entrevista - conseller de educación y miembro destacado de compromís

Vicent Marzà: "Pedro Sánchez ha engañado al votante de izquierdas"

28/10/2019 - 

VALÈNCIA. A las puertas de las elecciones generales del 10 de noviembre, el conseller de Educación y miembro de la Ejecutiva de Compromís, Vicent Marzà (Castelló de la Plana, 1983), concede una entrevista a Valencia Plaza para hablar, en esta ocasión, de la actualidad política valenciana y estatal al margen de la gestión de su departamento.

Un encuentro en el que el también dirigente del Bloc explica su visión acerca de las estrategias de cara a la cita de las urnas así como el papel de los grandes líderes nacionales, la situación de Cataluña o el acuerdo con Más País.

-¿Cómo se afrontan las elecciones en generales con la nueva alianza con Íñigo Errejón?
-Las afrontamos con ganas de poder aportar y sumar para acabar con el desbloqueo y contribuir a un gobierno de izquierdas que ponga en marcha políticas al servicio de las personas. Se ha perdido mucho el tiempo en el ámbito estatal mientras la gente sigue trabajando en precario, sin poder pagar el alquiler o sin poder independizarse y un largo etcétera. Creemos que, con esta alianza, podemos ayudar a que toda la gente de izquierdas vea que sí se puede llegar a acuerdos.

-En abril no hubo un buen resultado para Compromís, ¿cree que les sirvió para aprender alguna lección?
-Está claro que si toda la gente que nos votó en las elecciones valencianas nos hubiera votado en las elecciones estatales, el resultado habría sido muy diferente. Precisamente es en lo que estamos trabajando: lograr que la gente que ha confiado en nosotros para que gobernemos la Generalitat también tenga razones para vernos una opción útil a nivel estatal. Y la explicación es tan sencilla como que lo somos: allá donde Compromís tiene fuerza, los gobiernos de izquierdas funcionan y allí donde no la tiene, no hay gobiernos de izquierdas. Por otro lado, también queremos recuperar a esa gente que votó al PSOE porque prometían articular un gobierno de izquierdas y luego les fallaron. Sánchez no hizo lo que dijo que iba a hacer. Necesitamos por tanto una fuerza de izquierdas que recoja a toda esa gente que quiere cambiar la sociedad y poner la política al servicio de las personas.

-Quieren articular ese discurso de desatascar la situación, ¿pero no es muy difícil para Compromís llegar al electorado con todo el ruido estatal?
-Efectivamente, hay un ruido en el ámbito estatal porque ninguno está hablando de política, sino de tacticismo y de partidismo. No se habla de la política entendida como un servicio a la ciudadanía y para mejorar su vida. Ninguno está hablando de la gente mayor que está luchando por las pensiones, o de los jóvenes que no pueden estudiar porque no pueden pagarse la matrícula, o de las 'kelis' -empleadas del hogar-, por ejemplo. Así que cuando no se habla de las necesidades reales del día a día de la gente, nosotros salimos perdiendo porque representamos eso. Este es el motivo por el que decidimos aliarnos con una fuerza hermana como es la de Íñigo Errejón: para intentar llegar al conjunto de la gente y marcar posición para conseguir que los problemas reales de la gente estén en la campaña. Creo que las personas están hartas, como yo, de siempre estar hablando de nada: banderas y conflictos estériles pero no de la vida de la gente ni de las soluciones a sus problemas. Y es lo que proponemos con esta coalición.

-Pues hablemos alguna de las propuestas de Més Compromís.
-Por citar un par de cuestiones importantes del ámbito estatal: ¿hay que limitar los precios de los alquileres? Sí. ¿Se ha de derogar la reforma laboral para que no haya quien trabaje y no llega a fin de mes? Sí. Se han de fomentar políticas para que la gente tenga calidad de vida, para que haya una igualdad real y no aparezca solo en los discursos vacíos.

-Parece que Errejón y su marca, Más País, irrumpió con mucha fuerza pero ahora existe o cierta inactividad o un mayor silencio mediático. De la misma manera, también empezaron nbien con los primeros sondeos y ahora parece que ha perdido fuelle. ¿Qué cree que está pasando?
-Lo que ha ocurrido a nivel estatal es que en cuanto el gobierno en funciones ha visto que somos una alternativa real se ha esforzado en desactivarnos con otros temas para que parezca que no existe otra solución  posible al PSOE. La realidad es que ellos son los que han engañado a la gente de izquierdas con su voto. Y los ciudadanos tienen que saber que la izquierda puede gobernar y no tiene por qué buscar una abstención de la derecha para hacerlo.

-Dice que el PSOE ha engañado a la gente. Hace unas semanas vino el presidente en funciones y candidato socialista, Pedro Sánchez, y se comprometió a una reforma del sistema de la financiación pero "en los próximos cuatro años". Si los votos de Més Compromís son necesarios, ¿van a cambiar la actitud en las negociaciones para vender sus apoyos más caros de lo que lo han hecho hasta ahora?
-Si no hay un agenda social y soluciones para los valencianos y valencianas, no contarán con nuestro voto. Sin una reforma del sistema de financiación que sea justa para los valencianos, no contarán con nuestro voto porque así no podemos prestar nuestros servicios básicos. En estas elecciones, el voto de Compromís debe garantizar un gobierno de izquierdas que trate bien a los valencianos. Parece que esta reforma siempre es importante pero luego nunca se hace nada y ya resulta intolerable. Tienen que poner una fecha.

-La financiación sería lo más urgente, pero también está la deuda histórica, mejora de las inversiones en los presupuestos, el incremento de la aportación en la dependencia...
-Claro. Lo que proponemos es que se aumenten los recursos para las CCAA y cambiar también los criterios por los que se reparte para que fueran más equitativos. A día de hoy estamos a una distancia de 800 euros per cápita de inversión de otras autonomías.

-¿Entonces Compromís tendrá una actitud más beligerante?
-Nosotros hemos firmado una acuerdo con el partido de Errejón en el que dice que marcaremos la posición del grupo respecto a cuestiones valencianas entre las que está la financiación. Y si no hay acuerdo, nosotros votaremos de forma diferente al grupo.

-¿Confía en que ese apoyo esté realmente atado? Porque si sacan varios diputados como apuntan las encuestas, pueden tener una influencia decisiva si permanecen unidos.
-Lo hemos acordado y está negro sobre blanco en el protocolo electoral. En todo caso, como ya he dicho, si hubiera algún problema nosotros actuaremos de forma libre y eso también está reflejado en el documento.

-¿Cómo se ha sentido en los últimos meses con los movimientos de Pedro Sánchez y de Pablo Iglesias en los últimos meses, al final dos líderes de fuerzas con las que ustedes han pactado?
-Fatal. Totalmente desengañado y con mucha rabia. Creo que una parte importante de la ciudadanía no se ha sentido representada por los que debían hacerlo. Ni se hablaba de proyecto político, ni se sentaban para dar soluciones... al final era todo discutir en directo a través de los medios pero nada de trabajar de verdad en encontrar una salida. Me parece un fracaso de las direcciones de ambos partidos, sobre todo al evidenciarse el mercadeo de puestos, de vetos, de ministerios... Deberían haber comenzado por el documento y eso llegó al final. En definitiva, me han dado vergüenza y no es lo que necesita la política.

-¿Esa es la principal causa de su acuerdo con el partido de Errejón en vez de Podemos? ¿Desvincularse absolutamente de esa negociación?
-Evidentemente nosotros queremos formar parte de la solución del problema, no de los proyectos que han bloqueado la situación. A mi modo de ver, el que más responsabilidad ha tenido es Pedro Sánchez y su partido, vetando a otras fuerzas o hablando más en nombre de la patronal que de sus votantes como cuando dijo que 'no dormiría tranquilo' con Podemos en el Gobierno. Pero también Podemos falló en no dedicarse a, en lo que podía, transformar la sociedad de forma generosa e influir desde dentro en un gobierno de izquierdas. En las últimas semanas, las entrevistas de Sánchez e Iglesias están basadas en hablar mal el uno del otro y echarse la culpa mutuamente. Estaría bien dialogar sobre soluciones y políticas: debatir, por ejemplo, sobre qué hacer con el modelo territorial, hablar sobre la necesidad de un cambio en el modelo productivo basado en un Green New Deal, una apuesta clara por la sostenibilidad y por la derogación de la reforma laboral. De esas cosas son de las que hay que hablar.

-¿A quién cree que beneficia electoralmente todo lo que está ocurriendo en Cataluña?
-A la derecha, claramente. Y de hecho creo que ha sido algo consciente por parte del PSOE: sabían que saldría la sentencia del independentismo y los políticos no serían absueltos, por lo que se produciría una situación de tensión en Cataluña. Al mismo tiempo, han sacado a Franco del Valle de los Caídos. Con esa estrategia, el PSOE ha jugado a presentarse en el resto de Estado -no en Cataluña- como firmes defensores del modelo territorial y, por el otro lado, tratar de reflotar la idea de que son más de izquierdas que nadie porque van en contra la dictadura. Se les ha ido de madre. Tanto cálculo partidista te aleja de la realidad; tanta lucha por el relato, te hace perderte la vida real de la gente.

-No obstante, la situación de Cataluña también genera ciertas complicaciones a Compromís. ¿Cuál es su propuesta para resolver esta crisis? ¿El derecho a decidir?
-Para mí lo que es evidente es que 100 años de prisión no van a solucionar nada. Hay dos millones de personas en Cataluña que piensan muy diferente a la mayoría del Estado y que quieren avanzar en otro modelo territorial. De alguna manera se habrá de dialogar y buscar soluciones. El problema que veo es que todos los partidos a nivel estatal están haciendo discursos para los suyos sin poner puntos en común para intentar moverse y llegar a acuerdos. Insisto, de las banderas no vamos a comer y debemos dialogar para encontrar el modelo territorial en el que todos nos sintamos cómodos.

-También ha causado cierto revuelo que la pasada semana se aprobó en el Consell Nacional del Bloc una propuesta de resolución en la que se pedía la amnistía para los políticos independentistas en prisión. ¿Cree que es oportuno?
-Si hubiéramos pensado en el electoralismo no habríamos aprobado esa propuesta. De lo que se trata es de plantear soluciones, y en esa línea va también el eliminar el delito de sedición. La cuestión es poner sobre la mesa propuestas para que la gente dialogue y puedan servir para desbloquear la situación. Es que si nos callamos y no decimos nada, tenemos que pensar que detrás van otros derechos sociales: por ejemplo, con la interpretación que se ha hecho del delito de sedición podría aplicarse también contra los que quieran parar un desahucio. Así que se ha de ser valiente y combatir estas cosas porque implican una degradación de derechos sociales y no te vas a callar por si quedas mal o no te conviene por electoralismo.

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