VALÈNCIA. Ximo Puig, en Estrasburgo y Luxemburgo para mantener diferentes encuentros en el Banco Europeo de Inversiones (BEI) y el presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker. Mónica Oltra, toda la semana en Bruselas para reunirse con miembros del Consejo de Europa, la Comisión Europea y el Comité Europeo de Derechos Sociales para abordar la implantación en las regiones de la Unión Europea del Pilar Social Europeo de Derechos Sociales.
La coincidencia de las agendas comunitarias del presidente y la vicepresidenta del Consell ha provocado una situación insólita en la Generalitat, una suerte de vacío de poder que se prolongará hasta el próximo jueves, cuando Ximo Puig tiene previsto estar de regreso en València para someterse a las preguntas de la Cámara en la sesión de control de Les Corts.
Algo más prolongada será la estancia de Oltra en el EPSSCO, donde tiene programadas actividades durante toda la semana que le llevarán incluso a ceder provisionalmente la portavocía del Consell en la habitual rueda de prensa tras la reunión del Ejecutivo de este viernes.
El solapamiento de las agendas, no obstante, no ha sido bien acogido en algunas instancias del Palau de la Generalitat, donde estos días se cuestiona que la vicepresidenta vaya a estar toda la semana fuera de España precisamente cuando el jefe del Consell participa en reuniones trascendentales para la llegada de fondos estructurales a la Comunitat.
Más que la posible intención de 'contraprogramar' a Puig se le cuestiona la manera en la que ha gestionado el viaje, pues en Presidencia sostienen que no tuvieron conocimiento del mismo hasta el pasado viernes.