras seguras y la defensa de la agenda conservadora.
Tampoco ha faltado a la cita la reciente vencedora de las elecciones italianas, Giorgia Meloni, quien ha denunciado la actual construcción europea y ha mostrado su esperanza de que pronto Vox pueda seguir sus pasos en las urnas. "En España, como en Italia, hay una mayoría de ciudadanos que no se reconocen en utopías e ideologías de izquierdas y piden que asumamos la responsabilidad de gobernar", ha sostenido.
Desde Hungría, su primer ministro, Viktor Orbán, ha celebrado la "buena costumbre" de los seguidores de Vox de reunirse bajo banderas españolas y ha asegurado que en Hungría también lo hacen. "Es bueno para nuestro corazón y nuestra alma; y también porque a los progres globalistas les provoca un infarto", ha bromeado.
Orbán, igual que Trump y Meloni, ha hablado de "fronteras seguras" y se ha erigido contra la "burocracia" de Bruselas. "El tren acaba de llegar a Roma y a España liderado por Abascal llegará pronto", ha vaticinado.
Quien sí ha compartido escenario con Abascal ha sido el primer ministro de Polonia, Mateusz Morawiecki, quien ha dicho que, de no haber nacido en su país, hubiera deseado hacerlo en España. Abascal le ha devuelto el cumplido asegurando que él hubiera deseado ser polaco de no ser español, una nación que "contribuyó a salvar Europa en 1683" y más tarde "venció al totalitarismo nazi y el totalitarismo comunista".