MADRID. Nos guste o no, el miedo es uno de los grandes motores del movimiento. Un ejemplo claro es el que provocan las grandes epidemias, que a lo largo de los tiempos han azotado a la humanidad. La pandemia de la covid-19 nos ha recordado la fragilidad del individuo y ha puesto de manifiesto lo delicado de las estructuras sociales y de producción, que deberían asegurar nuestro bienestar. Necesitamos una vacuna para salir de la reclusión con alguna garantía y el mundo se ha puesto manos a la obra. Como si de un aguijón se tratase, el miedo ha espoleado el ingenio humano aumentando exponencialmente nuestras capacidades.
¿Saben que el tiempo medio en el que se tarda en desarrollar una vacuna son 10 años? Pues para este virus es posible que la obtengamos durante los próximos 12 meses. La lucha contra reloj para detener al virus se ha activado y los investigadores de todo el planeta -de Francia a Australia, pasando por Estados Unidos, China, Brasil o Suiza- levantados en pie de guerra trabajan contra el enemigo común.
Los avances en ingeniería genética harán posible cumplir esos plazos, pero también el hecho de compartir conocimientos: el 12 de enero los científicos chinos subieron a internet las 29.903 bases nucleicas de la secuencia genética del virus. Traducir esta idea en inversión puede no resultar fácil: más de 40 grupos de trabajo, unas 70 compañías de salud implicadas, más de 100 vacunas en desarrollo y distintas rutas para encontrar una solución.
A continuación, les mostramos algunas de las empresas implicadas.
MODERNA THERAPEUTICS
Esta pequeña y joven biotecnológica americana ha batido un record mundial al comenzar los ensayos en 45 voluntarios humanos tan solo 64 días después de acceder al código genético del virus. Su modelo es el de las llamadas 'vacunas subunidad'. Es la vía de menor complejidad experimental y la más rápida, pero despierta cierto escepticismo entre los investigadores, que consideran que no es el sistema óptimo para doblegar al virus. La respuesta inmune que inducen no siempre es equilibrada. A pesar de ello, el comportamiento de su cotización es muy positivo +220% en el año. La vacuna de Moderna podría ser la primera.
SANOFI
El gigante de salud francés tiene dos proyectos de vacuna covid en marcha. En uno de ellos se ha asociado con su rival británica GlaxoSmithKline en un proyecto financiado por BARDA, la autoridad estadounidense de Desarrollo e Investigación Biomédica Avanzada, utilizando tecnología que ya emplea en una de sus vacunas contra la gripe. En otro la francesa desarrolla, junto con la experta genetista Translate Bio, una vacuna utilizando tecnología de ARN mensajero para estimular al cuerpo a producir una proteína clave del virus, provocando una respuesta inmune.
GILEAD
Es una de las más grandes compañías mundiales de biotecnología. Unos de sus fármacos (Remdesivir) podría dar buenos resultados para el tratamiento de la enfermedad. Las pruebas aún son preliminares. Además, la compañía tiene probabilidades de conseguir una vacuna para el coronavirus, debemos tener en cuenta que es un referente en el desarrollo de medicamentos antiretrovirales para tratar pacientes infectados con VIH, hepatitis B o gripe.
GRIFOLS
Un puesto también destacado para la compañía española, que sigue un camino diferente al de las empresas citadas, que concentran sus esfuerzos en el desarrollo de vacunas o antivirales. Su idea consiste en usar el plasma sanguíneo de pacientes, que hayan superado la enfermedad, para proporcionar anticuerpos a los que se encuentran enfermos. Estamos hablando de inmunoterapia pasiva. Grifols estaría preparada para empezar a producir la llamada inmoglobulina hiperinmune en el mes de julio, gracias al plasma que recibe de donantes en Estados Unidos. Grifols suscribió un acuerdo, a finales de marzo, con distintas instituciones estadounidenses y organismos federales de salud pública, con el objeto de impulsar el desarrollo de esta vía de tratamiento.
Virginia Pérez Palomino es directora de Renta Variable de Tressis sociedad de valores
